¡°En Am¨¦rica Latina la clase media ha hecho que se encoja el espectro pol¨ªtico¡±
El antrop¨®logo y ex asesor de Alejando Toledo defiende en ¡®Our Political Nature¡¯ que nuestra predisposici¨®n biol¨®gica determina la orientaci¨®n pol¨ªtica
Desde que Arist¨®teles definiera al ser humano como un animal pol¨ªtico -en alusi¨®n a c¨®mo su desarrollo y lo que le caracteriza va unido a su relaci¨®n con la sociedad en la que vive-, los an¨¢lisis sobre nuestra naturaleza pol¨ªtica y los factores que nos llevan a decantarnos por la derecha o la izquierda no han parado de sucederse. En un momento en el que esa polarizaci¨®n ideol¨®gica parece m¨¢s extrema que nunca, el antrop¨®logo y asesor pol¨ªtico, entre otros del expresidente peruano Alejandro Toledo, Avi Tuschman, suma al debate una nueva perspectiva que vincula de manera indefectible nuestra orientaci¨®n pol¨ªtica con nuestra predisposici¨®n natural y biol¨®gica, por encima de otros factores intelectuales o econ¨®micos.
En su libro Our Political Nature, que Tuschman present¨® el pasado jueves en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo, el autor explica c¨®mo la teor¨ªa evolutiva determina en buena medida nuestra naturaleza pol¨ªtica. El autor ha invertido 10 a?os de estudios y an¨¢lisis a los que ha incorporado su experiencia como asesor pol¨ªtico de varios presidentes, adem¨¢s de un profuso n¨²mero de estudios antropol¨®gicos, neurocient¨ªficos y gen¨¦ticos.
Pregunta. Usted se muestra convencido en su libro, de que su lectura puede ayudar a mejorar el proceso democr¨¢tico. ?C¨®mo?
Respuesta. La gente con un mayor nivel educativo y quienes muestran un mayor inter¨¦s por la pol¨ªtica, se involucran mucho m¨¢s en la vida p¨²blica, en el sentido de que absorben cada vez m¨¢s y m¨¢s informaci¨®n sobre los acontecimientos pol¨ªticos, suministrada por medios de comunicaci¨®n que cada d¨ªa est¨¢n m¨¢s polarizados. Eso contribuye a abrir todav¨ªa m¨¢s el abismo que separa a la derecha de la izquierda. Este tipo de personas se vuelve cada vez m¨¢s eficiente a la hora de organizar ideolog¨ªas coherentes que se basan en sus propias predisposiciones, pero si ellos tuvieran la oportunidad de tomar su tiempo, mirar hacia el pasado y comprobar la l¨®gica evolutiva de su orientaci¨®n pol¨ªtica, abrir¨ªan un entendimiento mucho m¨¢s profundo hacia la moderaci¨®n pol¨ªtica. Con un entendimiento m¨¢s profundo se podr¨ªa lograr elevar el nivel de nuestro discurso pol¨ªtico y fortalecer nuestras instituciones democr¨¢ticas.
Con un entendimiento m¨¢s profundo de nuestra l¨®gica evolutiva de nuestra orientaci¨®n pol¨ªtica se podr¨ªa lograr elevar el nivel de nuestro discurso pol¨ªtico y fortalecer nuestras instituciones democr¨¢ticas"
P. ?C¨®mo se compagina esa reflexi¨®n que usted reclama con la vor¨¢gine informativa propia de las nuevas tecnolog¨ªas donde la informaci¨®n y las opiniones parecen quedar obsoletas en el mismo momento de haberse publicado?
R. Estamos en una ¨¦poca en la que se est¨¢n inyectando esteroides al m¨²sculo de la opini¨®n p¨²blica en el mundo. Lo hemos visto en la Primavera ?rabe y el la Revoluci¨®n Twitter en Ir¨¢n, donde fueron las redes sociales las que contribuyeron a propagar las protestas. Se est¨¢ fortaleciendo la opini¨®n p¨²blica m¨¢s que nunca y es un hecho que la democracia actual es un fen¨®meno relativamente nuevo. Pero en mi libro se concluye que las ra¨ªces de esas actitudes tienen un or¨ªgenes prehist¨®ricos. Lo importante es entender lo que subyace detr¨¢s de esa opini¨®n p¨²blica que se fortalece con Internet.
P. Si, como usted defiende, nuestra orientaci¨®n pol¨ªtica viene determinada en buena medida por la gen¨¦tica, ?para qu¨¦ sirven los partidos pol¨ªticos o los m¨ªtines en los que se trata de convencer a una persona de que vote a su favor?
R. Esa cuesti¨®n es clave. Yo no soy determinista. Estudio tras estudio, hemos comprobado que entre el 40 y el 60% de la variaci¨®n de nuestras actitudes pol¨ªticas proviene de las diferencias gen¨¦ticas entre individuos, lo que explica que el ambiente en el que uno se desarrolla tambi¨¦n tiene un gran impacto.
Lo importante es entender lo que subyace detr¨¢s de esa opini¨®n p¨²blica que se fortalece con Internet"
P. Entonces, ?no se pueden resolver los conflictos desde una perspectiva solamente biol¨®gica o evolutiva?
R. Exacto. Para encontrar soluciones pol¨ªticas hay que dialogar. Adem¨¢s de nuestra predisposici¨®n natural, entre la poblaci¨®n tambi¨¦n recorre el espectro de la coherencia ideol¨®gica. Las ¨¦lites pol¨ªticas tienen actitudes coherentes similares hacia la derecha y la izquierda, pero luego hay un amplio espectro de la ciudadan¨ªa que no tiene decidido su voto o a la que s¨®lo le preocupa el estado de la econom¨ªa y culpa o premia a la Administraci¨®n, sin importar si es conservadora o progresista. Esa estructura tambi¨¦n es importante.
