La izquierda beata de Am¨¦rica Latina
En temas como la despenalizaci¨®n del aborto o del consumo de drogas blandas y el matrimonio homosexual muchos l¨ªderes supuestamente progresistas invocan la religi¨®n
Persignarse y dar avemar¨ªas es reacci¨®n com¨²n entre la mayor¨ªa de los presidentes identificados con la izquierda en Am¨¦rica Latina cuando en sus pa¨ªses se invocan reformas vinculadas con derechos civiles que contrar¨ªan la tradici¨®n. En temas como la despenalizaci¨®n del aborto o del consumo de drogas blandas y el establecimiento del matrimonio homosexual, sus posiciones tienden al conservatismo, y el mensaje religioso es incorporado cada vez con mayor frecuencia en sus discursos pol¨ªticos y en su argumentaci¨®n. En el continente donde convive la mayor comunidad cat¨®lica del mundo, la izquierda parece haberse convertido.
¡°Que hagan lo que quieran, yo jam¨¢s aprobar¨¦ la despenalizaci¨®n del aborto¡±, dijo el pasado 19 de octubre el presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien se define a s¨ª mismo como ¡°humanista, cat¨®lico y de izquierda¡±. Correa incluso amenaz¨® con dimitir si los parlamentarios del bloque oficialista, Alianza Pa¨ªs, votaban a favor de incluir esta reforma en el nuevo C¨®digo Penal. ¡°Si siguen estas traiciones y deslealtades (¡) yo presentar¨¦ mi renuncia al cargo¡±, advirti¨® el mandatario ecuatoriano en esa misma oportunidad. El presidente de la Conferencia Episcopal de Ecuador, monse?or Antonio Arregui, celebr¨® de inmediato la postura de Correa ¡°por la valent¨ªa y la nobleza de ¨¢nimo con que habl¨®¡±.
El tema del aborto es especialmente sensible entre la izquierda m¨¢s revolucionaria de anta?o
El tema del aborto es especialmente sensible entre la izquierda m¨¢s revolucionaria de anta?o. Nicaragua y El Salvador, donde gobiernan respectivamente el l¨ªder del Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional, Mauricio Funes, y el sandinista Daniel Ortega, son dos de los pa¨ªses en los que se castiga el aborto con mayor severidad sin que haya perspectivas para una reforma de la ley. El gobierno de Funes fue criticado de no intervenir a tiempo en el pol¨¦mico caso de Beatriz, una joven salvadore?a que corr¨ªa peligro de muerte por un embarazo inviable, que finalmente fue interrumpido a trav¨¦s de un ¡°parto inducido¡± que termin¨® en ces¨¢rea. Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, tambi¨¦n se han opuesto firmemente a la posibilidad de despenalizar el aborto terap¨¦utico. Despu¨¦s de toda una vida de ate¨ªsmo, la pareja decidi¨® casarse ante la Iglesia cat¨®lica en 2005 y dice ahora liderar una revoluci¨®n ¡°cristiana, socialista y solidaria¡±; el cardenal Miguel Obando y Bravo, antiguo enemigo del sandinismo, ofici¨® el matrimonio entonces y ahora suele inaugurar con una oraci¨®n los actos p¨²blicos del Frente Sandinista.
Dios es omnipresente tambi¨¦n en los discursos del venezolano Nicol¨¢s Maduro, quien declar¨® haber reencontrado la fe despu¨¦s de declararse ateo a los 18 a?os a causa del comportamiento de la Iglesia cat¨®lica. ¡°Hugo Ch¨¢vez hizo de nosotros verdaderos cristianos¡±, dijo el mandatario venezolano el 7 de abril de pasado durante un acto de campa?a, previo a las presidenciales del d¨ªa 14 en las que fue declarado ganador. La despenalizaci¨®n del aborto y del consumo de drogas como la marihuana o el establecimiento del matrimonio homosexual no son siquiera tema de debate en la Venezuela que gobierna Maduro, ni lo fueron durante los 14 a?os de mandato de Hugo Ch¨¢vez. Por el contrario, la condici¨®n de homosexual es asumida por la nomenclatura del chavismo como denigrante. El mismo Maduro, siendo canciller, calific¨® al liderazgo opositor de ¡°sifrinitos (pijos), mariconsones y fascistas¡±, durante un discurso transmitido por la estatal Venezolana de Televisi¨®n, el 12 de abril de 2012.
M¨¢s all¨¢ de la animosidad en el uso del lenguaje, hay analistas como el venezolano Teodoro Petkoff ¨Ceditor del diario TalCual de Caracas, ex militante comunista y ex guerrillero¡ªque consideran que la izquierda latinoamericana est¨¢ dividida en dos grandes bloques, que definen su posici¨®n. ¡°Hay una izquierda ideol¨®gicamente formada, la m¨¢s antigua, que suele asumir con mucho valor posturas que confrontan el peso de la tradici¨®n¡±, se?ala, refiri¨¦ndose a la izquierda uruguaya, liderada por el presidente Jos¨¦ Mujica, y a sectores de la izquierda brasile?a y argentina.
Hay otra izquierda, sostiene el editor de TalCual, que se define en t¨¦rminos pol¨ªticos m¨¢s que ideol¨®gicos, y que atiende al peso de tradiciones morales centenarias, compartidas por el grueso de la poblaci¨®n de Am¨¦rica Latina. ¡°Esta especie de neo izquierda de origen chavista, que de izquierda solo tiene el apelativo, es absolutamente tradicionalista en estas materias. En unos casos, esto responde a una actitud sincera sobre asuntos morales y ¨¦ticos, que no separan religi¨®n de pol¨ªtica. En otros, es puro oportunismo, un intento de mantenerse cerca de la clientela electoral¡±, concluye Petkoff.
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