¡°En Costa Rica hay m¨¢s libertad de expresi¨®n que en otros pa¨ªses de Am¨¦rica¡±

A siete meses para que finalice su per¨ªodo al frente de la presidencia de Costa Rica, Laura Chinchilla afronta la recta final de su mandato con unos ¨ªndices de popularidad muy bajos -no han parado de disminuir casi desde que llegara al poder en 2010-, provocados por la decepci¨®n de la poblaci¨®n ante la corrupci¨®n en el Gobierno y la Administraci¨®n, los esc¨¢ndalos pol¨ªticos, que se han llevado por delante a varios ministros, y la ineficacia del Ejecutivo. Su contundente reacci¨®n ante la invasi¨®n por parte de Nicaragua de la peque?a isla Calero en el Caribe costarricense hace dos a?os, es de lo poco que los ciudadanos salvan de su gesti¨®n.

Esta misma semana, durante su intervenci¨®n ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Chinchilla denunci¨® la desobediencia -¡°desd¨¦n¡±, fue como lo calific¨® la presidenta- del Gobierno nicarag¨¹ense a las medidas cautelares impuestas por la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), que impiden la presencia de los ciudadanos del Estado que dirige Daniel Ortega en ese territorio hasta que no se dirima de manera definitiva el conflicto territorial, y reclam¨® a la comunidad internacional la adopci¨®n de ¡°procedimientos para garantizar el acatamiento de todas las decisiones que emanen de la Corte, incluidas las cautelares¡±. ¡°Se trata de uno de los grandes vac¨ªos que ahora mismo tiene el sistema internacional¡±, se lament¨® Chinchilla durante una entrevista concedida a este diario tras su intervenci¨®n ante los l¨ªderes mundiales de la ONU.

La ausencia de mecanismos para hacer cumplir las sanciones de tribunales internacionales es uno de los grandes vac¨ªos que ahora mismo tiene el sistema¡±

Pregunta. ?Qu¨¦ espera de su en¨¦rgica denuncia ante Naciones Unidas de la actitud de Nicaragua?

Respuesta. Cuando Costa Rica levanta la voz en un foro como la ONU a favor de la paz no se trata de una posici¨®n ret¨®rica. Somos uno de los pa¨ªses m¨¢s consecuentes del mundo en relaci¨®n con la promoci¨®n de la paz y el desarme. Renunciamos al Ej¨¦rcito hace m¨¢s de 60 a?os creyendo que las verdaderas armas de defensa de las naciones deb¨ªan ser el derecho internacional y los organismos multilaterales. Por eso recurrimos a ellos en defensa de nuestra soberan¨ªa cuando Nicaragua nos invadi¨®, esperando que ese derecho internacional sea efectivo.

P. Sin embargo, Nicaragua no ha acatado las medias provisionales de la CIJ. ?Sigue, pese a todo, confiando Costa Rica en ese derecho internacional que no est¨¢ siendo observado por otros Estados?

R. La alternativa de un pa¨ªs como el nuestro es seguir elevando la voz con respeto pero con contundencia ante los organismos internacionales y promover, como hicimos ante la Asamblea Genera, un debate para analizar qu¨¦ mecanismos puede imaginar la comunidad internacional para imponer sanciones y hacerlas efectivas cuando una naci¨®n no acata las decisiones de los tribunales internacionales.

A un presidente se le mide no por lo que las encuestas digan, sino por c¨®mo deja su pa¨ªs y Costa Rica, al final de mi Gobierno, quedar¨¢ mucho mejor que la gran mayor¨ªa de los pa¨ªses de la regi¨®n"

P. Se encuentra ante la recta final de su mandato como presidenta, ?cu¨¢l es el balance de estos a?os al frente del Gobierno de Costa Rica?

R. Nos ha correspondido gobernar en tiempos de incertidumbre, sobre todo por lo que la crisis internacional ha supuesto para una econom¨ªa tan peque?a y abierta como la costarricense. Pese a eso y a las amenazas del narcotr¨¢fico y el crimen organizado, hemos hecho un gran esfuerzo para que Costa Rica salga lo mejor librada posible. Las estad¨ªsticas confirman que en materia de seguridad ciudadana, somos uno de los Gobiernos que ha logrado reducir la tasa de homicidio y en materia econ¨®mica alcanzamos un crecimiento verdaderamente excepcional, y aunque la tasa se nos ha ca¨ªdo, estamos dentro de la media que la CEPAL [Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe] ha anunciado para Am¨¦rica Latina.

P. Sin embargo, las encuestas no se corresponden con ese optimismo que usted manifiesta. Los bajos ¨ªndices de popularidad la han llevado a ser elegida como la peor presidenta del hemisferio en dos ocasiones.

