¡°Fuimos arrastrados fuera por los soldados¡±
Los supervivientes relatan las escenas de miedo y caos durante el rescate
Peter Churman tuvo que esperar a su esposa m¨¢s de lo que hubiese querido. Llevando a su sobrina en brazos, deambul¨® de un puesto de seguridad a otro, fuera del centro comercial Westgate en las primeras horas tras el ataque en Nairobi. Al o¨ªrse una r¨¢faga de disparos cerca del edificio, suplic¨® algo de informaci¨®n o ayuda. Este brit¨¢nico hab¨ªa sido separado de su esposa, Eva, dentro del edificio, despu¨¦s de que un grupo de terroristas asaltase el centro comercial el pasado fin de semana.
Despu¨¦s de tres horas escondido bajo las mesas, acunando a su sobrina intent¨¢ndola calmar contra el ruido de las granadas y las pistolas autom¨¢ticas, pudo escapar. Entre tanto, pregunt¨® si alguien hab¨ªa visto a una mujer filipina, como una de las posibles supervivientes que llegaban a cuenta gotas desde el cuarto piso.
Fue forzado a salir del centro comercial cuando los oficiales brit¨¢nicos del comando antiterrorista de Londres llegaron para asistir a las autoridades kenianas e implantaron un cord¨®n de seguridad alrededor del edificio. "Mi sobrina y yo fuimos arrastrados, fuera, a la carretera", cuenta. Como muchos rescatados, su tel¨¦fono m¨®vil se qued¨® sin bater¨ªa. Pidi¨® un lugar donde recargarlo y un coche para regresar al centro comercial y buscar por cielo y tierra a Eva.
Al llegar a la casa, se encontr¨® con su esposa. Hab¨ªa sido rescatada por la polic¨ªa keniana horas despu¨¦s de que ¨¦l escapase. Debido al estr¨¦s, ella no pudo recordar el n¨²mero de m¨®vil de su esposo. Estando fuera del centro comercial, en el parking, fue incapaz de encontrarse con ¨¦l y con su sobrina. Fue tratada del shock antes de que un voluntario la ofreciese llevarla a casa. "Fue un extraordinario reencuentro", dice Churchman. "Un gran alivio".
Despu¨¦s del asalto inicial y los disparos que hirieron a cerca de 200 personas, docenas de supervivientes fueron dispersados a trav¨¦s de las plantas del principal centro comercial de la ciudad. Algunos se refugiaron en tiendas, otros se jugaron la vida en el vest¨ªbulo principal. Muchos huyeron al interior del supermercado Nakumatt, que se extiende a lo largo de tres plantas del Westgate. Fue en este lugar donde se produjo uno de los principales tiroteos entre las fuerzas de seguridad kenianas y los atacantes del grupo terrorista Al Shabab, quienes tomaron el sitio el s¨¢bado.
Intentando penetrar en el interior del supermercado, las fuerzas de seguridad kenianas se metieron en medio de un fuego intenso. Un soldado keniano describe la rendici¨®n de un joven atacante somal¨ª. "Nos entreg¨® su arma, pero uno de los otros, de su propia gente, le dispar¨®", cuenta.
Las explosiones continuaron espor¨¢dicamente, atormentando a los familiares y amigos de aqu¨¦llos que permanecen a¨²n dentro. Algunos se quejaron por la falta de un plan de las fuerzas de seguridad para rescatar a todos los rehenes.
? Guardian News Media
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