Merkel concede al SPD el salario m¨ªnimo
La canciller se opuso durante la campa?a a la medida, una de las bazas electorales del SPD
La canciller federal Angela Merkel confirm¨® ayer que introducir¨¢ un salario m¨ªnimo interprofesional en Alemania, la concesi¨®n m¨¢s controvertida de su Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) en las negociaciones de gobierno con el Partido Socialdem¨®crata de Alemania (SPD). Durante una reuni¨®n con empresarios y banqueros celebrada en Berl¨ªn, la canciller se limit¨® a anunciar un principio de acuerdo con sus rivales pol¨ªticos y probables socios de coalici¨®n en la legislatura que empieza. Pese a la vaguedad de las palabras de Merkel, que no ha especificado la cuant¨ªa, el alcance ni la fecha de entrada en vigor de la medida, diversas asociaciones empresariales se apresuraron a criticarla. La conformidad de Merkel allana el camino para una nueva gran coalici¨®n como la que presidi¨® entre 2005 y 2009. Dos meses despu¨¦s de las generales del 22 de septiembre, la jefa de los democristianos se acerca as¨ª a su tercer mandato como canciller federal.
El SPD demanda un salario m¨ªnimo de 8,5 euros por hora trabajada. Merkel no aclar¨® si la CDU y su partido hermano b¨¢varo, la CSU, ceder¨¢n tambi¨¦n en la cantidad. El SPD impone el salario m¨ªnimo como una de las condiciones indispensables para formar el nuevo Gobierno. Las negociaciones entre los vencedores electorales de septiembre y los socialdem¨®cratas atraviesan estos d¨ªas su fase final y decisiva, tras casi dos meses de lentos avances. El presidente del SPD, Sigmar Gabriel, tratar¨¢ estos d¨ªas de llevar tanta agua como pueda al molino socialdem¨®crata, amenazado por el considerable rechazo de las bases a este nuevo acuerdo con Merkel. Los militantes del partido tienen que ratificar el acuerdo antes de que se firme.
La canciller pidi¨® voluntad de compromiso de los socialdem¨®cratas, a quienes record¨® que ella ha aceptado condiciones ¡°que no son de la casa¡± democristiana. El salario m¨ªnimo fue durante d¨¦cadas un anatema en los sectores empresariales de la CDU. Merkel asegur¨® que el futuro Gobierno har¨¢ lo posible por limitar la p¨¦rdida de puestos de trabajo que conllevar¨¢ la mediada. Durante el Congreso federal que su partido celebr¨® en Leipzig la semana pasada, Gabriel insisti¨® la semana pasada en que sin salario m¨ªnimo no habr¨¢ coalici¨®n. Esta disposici¨®n de Merkel a romper con la tradici¨®n alemana de dejar las negociaciones salariales en manos de los sindicatos y las patronales regionales viene precedida por las cr¨ªticas del Banco Central alem¨¢n (Bundesbank) y del ¡°consejo de sabios¡± que asesora al Gobierno en asuntos econ¨®micos. Denuncian ¨¦stos la ¡°liquidaci¨®n parcial¡± de los recortes sociales aplicados hace diez a?os por el socialdem¨®crata Gerhard Schr?der.
Merkel descart¨® el jueves que su pacto en ciernes con el SPD vaya a incluir subidas de impuestos a los que m¨¢s ganan, como propon¨ªan los socialdem¨®cratas en la campa?a electoral. La democristiana advirti¨® adem¨¢s de que ¡°no se debe erosionar la jubilaci¨®n con 67 a?os¡±. El SPD propone que los trabajadores que hayan cotizado 45 a?os o m¨¢s puedan retirarse a los 63 sin sufrir recortes en la pensi¨®n. Seg¨²n indic¨® Merkel ayer a los empresarios reunidos con ella en el hotel Adlon de Berl¨ªn, ¡°es necesario comprometerse con la jubilaci¨®n a los 67¡±. En las varias semanas que viene durando el p¨®ker de coalici¨®n entre CDU, CSU y SPD, los socialdem¨®cratas han puesto sobre la mesa la supresi¨®n de varias medidas aprobadas por Gobiernos de su propia formaci¨®n.
Es la consecuencia de un giro a la izquierda encabezado por los l¨ªderes del SPD. Durante el Congreso federal de Leipzig se hizo evidente el escepticismo de las bases socialdem¨®cratas respecto a esta nueva coalici¨®n con Merkel. La Ejecutiva del partido se comprometi¨® a consultar a sus m¨¢s de 470.000 militantes sobre los t¨¦rminos precisos del contrato. Adem¨¢s del salario m¨ªnimo, el SPD quiere imponer la legalizaci¨®n de la doble nacionalidad como condici¨®n para participar en la segunda gran coalici¨®n junto a Merkel desde 2005. Tambi¨¦n proponen la absoluta equiparaci¨®n legal de las uniones homosexuales con los matrimonios tradicionales. Merkel se resiste a este ¨²ltimo punto y la b¨¢vara CSU pone pegas a la doble nacionalidad. S¨ª llegaron a un acuerdo para agilizar los correosos tr¨¢mites para pedir asilo pol¨ªtico en Alemania.
