El doble golpe antiterrorista de EE UU muestra que Libia se asemeja a Somalia

Si Abu Anas al Libi, de 49 a?os, se paseaba a sus anchas desde hace m¨¢s de un a?o por Tr¨ªpoli es porque sab¨ªa que las nuevas autoridades libias no le iban a echar el guante. El terrorista de Al Qaeda fue capturado el s¨¢bado las fuerzas especiales de EE UU y el Gobierno libio pidi¨® explicaciones sobre esa operaci¨®n militar en su capital. En realidad el Pent¨¢gono ¡°le ha sacado una espina del pie a los responsables libios¡±, afirma el catedr¨¢tico Mathieu Guid¨¨re autor del libro Al Qaeda a la conquista del Magreb (Par¨ªs, 2007).

La simultaneidad de las incursiones norteamericanas ha puesto en evidencia la similitud entre Somalia, un Estado fallido a 5.380 kil¨®metros de las costas de Espa?a, y Libia, un pa¨ªs que lleva el mismo camino, pero solo a 1.390 kil¨®metros.

¡°En ambos casos los que imponen su ley son jefes tribales y se?ores de la guerra, pero Libia no es a¨²n un Estado fracasado a diferencia de Somalia¡± que s¨ª lo es desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas a?ade Guid¨¨re.

El Gobierno federal somal¨ª de Abdi Farah Shirdon apenas controla unos barrios de Mogadiscio, la capital. La milicia Al Shabab, que asalt¨® el mes pasado un centro comercial de Nairobi, ha perdido terreno, pero a¨²n manda sobre amplias porciones en el sur del pa¨ªs.

Por si hab¨ªa duda del rumbo que lleva Libia desde la ca¨ªda del r¨¦gimen de Muamar el Gadafi, en el verano de 2011, basta con recordar que el carguero atiborrado con m¨¢s de 500 inmigrantes que ardi¨® el jueves frente a la isla italiana de Lampedusa parti¨® de la ciudad libia de Misrata, que ronda los 300.000 habitantes.

La v¨ªspera, el 3 de octubre, Rusia anunci¨® la evacuaci¨®n de sus diplom¨¢ticos en Libia despu¨¦s de que una muchedumbre enfurecida hubiese intentado asaltar su Embajada. Tr¨ªpoli ¡°no est¨¢ en condiciones por ahora de garantizar la protecci¨®n y seguridad de la Embajada¡±, rezaba el comunicado de Mosc¨².

En Tr¨ªpoli y alrededores las milicias reconocen la autoridad del Gobierno de Ali Zeidan. Pero en Cirinaica, la otra gran regi¨®n costera, hay un fuerte descontento y el secesionismo est¨¢ en auge. Es all¨ª donde se extrae el grueso del petr¨®leo, pero ¡°su poblaci¨®n no percibe que reciba la contrapartida presupuestaria¡±, afirma el polit¨®logo Abdelkader Kadora, de Bengasi.

Las protestas y el descontrol han provocado desde agosto una ca¨ªda de las exportaciones de petr¨®leo que con apenas 700.000 barriles diarios suponen menos de la mitad que en los tiempos de Gadafi. Peor a¨²n, la inseguridad incita a grandes compa?¨ªas petroleras no europeas a retirarse o reducir su presencia en Libia.

Si Cirinaica sue?a con el separatismo, la extensa regi¨®n meridional del Fezzan ¡ª550.000 kil¨®metros cuadrados, pero solo medio mill¨®n de habitantes¡ª se ha convertido en una especie de salvaje Oeste en versi¨®n libia.

En ese inmenso sur el Gobierno central no ejerce autoridad alguna. Mandan los traficantes y las milicias tribales, islamistas, etc¨¦tera, a las que a principios de a?o se han a?adido cientos de terroristas de Al Qaeda expulsados del norte de Mal¨ª por el Ej¨¦rcito franc¨¦s y su aliado chadiano.

¡°El centro de gravedad del terrorismo en el Sahel se desplaza hacia Libia¡±, advert¨ªa en julio un exhaustivo informe elaborado por cinco senadores franceses que recorrieron la regi¨®n y fueron asesorados por expertos.

¡°Esa incapacidad del Estado [libio] para controlar las fronteras saharianas explica la aparici¨®n de un agujero negro en materia de seguridad en el Fezzan, especialmente en el tri¨¢ngulo formado por Oubari, Sabha y Mourzouk¡±, prosigue el documento.

Libia posee 4.500 kil¨®metros de fronteras terrestres con sus seis vecinos que son ahora a¨²n m¨¢s porosas que en tiempos de Gadafi. La Uni¨®n Europea desarrolla un programa para ayudarle a vigilarlas, pero es insuficiente para hacer frente al reto.

¡°El caos en el ¨¢mbito de la seguridad ha convertido a Libia en un refugio ideal para los terroristas¡±, prosegu¨ªa en informe, y no solo en el Fezzan sino en el mismo Tr¨ªpoli, donde viv¨ªa Al Libi desde hace m¨¢s de un a?o. ¡°La cuesti¨®n de la implantaci¨®n de Al Qaeda en Libia es, en el fondo, una mera cuesti¨®n de tiempo¡±.