De Israel a la yihad siria
Hay unos 10.000 islamistas extranjeros luchando contra el r¨¦gimen de El Asad Un yihadista israel¨ª ha muerto, dos han ido a juicio al volver a su pa¨ªs
Muri¨® donde quer¨ªa morir, donde el ataque qu¨ªmico que le hab¨ªa llevado a viajar a Siria. Ten¨ªa 28 a?os y, ferviente islamista, se hab¨ªa radicalizado en a?os pasados. El 21 de agosto vio en Internet im¨¢genes de un bombardeo con qu¨ªmicos en Ghuta, en las afueras de Damasco, que mostraban a personas agonizantes, entre ellas ni?os. Al d¨ªa siguiente desapareci¨® de casa, dejando atr¨¢s a su familia, que s¨®lo volvi¨® a saber de ¨¦l el 17 de septiembre, por una foto de su cad¨¢ver en Internet. Muayad Agbaria hab¨ªa fallecido en los rangos de la oposici¨®n armada de Siria, uno de tantos extranjeros que han cruzado la frontera de ese pa¨ªs para hacer la yihad. La novedad, en su caso, es que ten¨ªa un pasaporte israel¨ª.
Agbaria es el primer ¨¢rabe israel¨ª muerto en la guerra contra el gobierno de Bachar el Asad, pero no el ¨²nico en luchar. Hay, seg¨²n estimaciones occidentales, una treintena. La cifra exacta es dif¨ªcil de precisar, pues muchos se unen a las milicias simplemente como palestinos, de los que hay ya una nutrida representaci¨®n de los campos de refugiados. Las estimaciones m¨¢s conservadoras mantienen que 30.000 extranjeros luchan contra el r¨¦gimen. La mayor¨ªa, en grupos islamistas radicales que ahora se enfrentan tambi¨¦n a los opositores moderados. Ayer, el r¨¦gimen acus¨® a los opositores de haber secuestrado a un grupo de trabajadores del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja en Idlib, zona con fuerte presencia islamista. En el pasado las milicias yihadistas han apresado y asesinado a religiosos cristianos.
El camino recorrido por Agbaria es com¨²n en esos yihadistas: una vida relativamente acomodada, un renacimiento fundamentalista en su fe y la determinaci¨®n de luchar por el islam incluso en el extranjero. Hace una d¨¦cada las banderas negras de esa yihad ondearon en Irak. Hoy lo hacen en Siria. El s¨¢bado el l¨ªder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, pidi¨® la unidad de esos yihadistas para convertir a Siria en un estado isl¨¢mico. En 2006 Agbaria ya hab¨ªa huido de casa, a Jordania, desde donde intent¨® entrar infructuosamente a combatir en Irak.
Abu Muhannad, su padre, de 51 a?os, admite que su hijo admiraba a Osama Bin Laden ¡°porque renunci¨® a la riqueza para defender su religi¨®n¡±. En el sal¨®n de su casa en la villa israel¨ª de Mushirfa cuelgan una bandera de color negro, del luto y la yihad, y un cartel con fotos de su hijo en el que se lee: ¡°No consider¨¦is a quien cay¨® por dios muerto, pues vive en el para¨ªso¡±. Se confiesa ¡°orgulloso¡± de la ¡°determinaci¨®n y perseverancia¡± de su hijo, pues este ¡°cre¨ªa que la yihad es el camino correcto, y como tal se menciona en el Cor¨¢n¡±.
Seg¨²n su familia, Abgaria se uni¨® al Frente al Nusra, la rama de Al Qaeda en Siria. M¨¢s radical incluso es el Estado Isl¨¢mico en Irak y Siria, que se ha asentado en el norte del pa¨ªs, a lo largo de la frontera turca, desde donde facilita la entrada de nuevos yihadistas. En los pasados meses, estas c¨¦lulas han combatido al moderado Ej¨¦rcito Libre Sirio, mermado por numerosas defecciones. Que incluso ¨¢rabes israel¨ªes hayan podido entrar en Siria da idea de la penetraci¨®n del movimiento isl¨¢mico radical en este ¨²ltimo pa¨ªs. ¡°El problema no es s¨®lo la entrada en Siria. El contacto con radicales extranjeros implica una posible amenaza de actividad yihadista en Israel¡±, asegura Yigal Palmor, portavoz del ministerio israel¨ª de Exteriores. Un 20% de la poblaci¨®n de Israel es ¨¢rabe.
Las autoridades israel¨ªes mantienen alta la guardia ante la entrada de estos ¨¢rabes a Siria, y tambi¨¦n ante el regreso a su pa¨ªs. Dos han sido detenidos, ambos residentes en la localidad ¨¢rabe de Taibe. Hikmat Massarwa, de 29 a?os, fue arrestado en marzo, acusado de unirse a los rebeldes sirios y de aprender a manejar armas. En julio fue condenado a 30 meses de prisi¨®n, tras un acuerdo con la fiscal¨ªa.
Abed Kader Altal¨¦, de 27 a?os, fue arrestado a su llegada al aeropuerto de Tel Aviv el 14 de julio. S¨®lo estuvo dos d¨ªas en Siria, donde entr¨® por el norte. Su padre, Abu Abed, de 60 a?os, pidi¨® ayuda a las autoridades israel¨ªes y vol¨® a Turqu¨ªa, donde encontr¨® a su hijo, con quien volvi¨® a Israel. La familia mantiene que Abed es religioso, pero no yihadista, y que abandon¨® Siria tan pronto como pudo, ajeno a la lucha islamista. ¡°Quiso ayudar, no luchar. Es buena persona y buen ciudadano. Nos sorprendi¨® que hubiera decidido acudir a Siria. Pero ¨¦l mismo sali¨®, tras ver c¨®mo est¨¢ el pa¨ªs¡±, dice el padre. Su caso se dirime a¨²n en los juzgados.
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