La mesa m¨¢s chica y poderosa de Argentina
Cristina Fern¨¢ndez se apoya en su hijo y en el secretario legal para gobernar el pa¨ªs durante su estancia en el hospital
El s¨¢bado 5 de octubre en que la presidenta de Argentina permaneci¨® durante nueve horas en el hospital de la Fundaci¨®n Favaloro, la televisi¨®n p¨²blica emiti¨® una entrevista pregrabada con Cristina Fern¨¢ndez. El periodista de noticias del coraz¨®n Jorge Rial le preguntaba si por fin hab¨ªa recuperado la confianza en Daniel Scioli, el gobernador de su mismo partido por la provincia de Buenos Aires y aspirante confeso a sustituirla en la Casa Rosada en 2015.
¡ª Nunca la perd¨ª¡ª contest¨®. Pero enseguida repuso:
¡ª ?Vos viste el programa anterior m¨ªo? ?Sali¨® la parte esa donde digo que como mujer soy desconfiada? Bueno¡ Yo desconf¨ªo de todo el mundo, as¨ª que¡
¡ª ?Ah, s¨ª?
¡ª S¨ª¡ salvo de mi hijo, mi hija¡ Todo el mundo desconf¨ªa de todo el mundo, Jorge.
Puede que, con esa respuesta, solo quisiera dar a entender que no perdi¨® nunca la confianza en Daniel Scioli pero tampoco llego a fiarse jam¨¢s de ¨¦l. O quiz¨¢s sea cierto que solo conf¨ªa en sus hijos M¨¢ximo, de 36 a?os y Florencia, de 23. Pero seguro que hay gente sobre la que Cristina Fern¨¢ndez no desconf¨ªa tanto como en el resto del mundo. Entre sus amigos se podr¨ªa nombrar, por ejemplo, a Sergio Urribarri, gobernador de la provincia de Entre R¨ªos. Fue Urribarri el que, cuando la expropiaci¨®n de YPF a Repsol parec¨ªa un rumor improbable, le present¨® a Miguel Galuccio, el ingeniero de Entre R¨ªos al que nombrar¨ªa Fern¨¢ndez presidente de YPF. Y es Urribarri de quien se habla como posible candidato kirchnerista para 2015.
Hay otros pol¨ªticos, como el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, o el vicesecretario de Econom¨ªa, Axel Kicillof, a quienes Fern¨¢ndez ha respaldado en sus iniciativas pol¨ªticas. Pero ninguno de ellos, supuestamente, pertenece a lo que en Argentina se conoce como la mesa chica, el n¨²cleo estrecho de colaboradores con quien Fern¨¢ndez puede consultar la mayor¨ªa de las decisiones. Dado que Fern¨¢ndez no convoca consejos de ministros y que suele despachar a solas con sus altos cargos, la cuesti¨®n ha tomado especial importancia a ra¨ªz de su convalecencia.
Fern¨¢ndez no convoca consejos de ministros y suele despachar a solas con sus altos cargos
El s¨¢bado 5 de octubre los m¨¦dicos le aconsejaron 30 d¨ªas de reposo. El lunes al mediod¨ªa, el ¡°vicepresidente a cargo del Ejecutivo¡± ¡ª¨¦se es el t¨ªtulo que le otorga el Bolet¨ªn Oficial del Estado¡ª, Amado Boudou, aclaraba en conferencia de prensa que la presidenta se iba a tomar un descanso y que se lo ten¨ªa bien merecido. Pero, casi a la misma hora, Fern¨¢ndez interrump¨ªa el descanso para volver al hospital y operarse al d¨ªa siguiente. Boudou no parec¨ªa ser un asiduo de la mesa chica. El mi¨¦rcoles, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, aseguraba que la presidenta ordenaba y Boudou obedec¨ªa. De esa frase cabr¨ªa deducir que el descanso de Fern¨¢ndez, debe ser m¨¢s bien relativo. Ah¨ª es donde entra en juego la mesa chica. Y ah¨ª es donde comienza el terreno de los silencios, las sombras y todo lo que no puede confirmarse.
