La derrota de John Boehner
El presidente de la C¨¢mara de Representantes de EE UU simboliza el fracaso de la estrategia republicana
Arrastrando su profundo acento sure?o, el senador republicano de Carolina del Sur Lindsey Graham reconoc¨ªa estos d¨ªas haber participado en varios intentos por echar del poder al expresidente de la C¨¢mara de Representantes Newt Gingrich, quien dimiti¨® en 1998 tras ser culpado del anterior cierre de la Administraci¨®n y de la dolorosa p¨¦rdida de esca?os republicanos en la C¨¢mara. ¡°Me gustar¨ªa esta vez participar en mantener al presidente en su puesto porque, francamente, creo que se lo merece¡±, finaliz¨® Graham en referencia a John Boehner, presidente de la C¨¢mara de Representantes del Congreso de EE UU.
John Boehner, la segunda persona en la l¨ªnea de sucesi¨®n de Barack Obama despu¨¦s del vicepresidente Joe Biden ¡ªlo que en teor¨ªa le convierte en el tercer hombre con m¨¢s poder del pa¨ªs¡ª ha sido la figura clave sobre la que han estado todos los ojos desde que comenz¨® la crisis hace ya tres semanas. En teor¨ªa, en su mano estaba acabar con la incertidumbre y el caos pol¨ªtico que se han adue?ado del pa¨ªs y permitir la extensi¨®n del presupuesto y aumentar el techo de la deuda.
Por qu¨¦ no lo hizo puede responderse con varias teor¨ªas, desde la m¨¢s com¨²n ¡ªque las filas del Tea Party ten¨ªan secuestrada su voluntad¡ª hasta la m¨¢s pueril, que toda la negociaci¨®n se le ha ido de las manos y ha sucumbido al pulso de la Casa Blanca, que desde el principio anunci¨® que no dar¨ªa ni un solo paso atr¨¢s en la reforma sanitaria, barco insignia ¡ªy posiblemente ¨²nico logro¡ª de la era Obama.
La escenificaci¨®n de la derrota de Boehner lleg¨® cuando este hombre de humildes or¨ªgenes de Reading (Ohio) tuvo que morderse el labio y presentar a votaci¨®n en la C¨¢mara el acuerdo alcanzado en el Senado para evitar la suspensi¨®n de pagos y permitir que el dinero abriera la Administraci¨®n cerrada desde el pasado d¨ªa 1. Con 63 a?os ¡ªa un mes de cumplir 64¡ª, Boehner, alcanz¨® el punto m¨¢ximo de su bochornosa ca¨ªda el pasado martes cuando no fue capaz de que los miembros de su partido aprobasen un plan para sortear la bancarrota y poner fin al famoso shutdown.
El manejo por parte de Boehner del pen¨²ltimo cap¨ªtulo de la crisis ha sido calificado de ¡°desastre¡± y ¡°humillante fracaso¡±. Tanto fue as¨ª, que el conservador Wall Street Journal editorializaba destrozando la estrategia ¡ªsi es que la hab¨ªa¡ª del Partido Republicano diciendo que m¨¢s hubiera valido que ¡°este hubiera entregado el mazo de mando al l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata del Senado, Harry Reid¡±.
Los analistas lo definieron como ¡°un negociador cl¨¢sico¡± cuando asumi¨® el cargo en 2011 ¡ªtras hacerse los republicanos con la C¨¢mara en las legislativas de 2010¡ª, de esos que desde el Capitolio alimenta sus lazos con las grandes corporaciones y los hombres de negocios. Boehner lleva sufriendo tres a?os de batallas internas en su partido, con la reforma sanitaria como caballo de batalla de los radicales adscritos al Tea Party, con nada que perder y mucho que ganar.
No es el caso de Boehner, segundo de 12 hermanos y primer miembro de su familia en acceder a la universidad. Tras un cierre de la Administraci¨®n que ha durado 16 d¨ªas y ha sido provocado por los republicanos, al final del d¨ªa y de la crisis, esos republicanos ¡ªcon Boehner a su cabeza¡ª no tendr¨¢n nada que colocar en la columna del haber excepto p¨¦rdidas.
Mucho se ha especulado sobre si Boehner podr¨ªa perder su puesto debido a la actual y ¨²ltima crisis y por no haber frenado las veleidades del Tea Party, que ya vot¨® en contra del pol¨ªtico como l¨ªder del caucus cuando este inici¨® su actual mandato. Criticado tanto por dem¨®cratas como republicanos por ser en exceso acomodaticio con esa peque?a facci¨®n que responde a la ideolog¨ªa de la extrema derecha, Boehner puede que haya pensado m¨¢s en su puesto que en el pa¨ªs a la hora de tomar decisiones en este conflicto, pero lo cierto es que no hay ning¨²n caso en la historia del Congreso de un presidente de la C¨¢mara que haya sido expulsado en medio de la legislatura.
En un ejercicio de comparaci¨®n cinematogr¨¢fica ¡ªy sumando lo aficionado a las l¨¢grimas que es Boehner¡ª, una publicaci¨®n digital se preguntaba esta semana si John Boehner no ser¨ªa el equivalente a Fredo, la oveja negra de la familia Corleone en la saga de El Padrino. La buena noticia, prosegu¨ªa la tesis siguiendo la analog¨ªa, es que Boehner acabar¨ªa traicionando a su propia sangre y conspirando con el enemigo. The Daily Beast acababa su art¨ªculo con una recomendaci¨®n siniestra para el presidente de la C¨¢mara: ¡°Evitar salidas en barca a pescar al amanecer¡±.
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