El fuego amigo sobre la canciller se intensifica seg¨²n se acerca el d¨ªa de firmar el contrato de coalici¨®n. Su propio ministro de Hacienda, el tambi¨¦n democristiano Wolfgang Sch?uble, filtr¨® el jueves al diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung un informe que advierte del peligro que, seg¨²n sus autores, encierra el salario m¨ªnimo: combinada con las reformas en las pensiones que piden los tres partidos, la medida pone en peligro 1,8 millones de puestos de trabajo. La patronal del autom¨®vil, una trinidad encarnada por presidentes de los gigantes Volkswagen, BMW y Daimler, se sumaron el domingo a las cr¨ªticas en una entrevista publicada por el dominical de Bild. Amenazan los directivos con llevarse parte de la producci¨®n a otros pa¨ªses. La automotriz es la principal industria de Alemania.
El SPD a?adi¨® algo de incertidumbre a las negociaciones al abrirse la semana pasada a la posibilidad de negociar con el partido La Izquierda (Die Linke) en futuras coaliciones de Gobierno. Esto solo afianza levemente su posici¨®n negociadora ante Merkel, porque la directiva del SPD se comprometi¨® en campa?a a no pactar con Die Linke en esta legislatura.
La canciller asegur¨® ayer que esta reedici¨®n del pacto entre los dos grandes partido alemanes ¡°no es algo que desee ning¨²n pol¨ªtico", pero apunt¨® que es el deseo de los votantes alemanes, los cuales ¡°no le dieron la mayor¨ªa absoluta al ala empresarial de la CDU ni tampoco al sector izquierdista del SPD¡±. Defendi¨® Merkel las medidas sociales que parten del bando democristiano, como la mejora de las pensiones para las mujeres que tuvieron hijos antes de 1992.
El jefe parlamentario de los democristianos, Volker Kauder, se dijo convencido de que las negociaciones llegar¨¢n a buen puerto. Se espera la elecci¨®n de Merkel como canciller en la sesi¨®n parlamentaria del pr¨®ximo 17 de diciembre. Antes, la base del SPD tendr¨¢ que dar su visto bueno en una consulta prevista para el 14 del mismo mes.
El principio del fin de la excepci¨®n alemana
Cada vez que se habla de la conveniencia o inconveniencia de que en un pa¨ªs exista un salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) o no, aparece un argumento de tintes lapidarios: Alemania no lo tiene y su sueldo medio est¨¢ entre los m¨¢s altos de la UE y el paro es muy bajo. El argumento desaparecer¨¢ si el SPD convence a Angela Merkel. Los partidarios de que no exista un SMI ver¨¢n como el ¨²nico gran pa¨ªs europeo que no lo tiene deja de serlo. En la UE tienen un SMI 21 de los 28 pa¨ªses que la integran ahora, aunque las diferencias entre ellos son enormes: en Luxemburgo el m¨ªnimo a pagar son 1.874 euros mensuales (calculado sobre 12 pagas anuales); en Bulgaria, 158,5.
La importancia del SMI no es solo el suelo que fija, sino su impacto sobre el resto de sueldos. Si un pa¨ªs fija un SMI alto, se presiona al alza sobre los salarios m¨¢s altos. Pero tambi¨¦n hay que tener cuidado. Los expertos partidarios de un SMI lo defienden para evitar abusos laborales. Sin embargo, advierten de que fijar un SMI alto puede dejar fuera del mercado laboral a la mano de obra menos cualificada. De ah¨ª que aconsejen fijarlo siempre por debajo de ¡°la situaci¨®n de equilibrio¡±.
El trauma hist¨®rico de la inflaci¨®n y la obsesi¨®n por la competitividad han llevado a Alemania a proscribir todo elemento que pueda presionar al alza sobre los sueldos (y al final sobre los precios). En su legislaci¨®n laboral, es f¨¢cil encontrar instrumentos que, precisamente, empujan en la direcci¨®n contraria: la prohibici¨®n de las cl¨¢usulas de salvaguarda del poder adquisitivo o los minijobs (empleos a tiempo parcial en los que se puede cobrar hasta 400 euros que presionan a la baja sobre los sueldos m¨¢s bajos y la mano de obra menos cualificada).
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