R. A m¨ª me parece que a un presidente se le mide no tanto por lo que las encuestas digan, sino por c¨®mo deja su pa¨ªs y Costa Rica, al final de mi Gobierno, quedar¨¢ mucho mejor que la gran mayor¨ªa de los pa¨ªses de la regi¨®n. En cuanto a los ¨ªndices de popularidad comparados entre los l¨ªderes de Am¨¦rica Latina, eso es como comparar peras con manzanas. Costa Rica tiene un r¨¦gimen de libertad de expresi¨®n activo e intenso. No hay absolutamente ning¨²n tipo de censura para ning¨²n grupo disidente, pol¨ªtico o medi¨¢tico, algo que s¨ª existe en otros pa¨ªses de Am¨¦rica. Esta circunstancia genera un r¨¦gimen de opini¨®n p¨²blica muy diferente en cada lugar y eso se refleja en sus propias encuestas.

En Costa Rica no hay absolutamente ning¨²n tipo de censura para ning¨²n grupo disidente, pol¨ªtico o medi¨¢tico, algo que s¨ª existe en otros pa¨ªses de Am¨¦rica

P. Una de las principales quejas que la ciudadan¨ªa refleja en esos sondeos es el alto grado de corrupci¨®n en su Gobierno.

R. Lo que ha sucedido es que ha sido el propio Gobierno el que ha procedido a hacer denuncias de los actos de corrupci¨®n que prevalecen en la Administraci¨®n. De manera que s¨ª, la sensaci¨®n que tienen hoy los costarricenses es que hay corrupci¨®n, pero ¨¦sta no existe en mi Gobierno sino en la Administraci¨®n. Hemos adoptado un estilo muy diferente al del pasado y eso nos ha pasado un costo y es que, en la medida en la que hemos denunciado esa corrupci¨®n, se ha incrementado razonablemente la percepci¨®n de la corrupci¨®n en la Administraci¨®n p¨²blica.

P. Antes alud¨ªa a la amenaza del narcotr¨¢fico. En la Asamblea General usted traslad¨®, en nombre tambi¨¦n de Guatemala y M¨¦xico, la necesidad de cambiar la estrategia para luchar contra la droga. ?Puede Costa Rica erigirse como modelo?

La sensaci¨®n que tienen hoy los costarricenses es que hay corrupci¨®n, pero ¨¦sta no existe en mi Gobierno sino en la Administraci¨®n"

R. Costa Rica no se puede dar el lujo de llevar el problema de la droga a un escenario de guerra porque no tendr¨ªamos c¨®mo librarla. De manera que mucho de lo que se est¨¢ tomando como ejemplo ahora es la estrategia de mi pa¨ªs: m¨¢s Estado de Derecho, m¨¢s efectividad del poder judicial, una polic¨ªa m¨¢s profesional y mayor prevenci¨®n. Creo que ya se est¨¢ produciendo un cambio en este sentido a nivel internacional, por lo menos en la Administraci¨®n Obama que en su segundo periodo habla de una estrategia m¨¢s integral y equilibrada que no recurre exclusivamente a los escenarios de guerra como respuesta ante el problema de las drogas.

P. En los ¨²ltimos meses, en Costa Rica se han celebrado manifestaciones a favor y en contra del aborto y de los derechos de los homosexuales. Usted misma est¨¢ a favor de equiparar los derechos patrimoniales de los gais, aunque no del matrimonio homosexual, pero es contraria a una ampliaci¨®n de los supuestos para la interrupci¨®n del embarazo ?Est¨¢ su pa¨ªs preparado para adoptar una legislaci¨®n m¨¢s progresista en estas materias o el conservadurismo en estos asuntos est¨¢ todav¨ªa lejos de quebrarse?

Rechazo que a Costa Rica se la presente como un pa¨ªs conservador porque en otras naciones de Am¨¦rica Latina ni siquiera est¨¢ permitido que discusiones como los derechos homosexuales o el aborto lleguen al Congreso"

R. Costa Rica no es una sociedad m¨¢s conservadora que otras latinoamericanas. En mi pa¨ªs se est¨¢n llevando a cabo estos debates en el Congreso y en la sociedad civil sin ning¨²n tipo de censura. Se han presentado varios proyectos en la Asamblea Legislativa que reconocen derechos de naturaleza civil y patrimonial para las parejas del mismo sexo, y yo he abogado por ellos. En materia del aborto la discusi¨®n ha sido muy similar y yo quiero ser muy franca y sincera. Nosotros no estamos de acuerdo, como parece que es la posici¨®n mayoritaria en la sociedad costarricense, en pr¨¢cticas de aborto ilimitadas. En Costa Rica existe una legislaci¨®n que regula la interrupci¨®n del embarazo cuando est¨¢ en riesgo la salud de la mujer y hay un debate en ciernes bastante leg¨ªtimo en lo que se refiere al aborto en casos excepcionales como el de violaci¨®n. De manera que rechazo que a Costa Rica se la presente como un pa¨ªs conservador porque en otras naciones de Am¨¦rica Latina ni siquiera est¨¢ permitido que estas discusiones lleguen al Congreso.