El presidente Rohan¨ª resucita el di¨¢logo nuclear con las potencias
Occidente reconoce avances en la posici¨®n iran¨ª Las partes negocian una nueva hoja de ruta presentada por Teher¨¢n
El ascenso a la presidencia iran¨ª de Hasan Rohan¨ª ha resucitado el di¨¢logo nuclear entre Teher¨¢n y las grandes potencias. Tras a?os de absoluta par¨¢lisis, la primera ronda negociadora celebrada con la nueva delegaci¨®n iran¨ª no desemboc¨® en acuerdos pero s¨ª marc¨® un claro punto de inflexi¨®n. Las partes pactaron no divulgar el contenido de la nueva hoja de ruta presentada por Teher¨¢n y debatida aqu¨ª en Ginebra, pero fuentes occidentales involucradas en la negociaci¨®n se?alaron que el ¡°di¨¢logo fue de una calidad jam¨¢s vista¡±, que ¡°se habl¨® de todo¡± y se ¡°estableci¨® un m¨¦todo negociador eficaz¡±. ¡°Est¨¢ por ver si el cambio de actitud producir¨¢ avances concretos, pero parece el inicio de una verdadera negociaci¨®n y me inclino a pensar que se recoger¨¢n frutos en la pr¨®xima ronda¡±, dijo la fuente.
¡°Hemos obtenido de Ir¨¢n m¨¢s que nunca, pero necesitamos todav¨ªa m¨¢s¡±, resumi¨® un diplom¨¢tico estadounidense consultado en Ginebra por la agencia Reuters. Desde Washington, la Casa Blanca salud¨® un nivel de ¡°seriedad y concreci¨®n¡± que no hab¨ªa visto antes en la postura iran¨ª. Entre los s¨ªntomas de que por fin algo se mueve destacan la cita para una nueva ronda negociadora en tan solo tres semanas, precedida de encuentros t¨¦cnicos, y la emisi¨®n, por primera vez, de un comunicado conjunto.
La hoja de ruta que discuten las partes pretende establecer un calendario de medidas por las que Occidente tendr¨ªa mayores garant¨ªas de que Ir¨¢n no pueda desarrollar una vertiente militar de su programa nuclear, mientras Teher¨¢n obtendr¨ªa un progresivo levantamiento de las sanciones que asfixian su econom¨ªa. El esquema que se maneja contempla una primera fase de adopci¨®n de medidas de confianza mutua, y una segunda con implementaci¨®n de medidas de calado seg¨²n un patr¨®n de actuaci¨®n simult¨¢nea.
El secretismo que rodea la negociaci¨®n, requerido por la delegaci¨®n iran¨ª, responde en parte a la exigencia del presidente Rohan¨ª de manejar oportunamente la comunicaci¨®n del proceso ¡ªy las eventuales concesiones¡ª ante la opini¨®n p¨²blica nacional. Independientemente de cu¨¢l sea el grado real de disposici¨®n a ceder de Rohan¨ª y del l¨ªder supremo, Ali Jamene¨ª, los sectores conservadores del r¨¦gimen podr¨ªan utilizar la munici¨®n de la negociaci¨®n para disparar sobre el nuevo l¨ªder y su presunta debilidad ante Occidente.
Significativamente, los negociadores iran¨ªes han transmitido a lo largo de los dos d¨ªas de di¨¢logo en Ginebra se?ales contradictorias en declaraciones a los reporteros de su pa¨ªs. A veces marcaban l¨ªneas rojas, para a continuaci¨®n sugerir veladamente la posibilidad de concesiones sobre las mismas. Es el caso de la posibilidad de inspecciones m¨¢s intrusivas por parte del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica y de la limitaci¨®n de la actividad de enriquecimiento de uranio. En ning¨²n caso esas declaraciones entraron en el detalle de hasta d¨®nde y en qu¨¦ condiciones se asumir¨ªan esas concesiones.
