Un ataque en el Sina¨ª mata al menos a doce soldados egipcios y hiere a otros 35

La ola de atentados que azota la pen¨ªnsula del?Sina¨ª desde el pasado 3 de julio produjo este m¨ª¨¦rcoles por la ma?ana uno de sus ataques m¨¢s sanguinarios. Al menos doce soldados resultaron muertos, y otros 35 heridos a causa de la explosi¨®n de un coche bomba al paso de un convoy que trasladaba a decenas de soldados a la ciudad de Al Arish, la capital de la provincia del norte del Sina¨ª. De momento, el ataque no ha sido reivindicado por ning¨²n grupo terrorista, pero se da por hecho que la autor¨ªa recae en alguno de los grupos yihadistas que operan en la zona.

Los detalles de la acci¨®n son todav¨ªa confusos. Seg¨²n algunas informaciones aparecidas en la prensa local, antes de la detonaci¨®n de los explosivos, que habr¨ªa sido hecha por un terrorista suicida, se escucharon varios disparos. El atentado tuvo lugar en la carretera que une las ciudades de Raf¨¢, situada al lado de la frontera con Gaza, y la ciudad de Al Arish. Los soldados se encontraban en el inicio de sus vacaciones.

Desde el golpe de Estado que depuso el ex presidente islamista Mohamed Morsi el pasado 3 de julio, se han multiplicado las acciones terroristas en la pen¨ªnsula del Sina¨ª, un vasto territorio des¨¦rtico que se hab¨ªa convertido durante los ¨²ltimos a?os en un refugio para las organizaciones yihadistas. A principios de septiembre, el ej¨¦rcito egipcio lanz¨® su mayor ofensiva en el Sina¨ª de los ¨²ltimos a?os con el fin de neutralizar la amenaza terrorista. A pesar de que fuentes militares aseguran haber arrestado a decenas de terroristas y de haber decomisado un ingente arsenal de armas, no ha conseguido poner fin a los atentados.

Una de las grandes preocupaciones de los expertos es que el ¨¢mbito de actuaci¨®n de los grupos yihadistas se extienda m¨¢s all¨¢ de la pen¨ªnsula del Sina¨ª, afectando al resto del pa¨ªs ¨¢rabe. Estos grupos ya dieron un advertencia de sus capacidades operativas al realizar un espectacular atentado con coche bomba contra el ministro del Interior en septiembre, en el que muri¨® una persona pero el ministro result¨® ileso.

En cambio, el teniente coronel Mohamed Mabruk, un alto cargo del ministerio del Interior, no tuvo tanta suerte. El domingo por la noche, Mabruk fue asesinado cerca de su domicilio por los disparos de unos desconocidos que iban encapuchados, convirti¨¦ndose en la v¨ªctima de mayor rango de la actual ola de ataques terroristas. Seg¨²n fuentes de Interior, el teniente coronel desempe?aba un rol central en la campa?a de represi¨®n contra los Hermanos Musulmanes y en la investigaci¨®n de las acusaciones contra Morsi.

Adem¨¢s de la amenaza terrorista, las autoridades egipcias se enfrentan al reto de las movilizaciones peri¨®dicas de los Hermanos Musulmanes y de sus aliados que piden la restituci¨®n del presidente Morsi, actualmente en la c¨¢rcel y en pleno proceso judicial por haber incitado a la violencia contra sus detractores. Por otro lado, el martes, por primera vez, los grupos laicos que se oponen tanto al ej¨¦rcito como a los islamistas fueron capaces de realizar una demostraci¨®n de fuerza al ocupar la plaza Tahrir.

Los activistas revolucionarios conmemoraban el segundo aniversario de la masacre de Mohamed Mahmud, sucedida durante la transici¨®n tutelada por la Junta Militar, y que se cobr¨® la vida de cerca de 50 personas. Unas horas antes, el gobierno surgido del golpe militar decidi¨® construir un memorial a los ¡°m¨¢rtires¡± de la revoluci¨®n, lo que encendi¨® a¨²n m¨¢s los ¨¢nimos de los activistas. A las pocas horas de su inauguraci¨®n, el monumento ya estaba completamente lleno de grafitis. ¡°Abajo el gobierno de los traidores de la revoluci¨®n: mubarakistas, ej¨¦rcito, Hermanos¡±, rezaba uno de los esl¨®ganes.

¡°Este es un intento burdo de reescribir la historia. Los responsables de la masacre de Mohamed Mahmud ahora edifican memoriales a los m¨¢rtires¡±, comentaba frente al monumento Ahda Sueif, una de las fundadoras del Frente del Camino Revolucionario, que re¨²ne a personalidades y movimientos que pretenden configurar un espacio pol¨ªtico independiente de islamistas y militares.