Las heridas del golpe permanecen abiertas en Honduras

Honduras sigue atrapada en el fantasma del 2009. El golpe de estado dividi¨® la sociedad en dos, golpistas o resistencia, los primeros llegando al poder de la mano de los militares, los segundos poniendo el cuerpo en las calles para exigir el retorno de la democracia. Las elecciones del domingo se avizoraban como una suerte de transici¨®n para reconciliar al pa¨ªs porque a ellas concurr¨ªan como actores leg¨ªtimos los mismos actores del golpe. Sin embargo a dos d¨ªas de las elecciones la herida sigue supurando. ¡°Fuera golpistas¡±, ¡°vamos a las calles contra el fraude¡±, ¡°por la sangre de nuestros m¨¢rtires¡±, gritaba un grupo de 500 personas enardecidas ante los primeros escrutinios del Tribunal Supremo Electoral. Con un 67,9% de los votos escrutados el candidato oficialista Juan Orlando Hern¨¢ndez, del conservador Partido Nacional, ser¨¢ el pr¨®ximo presidente al ganarle por m¨¢s de cuatro puntos a la candidata de la izquierda, Xiomara Castro.

Castro, esposa del presidente derrocado por el golpe de estado, Manuel Zelaya, se declar¨® presidenta al cerrar las urnas el pasado domingo. El d¨ªa despu¨¦s, su marido, coordinador del partido Libertad y Refundaci¨®n y l¨ªder de la izquierda hondure?a ratific¨® a Castro y amenaz¨® al Tribunal con sacar otra vez a la gente a las calles si no le aseguran el recuento ¡°urna por urna¡±. Una comparecencia que hasta en la misma izquierda se ley¨® como una pataleta de Zelaya que pretender¨ªa negociar una mayor presencia de cargos p¨²blicos. ¡°El resultado electoral no es negociable, m¨¢s adelante cuando tengamos que construir el gran pacto para construir la vida mejor ah¨ª conversamos¡±, contest¨® Juan Orlando Hern¨¢ndez en la primera conferencia de prensa despu¨¦s de la jornada electoral, y a?adi¨®: ¡°Entre gitanos no nos leemos la mano¡±.

El expresidente Zelaya es un pol¨ªtico con una carrera larga dentro del mismo sistema que lo expuls¨® del pa¨ªs en 2009 ¨Cen pijama y a punta de pistola¨C y sabe jugar sus cartas. En tan solo 18 meses sum¨® a su proyecto reformista no solo a sus fieles compa?eros de aventura, tambi¨¦n a la izquierda radical que march¨® durante cinco meses contra el golpe de estado y que ahora ve¨ªa en Libre la esperanza de llegar por vez primera a la silla presidencial.

¡°Tal vez ahora no salgamos a las calles pero esto no se va a quedar as¨ª, vamos a dar la batalla en las calles estos cuatro a?os desde que Juan Orlando Hern¨¢ndez tome posesi¨®n¡±, aseveraba ayer a EL PA?S un militante de LIBRE que particip¨® activamente en las movilizaciones de 2009. Los ¨¢nimos est¨¢n exacerbados, sin embargo no hay ninguna denuncia contundente para demostrar un fraude electoral e impugnar legalmente los comicios.

El Partido Nacional despleg¨® la maquinaria engrasada por m¨¢s de cien a?os de historia, y, antes de las elecciones reparti¨® tarjetas de descuentos en supermercados, materiales de construcci¨®n, despensas alimenticias y hasta dinero en efectivo para promover un voto favorable. La Misi¨®n Electoral de la Uni¨®n Europea que despleg¨® 700 observadores en todo el pa¨ªs denunci¨® que hubo venta de credenciales para votar, una falta de transparencia en la financiaci¨®n de los partidos y una cobertura noticiosa de medios desproporcionada a favor del Partido Nacional donde el Tribunal Supremo Electoral ¡°dificult¨® algunos aspectos¡± y se consolid¨® una ¡°campa?a opaca y desigual¡±, seg¨²n declar¨® la jefa de la misi¨®n, la parlamentaria austr¨ªaca Ulrike Lunacek. Pero a?adi¨® que ¡°la votaci¨®n y el recuento fueron transparentes¡±.

En la misma l¨ªnea se pronunci¨® el jefe de la Misi¨®n de Observaci¨®n de la Organizaci¨®n de Estados Americanos, Enrique Correa, qui¨¦n asegur¨® que hubo ¡°elementos que contribuyeron a la transparencia del proceso que dotan de confiabilidad los resultados preliminares¡±. Ambos pidieron a los candidatos prudencia hasta que se declare el ganador oficial, que ser¨¢ este jueves, seg¨²n el presidente del Tribunal Supremo Electoral, David Matamoros, qui¨¦n ya reconoci¨® que ¡°estamos ante una tendencia irreversible¡±.

El pr¨®ximo presidente enfrentar¨¢ un Gobierno sin mayor¨ªas con un Congreso donde el primer partido de izquierdas de la historia de este pa¨ªs tendr¨¢ una amplia representaci¨®n.