La violencia persigue a los refugiados sirios hasta Egipto
Los militares estigmatizan como islamistas a los que han huido de la guerra
![Una familia de refugiados sirios permanece en una tienda improvisada r, en la frontera sirio-turca.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2T5IFM7LWOACG5YUDJJS7UPR6E.jpg?auth=a6ed32482b9f941578bcf623047522728a409e7dccdc004fd61845d45bb7e49e&width=414)
¡°Cuando buscaba casa, y los propietarios y arrendatarios se enteraban de que soy sirio, me rechazaban. A menudo, no reconoc¨ªan su racismo abiertamente, sino que argumentaban que ahora est¨¢ mal visto tener sirios en el edificio¡±, comenta Jawad, mientras sorbe una infusi¨®n en su habitaci¨®n del barrio cairota de Dokki. Huido a Egipto a causa de la guerra civil que padece su pa¨ªs, despu¨¦s de muchos esfuerzos, pudo convencer a un propietario que le alquilara una habitaci¨®n.
No hace mucho que los refugiados sirios eran bienvenidos en Egipto. Se consideraba que el ejemplo de Tahrir hab¨ªa inspirado a los revolucionarios sirios, y una especie de nueva solidaridad hab¨ªa reforzado los lazos hist¨®ricos entre ambos pueblos. Sin embargo, todo cambi¨® en cuesti¨®n de d¨ªas. Exactamente, los que siguieron a las grandes manifestaciones del 30 de junio contra el ra?s Mohamed Morsi, y que acabaron derroc¨¢ndolo gracias a la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito.
Los Hermanos Musulmanes tambi¨¦n se movilizaron aquellos d¨ªas, frente a la mezquita de Rab¨¢ al Audawiya. No obstante, seg¨²n los medios egipcios, muchos de los all¨ª concentrados no eran egipcios, sino exiliados sirios a sueldo de la Hermandad. El popular y pol¨¦mico presentador egipcio Taufik Okasha lleg¨® a darles un ultim¨¢tum: ¡°A todos los sirios en Egipto, un mensaje de aviso. El pueblo egipcio ha anotado vuestras direcciones, si continu¨¢is con la Hermandad, despu¨¦s de 48 horas, la gente destruir¨¢ vuestras casas¡±.
¡°Es falso que hubiera muchos sirios en las concentraciones pro-Morsi. El conflicto interno egipcio no nos concierne. Simplemente, necesitaban un chivo expiatorio¡±, asegura Rami Jarrah, un conocido activista sirio. La teor¨ªa de la ¡°mano siria¡± era un elemento m¨¢s dentro de la narrativa oficial de demonizaci¨®n de la Hermandad, a la que se presentaba como un agente de intereses o potencias extranjeras. En el discurso xen¨®fobo de los medios, el ¨²nico dato cierto es que miles de refugiados sirios recibieron la asistencia de organizaciones caritativas de cariz islamista.
La campa?a tuvo un reflejo inmediato en las calles: miradas de desprecio, insultos, e incluso alguna agresi¨®n. Poco despu¨¦s, llegar¨ªa el acoso legal. Las autoridades surgidas del golpe revocaron la pol¨ªtica de ¡°puertas abiertas¡± de Morsi, siempre claro en su apoyo a la revuelta contra al Asad. Desde el 9 de julio, los sirios solo pueden entrar en Egipto con un visado solicitado previamente. Y los ya residentes en Egipto, est¨¢n expuestos a arrestos arbitrarios y a ser deportados .
¡°Voy con mucho cuidado para evitar cualquier puesto de control. Si me paran, podr¨ªa acabar muy mal¡±, confiesa Jawad, que se gana la vida dando clases privadas de ¨¢rabe. Muchos exiliados sirios no renovaron su permiso de residencia cuando caduc¨® su visado, por lo que se encuentran ilegalmente en el pa¨ªs. Antes del golpe no hac¨ªa falta, y el proceso burocr¨¢tico era muy farrogoso. Seg¨²n las cifras de ACNUR, hay unos 90.000 sirios registrados en Egipto, pero se cree que el n¨²mero real podr¨ªa superar los 250.000.
Ante la imposibilidad de encontrar trabajo y la hostilidad que les profesa la sociedad, centenares de sirios han decidido abandonar Egipto como sea. De acuerdo con ACNUR, en las ¨²ltimas semanas, han llegado a las costas italianas m¨¢s de 3.000 sirios, la mayor¨ªa provenientes de Egipto. Actualmente, unos 110 exiliados sirios, entre ellos 43 ni?os, est¨¢n detenidos en Alexandr¨ªa a la espera de ser deportados. Todos ellos fueron arrestados mientras intentaban salir del pa¨ªs ilegalmente. Dos refugiados de origen palestino tuvieron menos suerte, y el pasado mi¨¦rcoles fueron abatidos por los disparos de la polic¨ªa cuando trataban de huir en una patera, una muestra m¨¢s de la falta de escr¨²pulos de las fuerzas de seguridad con los exiliados.
¡°En la mayor¨ªa de casos, los tribunales ordenan ponerlos en libertad, pero es el Ministerio del Interior qui¨¦n decide deportarlos al considerarlos un ¡°peligro para la seguridad nacional¡±. ?Qu¨¦ tipo de peligro representa un ni?o?¡±, se pregunta indignado Nader al Attar, un activista egipcio co-fundador de la ONG Refugee Solidarity Movement (RSM), con base en Alejandr¨ªa. ¡°Todo esto responde a una estrategia del r¨¦gimen actual para crear una atm¨®sfera miedo y justificar la reconstituci¨®n de un estado policial¡±, a?ade.
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