La carta de Zapatero
La misiva de Trichet desborda el mandato del BCE e insta a bajar los salarios, facilitar el despido y debilitar a los sindicatos
Por fin se hizo la luz y pudimos conocer la carta que el Presidente del Banco Central Europeo dirigi¨® al Presidente Zapatero el 5 de agosto de 2011. Su publicaci¨®n deja tras de s¨ª numerosas ense?anzas sobre las debilidades de la democracia, en casa y en la Uni¨®n Europea.
Por el lado de los contenidos, el BCE desborda su mandato y, con el fin de "devolver la credibilidad de Espa?a ante los mercados de capitales", insta al Gobierno a rebajar los salarios, facilitar el despido, debilitar a los sindicatos, limitar por ley el gasto p¨²blico o, incluso, aprovechando la coyuntura, liberalizar el mercado de alquileres. Ense?ado el palo, vino la zanahoria: a partir del 8 de agosto, el BCE compraba hasta 36.000 millones de deuda de Espa?a e Italia en los mercados secundarios, unas compras que, para ser justos, muchos consideran que tambi¨¦n desbordaban el mandato del BCE.
Por el lado de los procedimientos, las cosas tampoco pintan bien. En la sesi¨®n del Congreso del 23 de agosto de 2011 en la que se pidi¨® a los representantes de la ciudadan¨ªa que convalidaran el Decreto-Ley del 19 de agosto donde se adoptaban gran parte de las medidas exigidas por el BCE y se anunciaba una inminente modificaci¨®n de la Constituci¨®n espa?ola para introducir en ella la regla del techo de gasto, Zapatero se felicit¨® de que las recientes compras de deuda por parte del BCE hubieran aliviado la presi¨®n sobre la prima de riesgo, pero se neg¨® a responder a dos preguntas directas del entonces l¨ªder de la oposici¨®n, Mariano Rajoy, sobre la existencia de la carta y, en consecuencia, a aceptar que hubiera cualquier tipo de condicionalidad entre unas medidas y otras. Si supimos entonces que exist¨ªa tal vinculaci¨®n entre reformas y compra de deuda fue debido a que en Italia alguien tuvo la decencia de filtrar al Corriere della Sera una carta pr¨¢cticamente id¨¦ntica del BCE al gobierno italiano fechada el mismo 5 de agosto.
Pero hete aqu¨ª que un abogado espa?ol, de nombre Isaac Ib¨¢?ez, tuvo la feliz idea de valerse del Defensor del Pueblo Europeo para exigir al BCE la publicaci¨®n de la carta. El BCE reconoci¨® la existencia de la carta pero se neg¨® a publicarla argumentando que divulgarla "podr¨ªa afectar a la eficacia de los mensajes que el BCE pudiera dirigir a los Estados miembros". Finalmente, dos inspectores del Ombudsman Europeo se personaron en la sede del BCE en Fr¨¢ncfort, obtuvieron acceso a la carta y se dirigieron al se?or Ib¨¢?ez explic¨¢ndole que la susodicha carta, aunque s¨ª "invitaba" al Gobierno a "mejorar el funcionamiento de los mercados de trabajo" y "garantizar la sostenibilidad de las finanzas p¨²blicas", no ped¨ªa expresamente al Gobierno espa?ol modificar la Constituci¨®n. El BCE explic¨® que solo pretend¨ªa "proteger la integridad y eficacia de su pol¨ªtica monetaria en beneficio de los ciudadanos de la zona del euro" y argument¨® que su difusi¨®n "perjudicar¨ªa a la protecci¨®n del inter¨¦s p¨²blico en lo relativo a la pol¨ªtica monetaria de la Uni¨®n". El reclamante, insatisfecho, insisti¨®, en vano, en que "en un sistema basado en la legitimidad democr¨¢tica, tanto las autoridades p¨²blicas de la UE como las nacionales deben ser responsables de sus actos ante el p¨²blico".
Nuestro conciudadano Ib¨¢?ez, pese a tener raz¨®n, perdi¨® la batalla, y con ¨¦l la perdieron tambi¨¦n los ciudadanos espa?oles. As¨ª pues, aunque nos alegramos de conocer, por fin, la carta, lamentamos no hacerlo por tener derecho leg¨ªtimo a ello sino por la pretendida magnanimidad de un expresidente que en el poder ocult¨® su existencia al Parlamento y a la ciudadan¨ªa pero al abandonarlo para sentarse en el Consejo de Estado se la llev¨® a casa con el fin de utilizarla en su beneficio cuando mejor le conviniera pol¨ªticamente. Se?or Zapatero: si es tan amable, m¨¢ndele el original al se?or Ib¨¢?ez, se lo ha ganado.
S¨ªgueme @jitorreblanca y en el blog Caf¨¦ Steiner en elpais.com
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