La victoria de una pareja homosexual mexicana
Una ni?a de dos a?os fue expulsa de un colegio de Monterrey por tener padres del mismo sexo Tras dos meses de denuncias, la Secretar¨ªa de Educaci¨®n del Estado de Nuevo Le¨®n recomienda que se apliquen sanciones al centro 'The Hills Institute'
Cuando Alex y Pepe se mudaron a Monterrey (al norte de M¨¦xico) lo primero que hicieron fue buscar un colegio para Alejandra, su hija adoptiva de dos a?os. Pero no pod¨ªa tratarse de una escuela cualquiera: ten¨ªa que ser un centro "moderno y abierto" en el que se respetase la diversidad sexual de las personas que, como ellos, hab¨ªan decidido ser pareja homoparental. Eligieron el elitista The Hills Institute que se anunciaba como laico y respetuoso con la diversidad, pero pronto comprobaron que el eslogan ¡°solo era una bandera publicitaria¡±. La direcci¨®n les puso una serie de condiciones para admitir a la ni?a: que no aparecieran por el centro, ni se mostraran como pareja. Al rechazarlo, Alejandra fue expulsada.
La misma directora me reconoci¨® que los due?os son abiertamente homof¨®bicos. Me advirti¨® que est¨¢bamos cometiendo un pecado ante Dios¡±
El 28 de agosto los padres denunciaron ser objeto de discriminaci¨®n ante la Secretar¨ªa de Educaci¨®n del Estado de Nuevo Le¨®n. Dos meses despu¨¦s el organismo ha emitido un documento -al que ha tenido acceso este peri¨®dico- en el que analiza los hechos y afirma que el instituto viola la Declaraci¨®n de los Derechos del Ni?o. Como conclusi¨®n, recomienda que se apliquen las sanciones correspondientes al centro. "Los responsables del colegio saben todo esto, pero no tienen miedo porque deber tener influencias y protecci¨®n de arriba", asegura Pepe, "pero la sociedad est¨¢ observando todo este proceso. Y esperan una sanci¨®n".
La historia comenz¨® el pasado mes de agosto. ¡°Est¨¢bamos muy ilusionados con el colegio de nuestra hija¡±, cuenta esta pareja de empresarios que prefiere ocultar su verdadera identidad. ¡°El problema lleg¨® en el primer open house (la reuni¨®n de padres), porque nos presentamos los dos como pap¨¢ y mam¨¢ de la ni?a¡±. Todo fue aparentemente bien y nadie parec¨ªa tener problemas con ellos. Pero tres d¨ªas despu¨¦s la directora cit¨® de manera urgente a Alex (el ¨²nico de los padres legalmente reconocido) para comunicarle que uno de los docentes hab¨ªa presentado una queja ante los due?os de la instituci¨®n.
¡°La misma directora me reconoci¨® que los due?os son abiertamente homof¨®bicos. Me dijo que nuestra realidad familiar imped¨ªa la permanencia de la ni?a y me advirti¨® que est¨¢bamos cometiendo un pecado ante Dios¡±. Ante la insistencia y las protestas de los padres, la directora del centro propuso una soluci¨®n: ten¨ªan que firmar una carta en la que, a cambio de la permanencia de su hija se compromet¨ªan a no acudir juntos a las reuniones de padres ni a ning¨²n otro evento p¨²blico. Es decir, se invisibilizar¨ªan como familia. Este peri¨®dico ha accedido a la carta original enviada por la directora. En la misma enumera una serie de condiciones entre las que especifica que Pepe:
"Debe suplicar comprensi¨®n para la permanencia de su peque?ita en THI".
"Debe asistir a todos los eventos de manera individual".
"Se compromete a abstenerse de hacer cualquier comentario fuera de lugar a ning¨²n otro padre de familia de su situaci¨®n particular".
"Se compromete con discreci¨®n absoluta".
"Se disculpa por haber causado inconvenientes".
"En ning¨²n momento se presentara su pareja a esta instituci¨®n¡±.
