EE UU y la ONU busca un pa¨ªs donde destruir el arsenal qu¨ªmico de Siria

A punto de completar la primera fase en la destrucci¨®n del arsenal qu¨ªmico del r¨¦gimen sirio, los inspectores de la misi¨®n conjunta de la Organizaci¨®n para la Prohibici¨®n de Armas Qu¨ªmicas (OPAQ) y Naciones Unidas se hallan frente a unos desaf¨ªos que deben salvar de forma inmediata, si quieren que su misi¨®n tenga finalmente ¨¦xito.

Existen, en principio, una serie de discrepancias entre los dep¨®sitos que ha declarado Damasco y los que describen algunos militares desertores que conocen bien esas reservas. Y de momento no se ha identificado a un solo pa¨ªs que est¨¦ dispuesto a recibir las armas y sustancias t¨®xicas para destruirlas en su territorio, ya que Siria no cuenta con las instalaciones necesarias, y construirlas ser¨ªa imposible en el contexto de una guerra que se ha cobrado ya m¨¢s de 100.000 vidas y ha obligado a abandonar sus hogares a seis millones de personas.

Estados Unidos, que el mes pasado desisti¨® de un ataque con misiles contra el r¨¦gimen sirio a cambio de un acuerdo en el marco de la ONU para que este acepte deshacerse de sus arsenales qu¨ªmicos, ha pedido a una serie de pa¨ªses que reciban parte de ese armamento para destruirlo. De esa lista secreta solo ha respondido por ahora Noruega, que dijo el viernes p¨²blicamente que no podr¨¢ hacerlo por "limitaciones temporales y factores externos", seg¨²n un comunicado de su ministerio de Exteriores.

El material de esos arsenales m¨¢s dif¨ªcil de destruir son los misiles y obuses ya cargados con armas qu¨ªmicas, como aquellos que se emplearon en los ataques con gas sar¨ªn en la provincia de Damasco el 21 de agosto, en los que murieron cientos de personas y que provocaron la amenaza de intervenci¨®n.

Los 27 expertos de la OPAQ que se hallan en Damasco mantienen que el 1 de noviembre habr¨¢n culminado lo que han denominado "destrucci¨®n funcional" del arsenal qu¨ªmico sirio. Han visitado ya 18 de los 23 emplazamientos identificados por el r¨¦gimen de Bachar el Asad, donde han aplicado una tecnolog¨ªa simple para inutilizar los sistemas de mezcla y rellenado de proyectiles. "Ello supone romper, aplastar con apisonadoras o bien cortar el equipamiento esencial para la producci¨®n de este armamento", seg¨²n Michael Luhan, portavoz de la OPAQ. Anulada entonces la capacidad t¨¦cnica esencial de producir armas qu¨ªmicas, Siria debe presentar hoy el primer plan general destinado al desmantelamiento de sus dep¨®sitos, con inventarios completos.

Frente a los 23 dep¨®sitos declarados hasta ahora, el espionaje occidental considera que El Asad dispone de como m¨ªnimo 50, ninguno en zona rebelde. Y si las reservas de gas sar¨ªn y otras sustancias venenosas que ha detallado el r¨¦gimen ascienden a 1.000 toneladas, varios militares que se han pasado al bando rebelde sostienen que la cantidad real alcanza las 2.500 toneladas. El general desertor Zaher al Sakat mantiene que Damasco tiene al menos cuatro instalaciones secretas y que ha trasladado parte de sus arsenales a L¨ªbano e Irak, una denuncia que tambi¨¦n ha formulado el general al mando del rebelde Ej¨¦rcito Libre Sirio, Salim Idriss.

La OPAQ verificar¨¢ y supervisar¨¢ la destrucci¨®n de los arsenales, una labor que, seg¨²n la convenci¨®n sobre armas qu¨ªmicas, recae sobre el r¨¦gimen sirio. Hace tres semanas, la OPAQ fue galardonada con el premio Nobel de la Paz por sus "esfuerzos para eliminar las armas qu¨ªmicas".

El plazo dado por el Consejo de Seguridad de la ONU para acabar con esos arsenales es junio de 2014. "Los plazos marcados son un desaf¨ªo, pero con la experiencia y tecnolog¨ªa existentes, se pueden cumplir, siempre y cuando se pueda controlar el contexto de seguridad", asegura el consultor Ralf Trapp, uno de los cofundadores de la OPAQ.

De momento, el hotel donde se alojan los inspectores en Damasco ha sido atacado con morteros, sin causar da?os de consideraci¨®n. La OPAQ ha pedido un alto el fuego en las zonas en que trabajen sus inspectores, algo a lo que las partes no se han comprometido.

"De momento, hay 27 inspectores sobre el terreno, aunque Naciones Unidas ha dicho que habr¨¢ hasta 100. En un caso precedente, el de Irak, trabajaron 1.000 inspectores y tardaron m¨¢s de cinco a?os. Los plazos marcados solo pueden calificarse de muy optimistas", asegura Ely Karmon, experto en armas qu¨ªmicas en el Centro Interdisciplinar de Herzliya, Israel.

En otro caso previo, el de Libia, su l¨ªder, Muamar el Gadafi, fue capaz de esconder varias toneladas de gas mostaza. Desde 2003, cuando comenz¨® el proceso de inspecci¨®n, aquellos arsenales a¨²n no han sido destruidos.

Para la eliminaci¨®n total de los arsenales se barajan varios m¨¦todos ya probados. Uno es incinerar las armas en instalaciones especiales para evitar emisiones nocivas. Otra modalidad es la hidr¨®lisis, que consiste en a?adir los gases a otra sustancia para provocar una reacci¨®n qu¨ªmica que le permita pasar a formar parte de un residuo. Si bien este ¨²ltimo tambi¨¦n es t¨®xico, limpiarlo no es dif¨ªcil.

Por su parte, Estados Unidos ha ofrecido sus unidades m¨®viles para explosionar munici¨®n con su carga qu¨ªmica en c¨¢maras acorazadas. Pulverizar la munici¨®n a altas temperaturas es otra de las t¨¦cnicas que se pueden utilizar para destruir el arsenal qu¨ªmico del r¨¦gimen de Al Asad, la gran amenaza para la seguridad regional a ojos de Occidente.