Hagel alerta sobre el peligro de un aislacionismo internacional de EE UU

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, ha alertado este martes sobre las graves consecuencias que se derivar¨ªan para el liderazgo mundial de su pa¨ªs si se aplica una pol¨ªtica de aislacionismo internacional. El mensaje iba dirigido al creciente escepticismo entre las filas dem¨®cratas y conservadoras en el Congreso sobre la presencia y la intervenci¨®n de Washington en los conflictos y escenarios fuera de su fronteras. En su discurso, durante el foro sobre seguridad global organizado por el prestigioso Centro de Estrategia y Estudios Internacionales, el jefe del Pent¨¢gono ha apelado a la necesidad de que la naci¨®n se sirva no s¨®lo de su fuerza militar, sino tambi¨¦n de la diplom¨¢tica para mantener su preeminencia en el exterior, m¨¢xime cuando las Fuerzas Armadas van a afrontar un per¨ªodo de reformas para ajustar su funcionamiento y actividad al dr¨¢stico recorte presupuestario.

Aislarnos es una trampa tan mortal como la arrogancia¡± Chuck Hagel

Consciente de que la indiferencia de la sociedad estadounidense hacia su Ej¨¦rcito y el hartazgo ante las incursiones b¨¦licas no han hecho sino crecer tras las fallidas y largas campa?as de Irak y Afganist¨¢n, Hagel ha tratado de neutralizar la l¨®gica tendencia a limitar al m¨¢ximo la implicaci¨®n de las tropas de EE UU en el extranjero -los enredos for¨¢neos, como los llamaba George Washington-, una corriente que se ha evidenciado este verano con la reticencia de muchos miembros del Capitolio a intervenir en Siria o Egipto. ¡°Muchos americanos, incluidos los congresistas, tienen cada vez m¨¢s recelos hacia nuestros compromisos y responsabilidades internacionales. Pero aislarnos es una trampa tan mortal como la arrogancia, y debemos evitar ambas si queremos alcanzar una pol¨ªtica exterior de ¨¦xito en el siglo XXI¡±, ha afirmado el secretario de Defensa.

Hagel, no obstante, tambi¨¦n ha defendido la necesidad de que esa pol¨ªtica exterior no se sustente exclusivamente en la fuerza militar, sino que se apoye en ¡°la diplomacia, la econom¨ªa y las herramientas de seguridad¡±para que EE UU pueda afrontar el cambio de prioridades en las relaciones internacionales del pa¨ªs -el fin de ¡°el pie de guerra perpetuo¡±, lo ha llamado el secretario de Defensa-, una vez superadas las amenazas tras el 11-S. ¡°Nuestro liderazgo va a depender no s¨®lo de la extensi¨®n de nuestro poder, sino del reconocimiento de sus l¨ªmites y de un despliegue inteligente de nuestra influencia¡±, ha se?alado Hagel, quien ha puesto a Siria e Ir¨¢n como ejemplos de c¨®mo esa nueva estrategia han favorecido los intereses de EE UU. ¡°La fuerza militar siempre ser¨¢ una opci¨®n, pero debe ser utilizada como ¨²ltimo recurso¡±, ha defendido.

Nuestro liderazgo va a depender no s¨®lo de la extensi¨®n de nuestro poder, sino del reconocimiento de sus l¨ªmites y de un despliegue inteligente de nuestra influencia¡± Chuck Hagel

La p¨¦rdida de peso del Ej¨¦rcito estadounidense en la pol¨ªtica exterior del pa¨ªs viene condicionada por la reducci¨®n del presupuesto del Pent¨¢gono en un bill¨®n de d¨®lares, que deber¨¢ hacerse efectiva a lo largo de la pr¨®xima d¨¦cada. Estos recortes, ¡°excesivos, abruptos e irresponsables¡±, ha dicho Hagel, est¨¢n minando la moral y la preparaci¨®n de los militares, ha reconocido el secretario. El secretario de Defensa debe lidiar, no obstante, con la tarea de adaptar las Fuerzas Armadas a los ajustes en su asignaci¨®n y a los nuevos retos en pol¨ªtica exterior y este martes ha compartido las prioridades que cree que deben tenerse en cuenta para lograr ese objetivo y que ya fueron discutidas la semana pasada con los Jefes de Servicio y los Comandantes de Campa?a del Departamento de Defensa.

Estas prioridades servir¨¢n para elaborar la propuesta de presupuesto del Pent¨¢gono para 2015 que se presentar¨¢ en febrero del a?o que viene y la Revisi¨®n Cuatrienal de Defensa. Hagel quiere centrarse en la reforma institucional, la evaluaci¨®n de los objetivos de las Fuerzas Armadas, la preparaci¨®n militar, la protecci¨®n de las inversiones en nuevas oportunidades militares, el equilibrio entre operativos de combate -de peque?a y gran escala- y la reforma del sistema de compensaci¨®n del personal militar, una medida para la que el secretario necesitar¨¢ el apoyo de un Congreso reticente a autorizar modificaciones en un ¨¢rea tradicionalmente controvertida.

Hagel ha querido enviar un mensaje de optimismo. ¡°No debemos caer presos de la falsa noci¨®n del declive de EE UU¡±, ha advertido el secretario de Defensa. ¡°La ansiedad sobre los cambios y su alcance van a seguir dominando el debate p¨²blico, pero esto debe enmarcarse en el contexto adecuado, sobre todo, porque muchos de los retos son pol¨ªticos y no estructurales. No debemos temer el cambio, sino imbuirnos en ¨¦l, lo contrario ser¨ªa contrario a nuestros principios y supondr¨ªa fallar a las generaciones futuras. Eso no forma parte de nuestro patrimonio ni es nuestro destino¡±, ha concluido Hagel.