El matrimonio gay divide a los socios de la canciller
El Constitucional alem¨¢n obliga a conceder los mismos derechos a las parejas homosexuales, excepto la adopci¨®n
¡°Est¨¢ claro que en este pa¨ªs los jueces y los ciudadanos han ido por delante de los pol¨ªticos¡±. El dibujante que comenz¨® hace m¨¢s de 30 a?os en el c¨®mic underground y ha acabado vendiendo m¨¢s de cinco millones de libros protagonizados por hombres que se enamoran de hombres no da cr¨¦dito a que en Alemania a¨²n no se haya aprobado el matrimonio gay. Aprovechando los ¨²ltimos rayos de sol que caen en Colonia antes de que comience el fr¨ªo, Ralf K?nig se congratulaba ayer en una cafeter¨ªa del centro de la ciudad por las numerosas sentencias del Tribunal Constitucional que decretan que todas las parejas deben gozar de los mismos derechos. Pero tambi¨¦n lamentaba la ¨²ltima barrera que queda por franquear: la adopci¨®n.
¡°Le digo honestamente que la igualdad de derechos total se me hace muy dif¨ªcil. No estoy segura de qu¨¦ es lo mejor para el bienestar del ni?o [en el caso de la adopci¨®n]¡±, respondi¨® la canciller Angela Merkel a un telespectador hace una semana. Las palabras de la mujer que aspira a dirigir de nuevo el pa¨ªs chocan con los partidos de oposici¨®n ¡ªsocialdem¨®cratas, verdes y los izquierdistas de Die Linke¡ª, que llevan el matrimonio gay en sus programas para las elecciones del pr¨®ximo domingo. Chocan tambi¨¦n con sus socios de Gobierno liberales, cuyo antiguo l¨ªder y a¨²n ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, se muestra en p¨²blico sin ning¨²n tapujo con el que ser¨ªa su marido si la ley lo permitiera.
Y chocan, en fin, contra un sector del propio partido democristiano de la canciller. ¡°Si la CDU quiere seguir siendo un partido de masas, debe tener en cuenta la cambiante realidad. No podemos decir simplemente que algo est¨¢ bien porque siempre ha sido as¨ª¡±, dijo hace unos meses en una entrevista el poderoso ministro de Hacienda, Wolfgang Sch?uble, poco sospechoso de alinearse con izquierdistas radicales.
Jens Spahn, diputado de la CDU, prefiere fijarse en los avances que ha hecho su partido, y no en el terreno que le falta por recorrer. ¡°Hace cuatro a?os habr¨ªa sido impensable un debate abierto como el que tuvimos en nuestro congreso de finales del a?o pasado. Hoy estamos todos de acuerdo en la equiparaci¨®n de derechos, sin contar la adopci¨®n. Y todo esto lo hemos conseguido sin grandes manifestaciones en contra como en Francia o Espa?a¡±, asegura. Spahn ¡ªque pertenece al grupo bautizado como los 13 salvajes en referencia a los 13 parlamentarios democristianos que pelearon por la igualdad¡ª apuesta por ir convenciendo poco a poco a los m¨¢s reacios al cambio. ¡°La confrontaci¨®n no ayuda a nadie. Estoy convencido de que en un par de a?os habremos avanzado m¨¢s¡±, concluye.
Pero a Merkel ¡ªtras el apag¨®n nuclear y el fin del servicio militar obligatorio¡ª le quedan pocos esl¨®ganes que mostrar a su electorado m¨¢s conservador. Y excluir a las parejas gais de la adopci¨®n es uno de ellos, pese a las encuestas que muestran una clara mayor¨ªa de alemanes a favor de equiparar matrimonio y parejas de hecho. Seg¨²n un estudio publicado por la revista Stern, esta mayor¨ªa se daba incluso entre los votantes de la CDU, cuya C proviene de la palabra Cristiano. Apoyaban la iniciativa un 64% de los democristianos consultados, frente a un 74% en la poblaci¨®n en general.
Frente al Rin se erige el monumento que sirve de homenaje a las decenas de miles de personas que cayeron v¨ªctimas del nazismo por su orientaci¨®n sexual. ¡°Muertos a palos. Muertos por el silencio¡±, se puede leer. A su lado, el activista Klaus Jetz recuerda que el p¨¢rrafo 175 del C¨®digo Penal, que castigaba las relaciones entre hombres, estuvo en vigor desde la fundaci¨®n del imperio alem¨¢n, en 1871, hasta 1969. ¡°Hemos avanzado mucho desde entonces. Ya tenemos una situaci¨®n legal muy buena. Nos falta dar el ¨²ltimo paso para poder ocuparnos de asuntos m¨¢s importantes, como los derechos humanos en pa¨ªses como Rusia¡±, se?ala Jetz, director de la Federaci¨®n de Lesbianas y Gais de Alemania.
En el camino hacia la igualdad, Alemania ha ensayado una v¨ªa propia. No ha copiado el modelo del matrimonio iniciado en Holanda, B¨¦lgica y Espa?a, y al que ahora se han apuntado los otros dos gigantes de la UE, Francia y Reino Unido. Pero un goteo de sentencias en los ¨²ltimos a?os ha permitido que las parejas de hecho puedan beneficiarse de la declaraci¨®n de impuestos conjunta y de otros privilegios que hasta ahora eran exclusivos de los matrimonios tradicionales.
La imposibilidad de casarse ha tenido un efecto directo en vidas como las de Judith Steinbeck. Esta psicoterapeuta narra desde su consulta de Colonia los problemas que la actitud del partido en el Gobierno le ha ocasionado en los ¨²ltimos a?os. ¡°Hace 13 a?os que adopt¨¦ a una ni?a vietnamita. En todo este tiempo, no he podido inscribir a mi mujer como su madre. As¨ª que llevo 13 a?os temiendo que me pase algo. No por m¨ª, sino porque si yo desaparezco la ley alemana no garantiza que mi hija se quedar¨ªa con su otra madre¡±, protesta.
Su situaci¨®n es una de las que ha regularizado el Constitucional. Gracias a la corte de Karlsruhe, la mujer de Judith Steinbeck ha podido iniciar el proceso para ser la madre legal de la adolescente. El Tribunal tambi¨¦n ha obligado al Gobierno alem¨¢n a cobrar los mismos impuestos a los matrimonios que a las parejas de hecho. ¡°Si hubiera podido hacer eso cuando mi mujer se cogi¨® la baja por maternidad, nos habr¨ªamos ahorrado unos 500 euros al mes. Es una prueba m¨¢s de c¨®mo se nos ha tratado como ciudadanos de segunda¡±, se lamenta desde su consulta, rodeada de l¨¢minas de pintores como Matisse o David Hockney. Pero si Steinbeck y su mujer decidieran hoy adoptar otro hijo, no podr¨ªan hacerlo como pareja. Esa es la diferencia que seguir¨¢ existiendo entre su familia y una compuesta por un hombre y una mujer. Y, si Merkel sale reelegida y no cambia de parecer, esa diferencia continuar¨¢ existiendo tras las pr¨®ximas elecciones.
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