?A qu¨¦ le temen los banqueros?

Esta es la ¨¦poca del a?o en la cual las aves que viven en el norte migran al sur y los banqueros de todas partes vuelan a Washington. Son los d¨ªas de la reuni¨®n anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). Ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales de un sinn¨²mero de pa¨ªses se instalan en Washington para hablar con sus colegas, con los directivos del FMI y del BM y con los banqueros del sector privado.

Para quienes creen que lo que pasa en el mundo se debe a las conspiraciones y maniobras de los ricos y poderosos, este encuentro es una fuente inagotable de especulaciones. Los banqueros que causaron la crisis econ¨®mica mundial y que, en vez de pagar las consecuencias, se enriquecieron a¨²n m¨¢s, se re¨²nen para celebrar sus logros, acordar nuevas estrategias para seguir incrementando sus fortunas y cooptar a los ministros, que en vez de servir al p¨²blico les sirven a ellos. Esta es la percepci¨®n de muchos. Y como todas las teor¨ªas conspirativas, se basa tanto en fantas¨ªas y exageraciones como en realidades incuestionables. No hay duda, por ejemplo, de que los banqueros gozan de desproporcionada influencia, que sus conductas contribuyeron a la cat¨¢strofe econ¨®mica y que, en general, sus errores no les han costado tanto como al resto de la sociedad, que sigue sufriendo los efectos de sus desmanes.

Todo esto es cierto. Pero tambi¨¦n es cierto que no todos los banqueros salieron ilesos de la crisis, que los Gobiernos y la sociedad han impuesto nuevas restricciones a los bancos y que en el sector financiero hay una feroz competencia. A JPMorgan, por ejemplo, le van a costar cerca de 11.000 millones de d¨®lares las gigantescas multas que le ha impuesto el Gobierno estadounidense. M¨¢s a¨²n, los bancos se enfrentan a un ambiente mundial lleno de riesgos, donde un error de c¨¢lculo acarrea inmensas p¨¦rdidas. Solo un ejemplo: seg¨²n el FMI, si las tasas de inter¨¦s a largo plazo subieran tan solo un 1%, los tenedores de bonos sufrir¨ªan p¨¦rdidas de 2,3 billones de d¨®lares.

De hecho, una de las motivaciones del peregrinaje anual de los banqueros a Washington es obtener informaci¨®n que les ayude a calibrar los riesgos que afrontan. Este a?o, los temas que preocupan a los banqueros son muy diferentes a los que dominaron las citas precedentes. Antes, el mayor temor era la posible implosi¨®n econ¨®mica de Europa; ahora es la disfuncionalidad pol¨ªtica de Estados Unidos. Seguramente, se va a evitar el caos financiero mundial que se generar¨ªa si el Congreso de EEUU no aprueba el aumento de la deuda del Gobierno. Pero el miedo a que la econom¨ªa m¨¢s importante e interconectada del mundo sufra peri¨®dicos accidentes en su gobernanza que le impidan funcionar normalmente ha quedado marcado en las mentes de los banqueros. Otro motivo de inquietud en a?os anteriores era la falta de crecimiento econ¨®mico en las econom¨ªas desarrolladas. Ahora lo es la inminente desaceleraci¨®n de los pa¨ªses emergentes. Del a?o 2000 a hoy, estos pa¨ªses (China, India, Brasil, Indonesia, Turqu¨ªa, etc¨¦tera) crecieron en promedio al 6% anual, mientras que EEUU lo hac¨ªa al 2%. Ahora la econom¨ªa del 80% de los pa¨ªses emergentes est¨¢ creciendo m¨¢s lentamente. Les vienen a?os de vacas flacas.

Esta desaceleraci¨®n inevitablemente tendr¨¢ consecuencias sociales y pol¨ªticas. Es posible que arrecien las protestas callejeras que han sorprendido a Gobiernos y pol¨ªticos de diversos pa¨ªses, y que tambi¨¦n se extiendan a otras naciones que todav¨ªa no las han padecido. Esto preocupa a los banqueros. Las revueltas, sus causas, sus secuelas y las respuestas que deben dar los Gobiernos en t¨¦rminos de mejoras econ¨®micas y reformas pol¨ªticas aparecen en casi todas las conversaciones, lo cual es otra novedad.

Finalmente, una cuesti¨®n que surge cada vez con m¨¢s frecuencia es la desigualdad. En los c¨ªrculos financieros hay m¨¢s conciencia de que la inequidad econ¨®mica, la exclusi¨®n social y otros tipos de injusticia ya no pueden ser tolerados o encubiertos como en el pasado. Los banqueros no tienen soluciones para esto. Pero es muy llamativo que en las reuniones donde la principal preocupaci¨®n es c¨®mo hacer m¨¢s dinero, ahora aparezca de manera recurrente la preocupaci¨®n de c¨®mo hacer para que la inequidad no se convierta en una fuente de inestabilidad.

No importa si esta preocupaci¨®n se debe a que hay m¨¢s conciencia social entre los banqueros o a su miedo a que los estallidos sociales perjudiquen sus negocios. Lo interesante es que un tema que antes no formaba parte de estas conversaciones ahora es omnipresente.

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