La C¨¢mara aprueba pagar a los trabajadores afectados por el cierre

Cuando el cierre de la Administraci¨®n ha entrado en su quinto d¨ªa y las posiciones entre las partes est¨¢n cada vez m¨¢s enconadas, los congresistas han logrado ponerse de acuerdo en un punto: por 470 votos a favor y ninguno en contra, la C¨¢mara de Representantes ha aprobado una ley que garantizar¨¢ que los 800.000 empleados federales que se han visto obligados a dejar sus puestos de trabajo ¨Co a permanecer pero sin cobrar- recibir¨¢n su cheque.

La Casa Blanca ya adelant¨® el viernes que apoyar¨ªa la medida y se da por hecho que el Senado la aprobar¨¢ tambi¨¦n. Lo que sigue sin tener fecha es cu¨¢ndo ser¨¢ efectiva y los trabajadores podr¨¢n cobrar.

Para los funcionarios civiles del Pent¨¢gono, sin embargo, s¨ª parece que ha terminado la incertidumbre sobre su futuro. Este s¨¢bado, el Departamento de Defensa anunciaba que ha decidido reincorporar a la mayor¨ªa de los 400.000 empleados civiles que hab¨ªan permanec¨ªan en sus casas desde que comenzara el cierre de la Administraci¨®n. El Pent¨¢gono ha decidido adoptar esta medida en virtud de una interpretaci¨®n legal de la Ley de Pago a Nuestros Militares, que la Administraci¨®n Obama aprob¨® d¨ªas antes de la entrada en vigor de la par¨¢lisis para asegurar los salarios al personal militar del Departamento de Defensa.

En la norma hay una alusi¨®n bastante gen¨¦rica que exime del cese a los trabajadores civiles que apoyen de manera directa al Ej¨¦rcito y que es a la que se han aferrado los servicios jur¨ªdicos para avalar la decisi¨®n de terminar con el cese temporal obligado de la mayor parte de la plantilla civil. El titular de Defensa, Chuck Hagel, ya advirti¨® el mismo martes en el que comenz¨® el secuestro que est¨¢ estudiando la viabilidad legal de eximir a los funcionarios civiles del Pent¨¢gono de la suspensi¨®n. Aunque no se ha especificado cu¨¢ntos vayan a reincorporarse, la decisi¨®n aliviar¨¢, sin duda, la par¨¢lisis administrativa en EE UU.

Pongan fin a esta farsa y terminen la paralizaci¨®n¡± del Gobierno, votando una asignaci¨®n de fondos sin condiciones, ha reclamado el presidente Barack Obama a trav¨¦s de su habitual discurso radiof¨®nico de los s¨¢bados

La paralizaci¨®n de la Administraci¨®n desde el pasado1 de octubre es la consecuencia de la negativa de la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes a aprobar fondos para el Gobierno federal a menos que se despoje de fondos la reforma sanitaria promulgada por el presidente Barack Obama en 2010, aprobada por ambas C¨¢maras del Congreso y declarada constitucional por el Tribunal Supremo y que acaba de entrar en su fase decisiva.

¡°Lo que est¨¢ pasando no es culpa de ellos [de los empleados] y por tanto no deber¨ªan de sufrir las consecuencias¡±, ha declarado el representante por Maryland Elijah Cummings. ¡°Esta ley es lo menos que podemos hacer. Nuestros esforzados funcionarios no deber¨ªan de convertirse en da?o colateral de los juegos pol¨ªticos y guerras ideol¨®gicas desatadas por los republicanos¡±.

Por su parte, Michael Turner, representante republicano por Ohio, insisti¨® en la misma idea y a?adi¨® que los funcionarios no tendr¨ªan que estar preocupados por si van a poder pagar sus facturas mientras el Congreso y la Casa Blanca siguen pele¨¢ndose

¡°Pongan fin a esta farsa y terminen la paralizaci¨®n¡± del Gobierno, votando una asignaci¨®n de fondos sin condiciones, ha reclamado el presidente Barack Obama a trav¨¦s de su habitual discurso radiof¨®nico de los s¨¢bados. ¡°El Senado ya lo ha hecho y hay en la C¨¢mara de Representantes suficientes votos republicanos para hacer lo mismo", ha a?adido Obama.

Nunca antes se vivi¨® una brecha tan grande como ahora entre la Casa Blanca y los dem¨®cratas con el Partido Republicano, secuestrado por una peque?a facci¨®n que tiene como bandera acabar con el sistema sanitario de Obama a cualquier precio. En medio, el republicano John Boehner, presidente de la C¨¢mara, no es capaz de dar un golpe de tim¨®n y enfrentarse a esos miembros del extremista Tea Party para no despertar, a¨²n m¨¢s, su ira.

El Congreso de EEUU no ha aprobado un presupuesto completo desde que Obama lleg¨® a la Casa Blanca en 2009 y el Gobierno Federal ha seguido funcionando con leyes de asignaci¨®n parciales, un mecanismo que se ha aplicado m¨¢s de un centenar de veces desde el ¨²ltimo cierre del Gobierno en 1996.

Pero en esta ocasi¨®n, la facci¨®n republicana m¨¢s radical no parece dispuesta a aprobar un presupuesto temporal, ni tampoco a incrementar el l¨ªmite de endeudamiento p¨²blico -que se alcanzar¨¢ en unos diez d¨ªas-, a menos que la Casa Blanca y los dem¨®cratas accedan a modificar, suspender o retrasar elementos esenciales de la conocida como Obamacare.

Respecto al techo de la deuda, al que se llegar¨¢ en menos de dos semanas seg¨²n el Departamento del Teroro, Obama ha declarado en su mensaje radiof¨®nico que espera que no haya que llegar a eso ya que hay indicios de que Boehner est¨¢ dispuesto a asegurar que el pa¨ªs no entre en suspensi¨®n de pagos.

"El pueblo de Estados Unidos no quiere que su gobierno deje de operar, y yo tampoco", dijo Boehner el pasado viernes. "Todo lo que pedimos es que nos sentemos y tengamos una discusi¨®n justa que permita reabrir el gobierno. Es tan simple como eso. Pero todo tiene que comenzar con una simple discusi¨®n".

Pero Obama ha repetido una infinidad de veces que la reforma sanitaria es inviolable y que no negociar¨¢ una medida de financiaci¨®n temporal de gastos o el l¨ªmite de la deuda, alegando que el Congreso debe enviarle leyes libres de exigencias republicanas, aprobar un presupuesto y pagar las facturas, como ordena la Constituci¨®n.