Empieza el sexto juicio a Fujimori pero se suspende la primera sesi¨®n

La primera audiencia del sexto juicio contra el expresidente peruano Alberto Fujimori fue suspendida hasta el pr¨®ximo 28 de octubre, luego de dos interrupciones para que un m¨¦dico revise la presi¨®n arterial del reo, y a la espera de que otro tribunal decida sobre el pedido del nuevo abogado del pol¨ªtico para recusar a las tres magistradas de la Cuarta Sala Penal. La Fiscal¨ªa de Per¨² lo acusa por haber ordenado el desv¨ªo de unos 43 millones de d¨®lares de fondos p¨²blicos a diarios sensacionalistas creados para apoyar su tercera reelecci¨®n en el a?o 2000 y desprestigiar a sus opositores, como parte de las operaciones psicosociales del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). Este caso es denominado el de la prensa chicha.

A diferencia de lo que acostumbraba en anteriores juicios, Fujimori no visti¨® traje, sino un su¨¦ter, un pantal¨®n de drill y mocasines. Luc¨ªa ojeroso, con el cabello ligeramente crecido y despeinado, y los reporteros nacionales lo notaban ¡°demacrado¡±. Tampoco llev¨® a la audiencia un malet¨ªn ejecutivo de cuero, sino un block y un lapicero en la mano, adem¨¢s de un tensi¨®metro.

El expresidente, detenido desde 2006 en Lima, cumple su condena en una casa acondicionada para ese fin en una base policial en Ate, en la periferia este de Lima. Su sentencia mayor, dada en 2009, es de 25 a?os de pena por cr¨ªmenes de lesa humanidad y secuestro agravado, aunque ha sido sentenciado por cinco casos de corrupci¨®n. En juicios anteriores, su exabogado C¨¦sar Nakasaki recomend¨® el reconocimiento de los cargos para la terminaci¨®n anticipada de los procesos.

Sin embargo, la nueva defensa, el abogado William Paco Castillo ha optado por otras formas. Adem¨¢s del pedido para recusar a las tres magistradas de la Cuarta Sala Pena, Paco cuestion¨® la jerarqu¨ªa de las magistradas que pretenden procesar a su patrocinado, y pidi¨® que sea juzgado por la Corte Suprema.

El pedido de la defensa de Fujimori fue descrito por el procurador anticorrupci¨®n Julio Arbizu como un ¡°problema de comprensi¨®n lectora¡± de Paco Castillo, pues precis¨® que de acuerdo a la Constituci¨®n de 1993, los presidentes son juzgados por la Corte Suprema solo en los cinco a?os posteriores a su mandato: Fujimori gobern¨® hasta el a?o 2000.

La Fiscal¨ªa pide que Fujimori pague una reparaci¨®n civil de 43 millones de d¨®lares, por el da?o patrimonial causado al Estado, aunque la Procuradur¨ªa Anticorrupci¨®n ha solicitado elevarla a 88 millones de d¨®lares (224 millones de soles), ¡°no solo por el desfalco, sino por el da?o a la institucionalidad p¨²blica y los derechos ciudadanos¡±, sustent¨® Arbiz¨² durante la sesi¨®n.

Entre 1999 y 2000, el Servicio de Inteligencia Nacional, que dirig¨ªa el exasesor presidencial Vladimiro Montesinos, cre¨® una red de periodistas y diarios afines a la reelecci¨®n de Alberto Fujimori, a los cuales les pagaba y los orientaba sobre el tipo de noticias que deb¨ªan elaborar. Montesinos fue condenado en 2006 a ocho a?os por peculado y falsedad gen¨¦rica, a consecuencia de esos pagos millonarios.

Los hijos de Alberto Fujimori, Keiko y Kenyi, presidenta de Fuerza Popular (la actual agrupaci¨®n fujimorista) y congresista en ejercicio, respectivamente, asistieron a la audiencia, aunque tambi¨¦n a diferencia de otros a?os, no tuvieron espacio preferente y permanecieron casi toda la diligencia de pie, esperando que Alberto Kenya volteara para un saludo. En el juicio oral por los cr¨ªmenes de lesa humanidad, el Poder Judicial estableci¨® espacios distintos para la prensa, los familiares de los acusados, y los de la parte civil. Esta vez, habiendo pasado a?os desde el ¨²ltimo juicio oral en la Diroes, las salas hab¨ªan vuelto a ser usadas por los polic¨ªas en actividades de entretenimiento y solo minuto antes de la instalaci¨®n de la mesa se vio a trabajadores de limpieza arreglando a ¨²ltimo momento el lugar.

En los casi 40 minutos de audiencia, el tribunal confirm¨® que esperan la decisi¨®n de la Primera Sala Liquidadora acerca del pedido para recusar a las tres magistradas que deben juzgar a Fujimori, escucharon la argumentaci¨®n de Castillo para que la Corte Suprema juzgue a Fujimori, y la sustentaci¨®n de la procuradur¨ªa para elevar el monto de la reparaci¨®n civil.

En respuesta, el representante del Ministerio P¨²blico dijo no estar ¡°de acuerdo¡± con la continuaci¨®n de la primera sesi¨®n del sexto juicio a Fujimori: ¡°previamente debe resolverse la imparcialidad del colegiado¡±, acot¨®. Paco Castillo ha cuestionado a las magistradas porque seg¨²n ¨¦l, son antifujimoristas, una de ellas, Aissa Mendoza, es esposa del exfiscal Avelino Guill¨¦n, uno de los dos que acus¨® a Fujimori por cr¨ªmenes de lesa humanidad en 2009.

Pese a la presi¨®n alta que registr¨® el tensi¨®metro hoy, el parte medico del d¨ªa indic¨® que el exgobernante estaba cl¨ªnicamente estable y con tratamiento para un cuadro de otitis media. El sexto juicio por el uso de la prensa chicha continuar¨¢ en un par de semanas, con la nueva defensa de Fujimori: no solo el nuevo abogado, sino tambi¨¦n la nueva (descuidada) apariencia y mensajes acerca del padecimiento que sufre en prisi¨®n: un discurso que el pol¨ªtico repite v¨ªa Twitter, desde septiembre, a sus 11.000 seguidores. El gobierno de Ollanta Humala no concedi¨® un indulto humanitario a Fujimori, pero Paco Castillo ha solicitado que Fujimori cumpla el resto de la pena bajo arresto domiciliario, una figura que la mayor¨ªa de expertos ven improbable.

Al salir del complejo policial, terminada la audiencia, la excandidata presidencial Keiko Fujimori declar¨® que la familia esperaba solo un juicio ¡°justo y r¨¢pido¡±. Fuera de la instalaci¨®n policial, una veintena se seguidores del ¡®Chino¡¯ entonaba la cumbia que lo llev¨® a la presidencia fraudulenta en el 2000 y mostraba carteles con frases de apoyo a su l¨ªder.

¡°Estos son solo juicios medi¨¢ticos, pantallas, cortinas de humo para tapar otros temas del gobierno actual, nada tiene que ver con el ingeniero, lo usan pese a que est¨¢ debilitada su salud¡±, coment¨® Emilia Ram¨ªrez, un ama de casa de 52 a?os vestida con prendas naranjas, el color que distingue a Fuerza Popular, el partido de los fujimoristas. Sobre pantallas de humo muy costosas del a?o 2000 es justamente el proceso que ha empezado.