EE UU elude rendir cuentas a Europa

Estados Unidos ha hecho o¨ªdos sordos a las explicaciones que le exige Europa por los esc¨¢ndalos de espionaje. Ninguna de las negociaciones abiertas en Bruselas para aclarar por qu¨¦ Gobiernos y ciudadanos europeos fueron vigilados por empresas y autoridades estadounidenses ha dado fruto y, en algunos casos, Washington ha bloqueado esa rendici¨®n de cuentas. Las discusiones entre expertos comunitarios y estadounidenses avanzan con lentitud y todas las autoridades de la Administraci¨®n de Obama citadas a comparecer ante el Parlamento Europeo han rechazado acudir. La Comisi¨®n Europea prepara una evaluaci¨®n de las relaciones transatl¨¢nticas para final de a?o.

Cuatro meses despu¨¦s de las primeras revelaciones, los papeles del exanalista Edward Snowden siguen aturdiendo a los ciudadanos sin que la Uni¨®n Europea haya podido obtener un relato convincente sobre estos episodios. El Ejecutivo comunitario se apresur¨® a exigir explicaciones, pero EE UU remiti¨® las respuestas a una serie de grupos de trabajo que han diluido las expectativas creadas en los tres ¨¢mbitos de representaci¨®n europea: Comisi¨®n, Consejo y Parlamento.

En el caso del Ejecutivo comunitario, el esc¨¢ndalo sirvi¨® para activar un acuerdo que Europa llevaba a?os negociando con el fin de establecer un marco com¨²n de intercambio de datos con EE UU. Tras reunirse un par de veces, el grupo tendr¨¢ otra cita el pr¨®ximo 18 de noviembre con un asunto clave sobre la mesa: c¨®mo lograr que ciudadanos y empresas de la UE puedan apelar ante las autoridades estadounidenses si ven violada la privacidad de sus datos personales. En la actualidad no pueden hacerlo, mientras que los norteamericanos s¨ª piden amparo ante los diferentes ¨®rganos nacionales de la UE. La vicepresidenta y comisaria de Justicia, Viviane Reding, ha mostrado su indignaci¨®n por la falta de reciprocidad, pero Washington se resiste a dar su brazo a torcer.

A la vista de esa falta de avances, Reding amenaz¨® en verano con suspender el llamado acuerdo de puerto seguro (safe harbour), por el cual unas 3.000 empresas estadounidenses obtienen datos de las europeas en un marco de confianza y seguridad. Bruselas est¨¢ ahora revisando esa estructura, porque duda de que ofrezca las suficientes garant¨ªas ¡ªla adhesi¨®n es voluntaria y los controles, laxos¡ª y decidir¨¢ si la mantiene o no a finales de a?o. Lo m¨¢s probable es que la Comisi¨®n presente un informe sobre c¨®mo funciona ese intercambio y qu¨¦ se puede hacer para evitar los abusos. Pero est¨¢ por ver el grado de exigencia que sea capaz de imponer la Comisi¨®n, pues los Estados miembros recelan de poner contra las cuerdas a Washington.

Es dif¨ªcil que los europeos pacten una postura com¨²n antes de los comicios

Esa actitud titubeante de algunos de los Veintiocho determina la suerte que est¨¢n corriendo las negociaciones abiertas en el Consejo Europeo. ¡°Ustedes nos piden explicaciones de c¨®mo funcionan nuestros sistemas de inteligencia, pero entonces nosotros les preguntaremos a ustedes c¨®mo funcionan los suyos¡±, desafiaron los expertos estadounidenses a los europeos en una de esas reuniones, seg¨²n fuentes conocedoras de los contactos. Estados Unidos se niega as¨ª a ofrecer informaci¨®n sobre c¨®mo su agencia de seguridad nacional (NSA) accedi¨® al coraz¨®n de las instituciones europeas.

Reding ha mostrado su indignaci¨®n por la falta de reciprocidad de Washington

En el fondo, los representantes norteamericanos dominan la normativa comunitaria y saben que las posibilidades legales de pedirles explicaciones son escasas. Por eso exigieron negociaciones bilaterales ¡ªentre Washington y cada uno de los Estados que lo soliciten¡ª para tratar cualquier cuesti¨®n relativa al espionaje por parte de la agencia estadounidense, pues no reconocen a la UE rango de interlocutor v¨¢lido. Los representantes del Gobierno estadounidense en Bruselas no han aclarado a este diario el porqu¨¦ de su actitud. De momento, se mantienen las formas y el grupo de trabajo entre el Ejecutivo estadounidense y el Consejo Europeo volver¨¢ a reunirse en unos d¨ªas en Washington. Ser¨¢ la tercera cita y se desconoce si habr¨¢ alguna m¨¢s. Los ministros de Justicia deber¨ªan evaluar las conclusiones de ese di¨¢logo a finales de a?o.

El caso m¨¢s evidente de ninguneo a las instituciones comunitarias se produce en el Parlamento Europeo, el m¨¢s combativo con este caso, pero tambi¨¦n el que menos atribuciones tiene para exigir responsabilidades. Conscientes de esa debilidad, el 100% de las autoridades estadounidenses a las que se ha convocado a que comparezcan ante la comisi¨®n de investigaci¨®n que abri¨® la Euroc¨¢mara para aclarar los hechos ha excusado su presencia con amables cartas dirigidas a la Comisi¨®n de Libertades, seg¨²n ha comprobado este diario. No han sido los ¨²nicos. Dos ministros holandeses y representantes de los servicios de inteligencia de Francia, B¨¦lgica, Suecia, Dinamarca y Polonia tambi¨¦n rechazaron acudir.

Las autoridades de EE UU citadas por la Euroc¨¢mara no

A la vista de estos hechos, los socialistas en la Euroc¨¢mara han pedido que se suspenda el acuerdo de intercambio de informaci¨®n sobre transacciones financieras que Europa mantiene con EE UU para luchar contra el terrorismo. La Comisi¨®n, de momento, no tiene intenci¨®n de hacerlo. ¡°Es lamentable que la Euroc¨¢mara sea la ¨²nica instituci¨®n europea que hace cuanto est¨¢ en su mano para obtener informaci¨®n. Ning¨²n Gobierno europeo est¨¢ actuando para aclarar los hechos, tampoco el espa?ol¡±, critica Juan Fernando L¨®pez Aguilar, presidente de la Comisi¨®n de Libertades de la Euroc¨¢mara, que investiga las revelaciones.

¡°Ning¨²n Gobierno europeo act¨²a para aclarar los hechos¡±, critica L¨®pez Aguilar

Bruselas f¨ªa todas sus esperanzas a lograr una norma europea de protecci¨®n de datos que blinde los datos personales de los europeos. Pero las presiones de EE UU ¡ªtanto del Gobierno como de las grandes firmas tecnol¨®gicas¡ª y la tibieza de los grandes Estados hacen peligrar el texto. El Parlamento Europeo ratific¨® el lunes una postura com¨²n, pero ahora son los Estados quienes tienen que negociar un texto ¨²nico. Las fuentes consultadas dudan de que ese reto sea alcanzable antes de las pr¨®ximas elecciones europeas, en mayo de 2014.