M¨¢ximo Kirchner, aparentemente, es el jefe de La C¨¢mpora, la organizaci¨®n peronista que fomenta la participaci¨®n de los j¨®venes en la pol¨ªtica y en la gesti¨®n de los principales organismos p¨²blicos del pa¨ªs. Pero en la p¨¢gina oficial de La C¨¢mpora no aparece ning¨²n organigrama. M¨¢ximo Kirchner no ha pronunciado nunca un mitin, no se ha presentado en p¨²blico jam¨¢s como jefe de nada ni ha actuado abiertamente como dirigente pol¨ªtico. La inmensa mayor¨ªa de los 40 millones de argentinos no hab¨ªa o¨ªdo nunca el timbre de su voz hasta que habl¨® apenas cuatro minutos en un documental sobre su padre difundido el a?o pasado: ¡°Jug¨¢bamos a los soldaditos y¡ pasaba y por ah¨ª te romp¨ªa todo ¡ªM¨¢ximo re¨ªa record¨¢ndolo¡ª Eso hac¨ªa N¨¦stor. Por ah¨ª estabas as¨ª jugando y esto y lo otro y pasaba y te dec¨ªa¡ Eh¡ ?Papa!¡Y te romp¨ªa todo. Y otra vez a arreglar todo. Y se divert¨ªa. Nosotros nos enoj¨¢bamos. Pero lo volv¨ªamos a armar. Creo que por ah¨ª estaba ense?ando algo en ese sentido¡±.
La influencia de M¨¢ximo Kirchner en los asuntos de Estados era un secreto a voces. Pero nunca un cargo del oficialismo opin¨® sobre su cometido. Hasta que esta semana la diputada kirchnerista Diana Conti declar¨®: "M¨¢ximo Kirchner siempre opin¨® y con sentido muy com¨²n. (¡) M¨¢ximo siempre estuvo muy compenetrado con los asuntos que manejaba su padre y maneja ahora su madre; seguramente es el nexo de transmisi¨®n porque es el hijo".
La influencia de M¨¢ximo Kirchner en los asuntos de Estados era un secreto a voces hasta esta semana
El otro componente clave de la supuesta mesa chica ser¨ªa el Secretario Legal y T¨¦cnico, Carlos, El Chino, Zannini. Es abogado y casi tan al¨¦rgico a los medios de comunicaci¨®n como M¨¢ximo Kirchner. Tiene 59 a?os, era mao¨ªsta y no se ha separado un paso del matrimonio Kirchner desde que lleg¨® a R¨ªo Gallegos huyendo de la dictadura en los a?os ochenta. Sus rivales pol¨ªticos de Santa Cruz aseguran que es el hombre que dise?¨® la arquitectura jur¨ªdica necesaria para reformara la constituci¨®n de Santa Cruz y Kirchner pudiese gobernar durante tres mandatos consecutivos. Ese dise?o, seg¨²n sus cr¨ªticos, pasaba por controlar el poder judicial. En 1999 fue nombrado por Kirchner presidente del Tribunal Superior de Justicia de Santa Cruz. Desde que accedi¨® a su cargo actual, en 2003, ha visto bajar y subir, llegar y marcharse, a muchos cargos dentro del Gobierno. Pero ¨¦l siempre se mantuvo a la sombra del poder. Sigue siendo el hombre que cada tarde tiende a la presidenta los papeles que debe firmar.
Hay quienes sostienen que tambi¨¦n forma parte de esa mesa chica el jefe del Servicio de Inteligencia, H¨¦ctor Icazuriaga, otro funcionario que ven¨ªa trabajando junto a N¨¦stor Kirchner en R¨ªo Gallegos. Pero en ese mismo municipio patag¨®nico donde todo el mundo conoce a todo el mundo, un dirigente peronista, antiguo aliados del kirchnerismo, niega la mera existencia de la mesa chica: ¡°Cuando N¨¦stor viv¨ªa el matrimonio debat¨ªa los asuntos de la naci¨®n. Se consultaban, ¨¦sa era la mesa. Pero desde 2010 es solo ella quien decide. Nadie se atreve a contradecirla¡±.
De momento, la presidenta contin¨²a en el hospital ¡°de buen ¨¢nimo¡± y ha empezado a caminar. La mesa chica, si existe, prefiere seguir en la sombra.
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