Los nacionalistas escoceses buscan revertir las encuestas con el voto obrero
A 11 meses del refer¨¦ndum, s¨®lo un 25% de los escoceses votar¨ªa por la independencia El l¨ªder nacionalista, Alex Salmond, busca atraer al 31% del electorado, que no sabe a¨²n qu¨¦ votar
Alex Salmond, el carism¨¢tico l¨ªder del independentismo escoc¨¦s, ha cerrado este s¨¢bado en Perth el congreso de oto?o del Partido Nacional Escoc¨¦s (SNP, en sus siglas en ingl¨¦s), que m¨¢s que un congreso ha sido el arranque de la campa?a del refer¨¦ndum sobre la independencia. ¡°Somos la generaci¨®n de la independencia de Escocia y este es nuestro momento¡±, ha proclamado el ministro principal escoc¨¦s. Y anunci¨® que el 26 de noviembre publicar¨¢ el esperado Libro Blanco sobre la independencia.
La mala noticia para Salmond es que, a once meses de la votaci¨®n, el 18 de septiembre de 2014, los sondeos se mantienen m¨¢s o menos igual que hace un a?o: un 44% de los encuestados se declara partidario de que Escocia siga en Reino Unido, tan solo un 25% votar¨ªa por la independencia y el resto, un significativo 31%, no sabe si votar¨ªa una cosa o la contraria.
Ese enorme granero de indecisos es lo que todav¨ªa da al SNP la esperanza, y la posibilidad, por remota que parezca, de ganar el refer¨¦ndum. A ellos sobre todo se ha dirigido el l¨ªder independentista. Con un doble mensaje: uno gen¨¦rico, para todos los p¨²blicos, para convencer a los escoceses de que la independencia ser¨¢ positiva y no han de tener miedo. El otro, dirigido sobre todo a los miles de obreros de las grandes ciudades que tradicionalmente votaban a los laboristas y que ahora, decepcionados por una crisis financiera que atribuyen a Londres, se pueden ver tentados a abrazar el independentismo.
Para los primeros, Salmond ha reservado sus inagotables reservas de optimismo y sus c¨¢nticos m¨¢s ret¨®ricos. A ellos iba destinado el mensaje de que ¡°votar por la independencia es un acto de confianza en uno mismo¡±. Para ellos era la denuncia de que Westminster ha conseguido que Reino Unido sea, junto a Irak, el ¨²nico productor de petr¨®leo que no ha constituido un fondo soberano con los ingresos del crudo. Es decir, que Westminster malgasta el petr¨®leo escoc¨¦s.
Somos la generaci¨®n de la independencia y este es nuestro momento¡±, Alex Salmond, l¨ªder del SNP
Para ellos eran tambi¨¦n las encendidas palabras finales, henchidas de ret¨®rica: ¡°Despu¨¦s de casi un siglo con Escocia avanzando hasta ese momento, plante¨¦monos estas sencillas preguntas: Si no nosotros, ?entonces qui¨¦n? Si no ahora, ?entonces cu¨¢ndo? Amigos, nosotros somos la generaci¨®n de la independencia de Escocia. Y ha llegado nuestro momento¡±.
Para los obreros desencantados de las grandes ciudades, Salmond ha cambiado la ret¨®rica por el detalle. A ellos les ha dicho que Westminster ¡ªsin distinguir entre el pasado Gobierno laborista o la actual coalici¨®n de conservadores y liberales-dem¨®cratas¡ª tiene la culpa de la p¨¦rdida de poder adquisitivo de los trabajadores y que la independencia permitir¨ªa crear un salario m¨ªnimo digno para todos los trabajadores que subir¨ªa de acuerdo con la inflaci¨®n. O que Escocia nunca habr¨ªa privatizado el servicio de correos si esa decisi¨®n se hubiera tomado en Edimburgo y no en Londres. O que un Gobierno del SNP en una Escocia independiente anular¨ªa el llamado ¡°impuesto dormitorio¡±, una norma introducida por la coalici¨®n que reduce las ayudas a la vivienda de las familias que tienen uno o m¨¢s dormitorios de sobra.
Salmond anunci¨® que el d¨ªa 26 de noviembre publicar¨¢ el esperado Libro Blanco sobre la independencia y ret¨® al primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, a debatirlo con ¨¦l. Una invitaci¨®n que Cameron no parece dispuesto a aceptar porque el no va ganando y porque es muy probable que perdiera el debate.
Ese texto debe detallar ¡°la plataforma que estableceremos para Escocia entre el refer¨¦ndum del a?o que viene y las primeras elecciones de una Escocia independiente en la primavera de 2016¡±, explic¨® Salmond. Y tambi¨¦n explicar ¡°el por qu¨¦ de la independencia, nuestra visi¨®n de Escocia, la Escocia que queremos¡±.
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