Francia env¨ªa m¨¢s tropas a Rep¨²blica Centroafricana ante el caos civil

Aldeas destruidas y gente buscando refugio en la selva e iglesias. Es el escenario que dibujan quienes est¨¢n sobre el terreno en Rep¨²blica Centroafricana (RCA). El miedo a ser v¨ªctimas de la violencia de los rebeldes del Seleka es tan grande que los civiles prefieren el escondrijo insalubre del espesor de los ¨¢rboles a mantenerse en sus casas. No tienen alternativa y mueren sin atenci¨®n.

Mientras, todo est¨¢ a punto para una intervenci¨®n militar. Las tropas francesas aterrizaron este jueves en la vecina Gab¨®n con un millar de soldados y los veh¨ªculos prometidos el lunes para iniciar el despliegue que reforzar¨¢ a los 400 militares franceses ahora destacados junto con otros 2.600 de la Uni¨®n Africana. Solo esperan que Naciones Unidas apruebe la resoluci¨®n que d¨¦ luz verde a la operaci¨®n, como primer paso para devolver la autoridad al pa¨ªs. "Es un buen movimiento, pero no es suficiente si no existe coordinaci¨®n global", advierte Human Rights Watch (HRW).

La gente tiene p¨¢nico a caer en manos de los antiguos combatientes de Seleka, la guerrilla que en marzo ayud¨® al ahora presidente Michel Djotodia a derrocar con un golpe de Estado a Fran?ois Boziz¨¦. Descontentos con su actuaci¨®n, la mayor¨ªa de guerrilleros ha deso¨ªdo las ¨®rdenes de integrarse al Ej¨¦rcito y han dejado al pa¨ªs sumido en el caos y la violencia. Djotodia es el primer gobernante musulm¨¢n al frente de RCA, donde la mitad de la poblaci¨®n es cristiana y apenas un 15% es de confesi¨®n isl¨¢mica.

Seguridad. Esa es la palabra clave. Restablecer la paz en la capital, Bangui, para que 460.000 desplazados por el conflicto, un 10% de la poblaci¨®n, puedan ir regresando a sus casas, donde encontrar¨¢n mejores condiciones de vida a pesar del pillaje. Y seguridad tambi¨¦n para que las organizaciones humanitarias tengan v¨ªa libre para la distribuci¨®n de alimentos y medicamentos, como apunta Lewis Mudge, investigador de HRW, desde Burundi.

Hace meses que Rep¨²blica Centroafricana, un pa¨ªs de una extensi¨®n comparable a Francia, se encuentra sin Gobierno ni autoridad, y la poblaci¨®n civil ha huido para salvar la vida. En la selva no tienen acceso "a alimentos, agua potable, medicinas o mosquiteras", explica desde Bangui la portavoz de Cruz Roja Internacional, Nadia Dibsy.

La temporada de lluvias est¨¢ a punto de terminar y se espera que la malaria d¨¦ un respiro, explica Sylvain Groulx, responsable de operaciones de M¨¦dicos sin Fronteras en RCA. "Ahora hay agua por todas partes pero no potable y han aumentado los casos de malaria", afirma. La entidad trata sobre todo a pacientes con fiebres altas y tambi¨¦n a guerrilleros heridos.

Los que se esconden en la selva subsisten gracias a algunos frutos y a las ricas cosechas que han tenido este a?o. Pero poco m¨¢s. Los mercados est¨¢n cerrados y las aldeas no est¨¢n abastecidas. Para agravar a¨²n m¨¢s la situaci¨®n, los que han huido han perdido su ganado, lo que sin duda dificultar¨¢ la vuelta a la normalidad cuando se silencien las armas.

Dibsy denuncia que han desaparecido "ambulancias, material m¨¦dico y cl¨ªnicas enteras se han destruido" en los ¨²ltimos meses, por lo que la poblaci¨®n no tiene acceso a una atenci¨®n m¨ªnima. Cruz Roja atiende cada semana a unas 5.000 personas en sus dos cl¨ªnicas m¨®viles. "La gente est¨¢ muy asustada y teme salir de la selva", explica mientras reclama celeridad en la toma de decisiones pol¨ªticas para facilitar el regreso de la normalidad. "La gente tiene que vivir en condiciones inaceptables", resume. Ante la falta de medios, la poblaci¨®n civil vuelve a confiar en la medicina tradicional y se alimentan de frutos que no siempre tienen garant¨ªas, admite Groulx.

La ONU ha alertado de que los enfrentamientos sectarios amenazan con sumir a la Rep¨²blica Centroafricana en una guerra civil entre cristianos y musulmanes. Groulx, de MSF, considera que "RCA no es una segunda Ruanda", en referencia al genocidio de tutsis y hutus de hace 20 a?os.