Colombia: un viejo conflicto que se ensa?a con los m¨¢s j¨®venes

Mientras los negociadores del gobierno y las FARC avanzan en sus acuerdos en La Habana, miles de colombianos que han vivido de cerca las consecuencias de 50 a?os de conflicto, impulsan esfuerzos paralelos para construir la paz en sus comunidades y, especialmente, proteger a los m¨¢s j¨®venes de las garras de la violencia.

Estos esfuerzos son claves en el desarrollo y construcci¨®n de la paz en Colombia, porque parten de las propias comunidades, seg¨²n afirman los expertos.

¡°Colombia ha acumulado experiencias exitosas de construcci¨®n de paz desde las comunidades. La sociedad civil del pa¨ªs es muy din¨¢mica y las poblaciones en zonas de conflicto armado se han movilizado para buscar alternativas a la violencia y la guerra¡±, explica Margarita Puerto, especialista en seguridad ciudadana del Banco Mundial.

Un gran n¨²mero de estas iniciativas se centran en la juventud, espec¨ªficamente en evitar que los j¨®venes vean la violencia como una opci¨®n de vida. La falta de oportunidades y los entornos violentos en los que crecen, impulsan a muchos a ver en las armas la posibilidad de superar la pobreza y el aislamiento. Otros j¨®venes son forzados a adoptar conductas violentas. De acuerdo al gobierno de Colombia casi 13 millones de menores de edad en el pa¨ªs est¨¢n expuestos a factores de riesgo que los hacen susceptibles al reclutamiento forzado por los grupos armados il¨ªcitos.

Pero las propias comunidades afectadas est¨¢n tomando cartas en el asunto, en estrecha alianza con organizaciones sin fines de lucro y el sector p¨²blico. Se trata de dar a los j¨®venes oportunidades de formaci¨®n y desarrollo de aptitudes que los mantengan alejados de la violencia y, en ¨²ltima instancia, les sirvan para generar un ingreso.

Por ejemplo, la Fundaci¨®n Mi Sangre, patrocinada por el cantante Juanes, imparte talleres de arte y m¨²sica para ense?ar a los j¨®venes a afrontar los conflictos de manera pac¨ªfica.

Sebasti¨¢n ?lvarez, un joven de la Comuna 13 en Medell¨ªn, descubri¨® su pasi¨®n por escribir gracias a esos talleres que, seg¨²n afirma, buscan ¡°crear personas con la capacidad de perdonar, de amar, de dialogar y comunicarse entre nosotros¡±.

Los expertos est¨¢n de acuerdo con ?lvarez. Sostienen que el arte y el deporte ayudan a controlar emociones como el miedo, el rencor y la desconfianza en el ¨¢mbito de lo social, y a instalar en la cultura emociones como la confianza, la felicidad, la compasi¨®n, la empat¨ªa y el amor.

¡°El desarrollo de estas competencias socioemocionales refuerza el desarrollo de aquellas competencias b¨¢sicas que el joven necesita para desenvolverse en el mercado laboral o en el sistema educativo¡±, afirma la especialista en educaci¨®n Martha Laverde, del Banco Mundial.

Otros proyectos comunitarios se han enfocado en la mujer. En barrios populares de C¨²cuta, una ciudad cercana a la frontera con Venezuela, muchas mujeres que dejaron sus pueblos para escapar de la violencia, encontraron el apoyo necesario para, a pesar de todo, ejercer su derecho a un trabajo digno. Con la ayuda de la Corporaci¨®n Desarrollo y Paz de Norte de Santander, aprendieron el oficio de la confecci¨®n y algunas de ellas ya son due?as de sus propios talleres. Adem¨¢s de un ingreso estable, han podido recobrar tambi¨¦n el sentido de comunidad y de la vida en familia.

¡°Comparto con mi hija, con mi madre, con mis t¨ªos¡­Vivo rodeada de mi familia, estoy con ellos casi todo el d¨ªa, porque trabajo ah¨ª mismo en el barrio con ellos¡±, dice Ana Lida Gamboa, una participante del proyecto.

Apoyo a las minor¨ªas

Como en muchos otros conflictos armados, los sectores m¨¢s vulnerables, los m¨¢s pobres y las minor¨ªas, son los que m¨¢s sufren. Esto ha sido particularmente cierto en Colombia con las comunidades afro descendientes, muchas de ellas ubicadas en las zonas m¨¢s disputadas por los grupos armados.

En Palenque de San Basilio, por ejemplo, un pueblo de descendientes de esclavos en el departamento de Bol¨ªvar, la comunidad se organiz¨® para hacer frente a la violencia pero tambi¨¦n para superar la pobreza. Saray Z¨²?iga cuenta que dej¨® Palenque cuando comenzaron a actuar los grupos armados. Pero ahora que la comunidad est¨¢ organizada, gracias a iniciativas como Afropaz, ¡°ya no vienen a atropellarla a uno, porque ahora tendr¨¢n que atropellar a todo el pueblo¡±, seg¨²n explica.

Todas estas iniciativas de construcci¨®n de la paz se caracterizan por ser ¡°desde abajo¡±, pero el gobierno debe hacer su parte. Sus retos son pocos pero importantes: fortalecer las instituciones, proporcionar seguridad, justicia y empleo, e incluir a toda la sociedad en la construcci¨®n de la paz.

Isabelle Schaefer es productora online del Banco Mundial.