P. Sus teor¨ªas se basan en las distintas percepciones de las personas hacia el tribalismo, la tolerancia ante la desigualdad y la percepci¨®n de la naturaleza humana que son las que permiten pronosticar y explicar la orientaci¨®n pol¨ªtica de los individuos. ?Hay alguno de estos factores que sea m¨¢s determinante que los dem¨¢s para explicar las preferencias a la hora de votar?
R. Es una buena pregunta para investigaciones futuras, pero yo sospecho que depende del ambiente. Durante la Guerra Fr¨ªa, la mayor preocupaci¨®n giraba en torno a la tolerancia a la desigualdad, pero ahora las ideolog¨ªas son m¨¢s fuertes, el problema del terrorismo es m¨¢s grave, est¨¢n reemergiendo los partidos extremistas en muchos pa¨ªses. Se trata de un rompecabezas que repercute en nuestra vida privada y pol¨ªtica y que tiene una ¨ªntima vinculaci¨®n con el pasado y la historia natural de nuestra especie.
P. En su libro relaciona el crecimiento econ¨®mico de Am¨¦rica Latina con el incremento de la tendencia hacia la moderaci¨®n pol¨ªtica entre sus electores. ?Los extremismos, de derechas y de izquierdas, est¨¢n abocados a desaparecer?
Entre el 40 y el 60% de la variaci¨®n de nuestras actitudes pol¨ªticas proviene de las diferencias gen¨¦ticas entre individuos, lo que explica que el ambiente en el que uno se desarrolla tambi¨¦n tiene un gran impacto"
R. Entre 2002 y 2008, el incremento del PIB per c¨¢pita en la regi¨®n se increment¨® en un 19% y en ese per¨ªodo subi¨® la proporci¨®n de moderaci¨®n pol¨ªtica en un 13%, es decir, que un 1,46% de crecimiento de PIB compr¨® un 1% de moderaci¨®n pol¨ªtica. Todav¨ªa hay diferencias entre la izquierda y la derecha, pero en pa¨ªses como Brasil, Chile o Colombia ¨¦stas son menores debido al crecimiento de la clase media que ha hecho que se encoja el espectro pol¨ªtico. Hoy hay m¨¢s estabilidad y pragmatismo.
P. Pero, precisamente, en esos pa¨ªses las protestas en contra del modelo econ¨®mico, la desigualdad social y la demanda de m¨¢s oportunidades y mayor justicia social no paran de sucederse¡
R. Como la clase media es m¨¢s grande, aunque opten por pol¨ªticas m¨¢s moderadas, sus expectativas son m¨¢s altas. Hay una especie de dolor de crecimiento. La gente pobre tiene m¨¢s fe en que una autoridad pol¨ªtica, sea de izquierdas o de derechas, vaya a actuar a favor de sus intereses. Pero la clase media pierde esa fe en que las autoridades vayan a hacer lo correcto. Conforme mejora la situaci¨®n econ¨®mica, crece el individualismo, hay mayor libertad financiera, y eso contribuye a que se cuestione el sistema no ¨²nicamente desde las instituciones.
La gente pobre tiene m¨¢s fe en que una autoridad pol¨ªtica, sea de izquierdas o de derechas, vaya a actuar a favor de sus intereses. Pero la clase media pierde esa fe en que las autoridades vayan a hacer lo correcto"
P. Dentro de esas corrientes extremistas que todav¨ªa existen en Am¨¦rica Latina se encuentra el chavismo. Usted alude al fallecido presidente venezolano Hugo Ch¨¢vez en varios cap¨ªtulos de su libro, uno de ellos centrado en las figuras de los dictadores.
R. Se trata del cap¨ªtulo titulado: La auto-decepci¨®n en las personas y en los pol¨ªticos, se trata de un cap¨ªtulo que ahonda en los dictadores de extrema izquierda y de extrema derecha y en c¨®mo traicionan sus valores ideol¨®gicos, esos valores destinados a servir al grupo y no al individuo, a favor de sus intereses personales. Ch¨¢vez se puso el ch¨¢ndal, algo ideol¨®gico, pero no ofreci¨® igualdad.
P. Sin elevarlo al grado de dictador, por supuesto, pero algo parecido se podr¨ªa decir del expresidente peruano del que usted fue asesor, Alejandro Toledo, acosado por casos de corrupci¨®n. A ¨¦l tambi¨¦n se le acusa de utilizar su cargo para su propio beneficio econ¨®mico.
Ch¨¢vez se puso el ch¨¢ndal, algo ideol¨®gico, pero no ofreci¨® igualdad"
R. [Silencio]
P. Retomado su convicci¨®n de que su libro puede ayudar a resolver conflictos pol¨ªticos. ?Qu¨¦ consejo les dar¨ªa a los miembros del Capitolio para acabar con el actual cierre de la Administraci¨®n?
R. Las personas tiene prejuicios que se generan en funci¨®n con su tolerancia a la desigualdad y esto repercute en c¨®mo cada uno percibe la redistribuci¨®n o la no redistribuci¨®n de los impuestos. Por tanto, estos desacuerdos en el Congreso no tienen tanto que ver con una cuesti¨®n eminentemente t¨¦cnica, sino con la debilidad humana de hacer de ellos una cuesti¨®n ideol¨®gica. Mis amigos economistas sostienen que lo que deber¨ªan hacer los pol¨ªticos es adoptar un sistema impositivo contrac¨ªclico, en lugar de someterlo casi exclusivamente a la corriente de la opini¨®n ciudadana.
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