Todo el proceso est¨¢ sometido a enormes presiones estrat¨¦gicas. Israel empuja para que las potencias (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) se mantengan firmes ante lo que considera un mero espejismo de negociaci¨®n. En la misma l¨ªnea, parad¨®jicamente, aunque de manera menos evidente, presionan Arabia Saud¨ª, los pa¨ªses del golfo P¨¦rsico, y en general buena parte del mundo sun¨ª. La Casa Blanca, adem¨¢s, debe lidiar con un Congreso estadounidense muy reticente a aliviar la presi¨®n y que tiene la ¨²ltima palabra en la materia. Pero es evidente el anhelo de la Administraci¨®n de Obama de apuntarse el hist¨®rico tanto diplom¨¢tico de un eficaz deshielo con Ir¨¢n, algo quiz¨¢ parangonable casi al giro de Nixon con China.
Al t¨¦rmino de la ronda y de forma algo sorpresiva, Rusia manifest¨® un punto de vista m¨¢s esc¨¦ptico que las delegaciones occidentales.
Entre las peticiones occidentales destacan la exigencia de que Teher¨¢n deje de enriquecer uranio al 20% ¡ªun nivel relativamente cercano al grado militar¡ª, permita mayores inspecciones y mantenga sus stocks en cantidades bajas.
Ir¨¢n reclama que se reconozca su derecho al programa at¨®mico y se relajen las sanciones que le estrangulan. La exportaci¨®n de crudo ha ca¨ªdo en dos a?os de 2,5 millones de barriles diarios a menos de un mill¨®n. La inflaci¨®n supera el 40% seg¨²n datos oficiales, y el paro supera el 20%, seg¨²n estimaciones independientes. El temor a estallidos sociales sin duda agrieta la firmeza del r¨¦gimen en la cuesti¨®n nuclear. Queda por ver cu¨¢nto est¨¢ dispuesto a ceder.
Una carrera at¨®mica que avanza firme
Mientras las sanciones se iban acumulando progresivamente sobre sus hombros ¡ªy mientras manten¨ªa unas negociaciones internacionales totalmente infructuosas¡ª Ir¨¢n ha desarrollado sin pausa y con cada vez mayor vigor su programa nuclear, con un aceler¨®n en los ¨²ltimos dos a?os que cambia el panorama estrat¨¦gico porque reduce su distancia hasta las armas at¨®micas si se propusiera disponer de ellas.
Cuando en 2006 el Consejo de Seguridad de la ONU impuso a Teher¨¢n las primeras sanciones por su ambiguo programa nuclear, Ir¨¢n dispon¨ªa de un par de centenares de centrifugadoras para enriquecer uranio. Ahora, cuenta con casi 20.000, m¨¢s de la mitad de las cuales fue instalada en los ¨²ltimos dos a?os. Entre ellas figuran un millar de nueva generaci¨®n con una capacidad productiva muy superior a las anteriores, que permitir¨ªan, si Ir¨¢n lo quisiera, elevar el uranio enriquecido del nivel civil al militar en plazos muy inferiores.
Varios respetados expertos del sector calculan que, con ese despliegue, podr¨ªa lograr material suficiente para una bomba en cuesti¨®n de semanas. Otra cosa es que Ir¨¢n tenga tambi¨¦n la capacidad para dise?ar una cabeza nuclear que pueda ser llevada eficazmente por sus misiles. En este terreno, todo son especulaciones, aunque un informe de 2011 del Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica apunt¨® que la agencia dispon¨ªa de pruebas de que Ir¨¢n hab¨ªa desarrollado en los a?os anteriores ¡°investigaciones relevantes para el desarrollo de una cabeza nuclear¡±. Ir¨¢n niega que su programa at¨®mico tenga fines militares.
Teher¨¢n tambi¨¦n ha avanzado en el desarrollo de un reactor nuclear de agua pesada, que tiene la capacidad de generar el plutonio necesario para armar una cabeza nuclear. De esa manera, Ir¨¢n dispondr¨ªa de las dos v¨ªas posibles para armar una bomba: la del uranio y la del plutonio.
Fuentes europeas cercanas a la negociaci¨®n nuclear se?alan que la puesta en marcha del reactor de agua pesada es una l¨ªnea roja muy importante para las potencias occidentales.
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