¡°Me negu¨¦ a firmar, llegu¨¦ a casa devastado y me qued¨¦ dormido con mi beb¨¦¡±, cuenta Pepe. En el trascurso de ese sue?o su pareja Alex movi¨® cielo y tierra. Denunci¨® el caso a varias instituciones humanitarias y a la Secretar¨ªa de Educaci¨®n de Nuevo Le¨®n y escribi¨® varios emails a la directora en los que cit¨® la Constituci¨®n mexicana cuyo primer cap¨ªtulo se?ala que ¡°queda prohibida toda discriminaci¨®n motivada por el origen ¨¦tnico, la edad (¡) las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas¡±.
La homofobia en M¨¦xico
Seg¨²n la Encuesta de discriminaci¨®n encargada por el Gobierno del DF difundida el 13 de agosto pasado los grupos que sufren m¨¢s discriminaci¨®n son, por este orden, los ind¨ªgenas, los homosexuales, los pobres y los de piel morena. M¨¦xico es el segundo pa¨ªs latinoamericano con mayor n¨²mero de homicidios a homosexuales, por debajo de Brasil que registr¨® 35 asesinatos en los dos ¨²ltimos meses, seg¨²n datos de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La escuela tard¨® tres semanas en dar una respuesta. Por fin lleg¨® una citaci¨®n en la que se especificaba que solo podr¨ªan acudir ¡°el pap¨¢ y la mam¨¢¡± de la ni?a. ¡°Acudimos los dos, pero no nos dejaron pasar. Nos quedamos esperando fuera hasta que nos dieron una caja con el 70% de la matr¨ªcula que hab¨ªamos pagado, los materiales de la ni?a y una nota que confirmaba la expulsi¨®n de Alejandra¡±. Pocos d¨ªas despu¨¦s el eslogan ¡°respeto a la diversidad¡± desaparec¨ªa del ideario de la p¨¢gina web del colegio.
Ante esta situaci¨®n la pareja decidi¨® denunciar su caso a los medios. Aunque las dos principales televisoras les ignoraron, la historia vol¨® por las redes sociales y tuvo una gran repercusi¨®n medi¨¢tica en todo el pa¨ªs. Una decena de escuelas se pusieron en contacto con los padres ofreciendo una plaza para la ni?a. Las organizaciones a las que consultaron ¨Csobre todo el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminaci¨®n (Conapred) y la Procuradur¨ªa Federal del Consumidor (Profeco)- se encuentran estudiando el caso para tomar las medidas pertinentes. ¡°Tambi¨¦n la instituci¨®n Cambridge y la Secretar¨ªa de Educaci¨®n del Estado de Nuevo Le¨®n me han prometido que estudiar¨¢n el caso y contactar¨¢n con los responsables¡±, afirma Alex. Este peri¨®dico trat¨® de ponerse en contacto con el personal del centro, pero solo logr¨® hablar con el conserje que, a decir de la familia, ¡°es la ¨²nica persona que nos escucha sin colgarnos y nos trata como personas¡±.
Dos meses despu¨¦s la historia ha tenido una gran difusi¨®n tanto en los medios como en la red. Alex y Pepe se muestran muy agradecidos por el apoyo recibido y por el comunicado de la Secretar¨ªa de Educaci¨®n del Estado de Nuevo Le¨®n en el que piden sanciones al centro. Hasta el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera L¨®pez, ha mostrado su apoyo a la familia. Pero a¨²n esperan una consecuencia m¨¢s contundente: ¡°Quisi¨¦ramos que este caso sea un precedente para que este tipo de discriminaci¨®n deje de ocurrir. Que quien haga este tipo de cosas sepa que sus actos van a tener consecuencias, que este tipo de injusticias van a conocerse en todo el mundo¡±. Tambi¨¦n lanzan un mensaje de reflexi¨®n a los mexicanos: ¡°Miremos el calendario: Estamos ya en el a?o 2013. La sociedad ha evolucionado, hay otros modelos de familia. No podemos tratar como delincuentes a los que son diferentes. Son iguales a los dem¨¢s y merecen respeto. M¨¦xico debe estar abierto a todos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.