La catarsis del F¨¹hrer griego
El l¨ªder neonazi Mijaloliakos, en prisi¨®n, se inspir¨® en la violencia dictatorial de los coroneles
Podr¨¢n negar la evidencia (la esv¨¢stica apenas distorsionada de su ense?a, los saludos brazo en alto de sus huestes), pero Nikos Mijaloliakos, l¨ªder del partido Aurora Dorada (AD), y los suyos se retratan como lo que son, como aut¨¦nticos neonazis ¡ªno solo ¡°nacionalistas griegos¡±, como gustan de llamarse¡ª, en los gritos y las amenazas que profieren. ¡°Zit¨® i niki (Viva la victoria)¡±, traducci¨®n al griego del saludo hitleriano Sieg Heil, clam¨® en la madrugada del mi¨¦rcoles el l¨ªder de la formaci¨®n ultra al abandonar los juzgados de Evelpidon tras enviarle el juez a la c¨¢rcel por dirigir una organizaci¨®n criminal.
Fuera aguardaban, pese a lo intempestivo de la hora, unos pocos seguidores, entre ellos su esposa, Eleni Zarulia, nombrada representante griega ante el Consejo de Europa y due?a de un macroburdel en el centro de Atenas, el hotel New Dream, y su hija Uran¨ªa, que presume de sus contactos con la ultraderecha espa?ola y luce al cinto, orgullosa, un llavero con la efigie de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera.
Tras la decepci¨®n que hab¨ªa supuesto, la v¨ªspera, la puesta en libertad de tres de los diputados de AD detenidos, el portavoz del Gobierno, Simos Ked¨ªkoglu, pronunci¨® una frase un punto misteriosa: ¡°El proceso penal [contra AD] se halla en sus inicios¡±; casi al tiempo, el primer ministro, el conservador Andonis Samar¨¢s, afirmaba desde Washington que en Grecia la democracia funciona y ¡°la justicia hace su trabajo¡±. En efecto, pocas horas despu¨¦s, el juez dictaba prisi¨®n provisional contra Mijaloliakos ¡ªal que el sumario denomina ¡°el F¨¹hrer¡± de la organizaci¨®n pol¨ªtico-criminal¡ª por su relaci¨®n con las llamadas intercambiadas entre el asesino confeso del rapero Pavlos Fisas, alias Killah P, y altos cargos de AD poco despu¨¦s de la muerte del m¨²sico, el pasado 18 de septiembre en la periferia de Atenas. La mara?a de comunicaciones entre el criminal y dirigentes del partido se desvela con detalle en el sumario.
En su declaraci¨®n, Mijaloliakos subray¨® que el juicio contra la c¨²pula de AD es pol¨ªtico y rechaz¨® toda forma de violencia. ¡°Lamento mucho el asesinato de Fisas. Lo condeno como condeno la violencia en general. No soy nazi. (...) No s¨¦ si miembros de AD han tenido un comportamiento ilegal. AD desarrollaba solo una acci¨®n parlamentaria¡±, se defendi¨®.
Independientemente de las sombras que se ciernen sobre un partido con representaci¨®n parlamentaria (18 diputados) cuyo l¨ªder ingresa en prisi¨®n como cabecilla de una banda criminal, es la propia figura de Mijaloliakos la que suscita interrogantes y avienta no pocos temores.
Mijaloliakos fue encarcelado en 1976 por apalear a periodistas durante el entierro de un miembro de la junta
Exmilitar de 55 a?os, matem¨¢tico de formaci¨®n e implacable a la hora de escalar pelda?os y quitarse del medio a sus rivales, seg¨²n testigos consultados por este diario ¡ª¡°es incapaz de compartir el poder¡±, apuntaba uno de ellos¡ª, el l¨ªder de AD mam¨® el fascismo en prisi¨®n, donde fue prohijado pol¨ªticamente por un representante de la dictadura de los coroneles (1967-74), Yorgos Papad¨®pulos. Mijaloliakos hab¨ªa sido encarcelado en 1976 por propinar una paliza a un grupo de periodistas durante el entierro de un miembro de la junta militar; en la brutal agresi¨®n fue secundado por su lugarteniente en AD, Jristos Pap¨¢s, que prest¨® declaraci¨®n ante el juez ayer. La impronta violenta de la banda, a la que se atribuyen agresiones a inmigrantes y adversarios pol¨ªticos, no es por tanto nada nuevo.
Antes de fundar Aurora Dorada ¡ªprimero como una revista de exaltaci¨®n patri¨®tica y tono nacionalsocialista en 1980; siete a?os despu¨¦s como organizaci¨®n pol¨ªtica¡ª Mijaloliakos anduvo dando tumbos durante un tiempo por el viscoso escenario de la extrema derecha griega, en unos a?os de semiclandestinidad forzada por la ca¨ªda del impopular directorio castrense; como los gatos, el F¨¹hrer siempre cay¨® de pie.
Residuos nost¨¢lgicos de la monarqu¨ªa, fascistas de toda laya y antisemitas confesos acabaron acerc¨¢ndose como las polillas a la luz de su f¨¦rrea determinaci¨®n y entretejiendo el bastidor desde el que Mijaloliakos impuls¨® su carrera pol¨ªtica. Atr¨¢s quedaban los principios antisistema de AD (¡°la pol¨ªtica es un asunto muy sucio y nosotros demasiado puros para vernos envueltos en ella¡±, pod¨ªa leerse en el primer n¨²mero del magazine de la organizaci¨®n), cuando en 1994, con la marejada de fondo de la guerra en la antigua Yugoslavia ¡ªen la que huestes de Mijaloliakos lucharon junto a los paramilitares serbios en Bosnia¡ª y el contencioso con Macedonia acerca de la denominaci¨®n de la exrep¨²blica yugoslava, AD se present¨® a las elecciones europeas, con un resultado ¨ªnfimo.
Luego siguieron otras convocatorias, como las municipales de 2010, en las que el F¨¹hrer fue elegido consejero (concejal) en el Ayuntamiento de Atenas (de esa ¨¦poca data su primera imagen p¨²blica saludando brazo en alto). El resto, incluidas las conexiones con sectores recalcitrantes de la polic¨ªa desde comienzos de 2000, ha sido una progresi¨®n aritm¨¦tica hasta los comicios de 2012, aunque puede que hoy aquellas palabras prof¨¦ticas escritas en 1980 sobre la impureza de la pol¨ªtica resuenen en su cabeza, al rev¨¦s, horas despu¨¦s de entrar en el juzgado como l¨ªder de un partido pol¨ªtico con representaci¨®n parlamentaria y salir de ¨¦l como presunto capo de una banda mafiosa.
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