El Senado mexicano rompe un tab¨² y aprueba la reelecci¨®n de pol¨ªticos

El Senado mexicano levant¨® la madrugada de este mi¨¦rcoles el veto a la reelecci¨®n consecutiva, un tab¨² que hab¨ªa dominado la vida pol¨ªtica del pa¨ªs desde 1933. Los legisladores modificaron 29 art¨ªculos de la Constituci¨®n en una sesi¨®n que dur¨® 14 horas. La reforma pol¨ªtico-electoral fue aprobada con 106 votos a favor, 15 en contra y una abstenci¨®n. La hoja de ruta de esta reforma fue dictada por la oposici¨®n, el Partido Acci¨®n Nacional (PAN, de derechas) y el izquierdista Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), que deseaban dar m¨¢s certidumbre a los procesos electorales y tratar de resquebrajar el poder que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ejerce a trav¨¦s de algunos gobernadores en los estados del pa¨ªs. Varios integrantes de la izquierda, sin embargo, criticaron la reforma en el pleno asegurando que muchos de sus puntos proteg¨ªan el status quo del r¨¦gimen pol¨ªtico y de partidos.

La reelecci¨®n consecutiva ser¨¢ una realidad a partir de 2018. Despu¨¦s de ochenta a?os de estar prohibida, los diputados y senadores podr¨¢n volver a aspirar a repetir mandato hasta por 12 a?os. Los alcaldes podr¨¢n reelegirse un periodo m¨¢s. El presidente de la Rep¨²blica y los gobernadores no cuentan con este beneficio, lo que sigue obedeciendo al reclamo de ¡°no relecci¨®n¡± surgido en la Revoluci¨®n mexicana. La releecci¨®n se reintroduce, seg¨²n el dictamen, para que los legisladores tengan ¡°un v¨ªnculo m¨¢s estrecho¡± con los electores. La propuesta ha causado pol¨¦mica porque solo permite al candidato que desee reelegirse a ser postulado ¡°por el mismo partido¡± con el que gan¨® la primera vez. EL PAN defiende el candado asegurando que es ¡°para evitar el transfuguismo¡±. La izquierda, en cambio, afirma que mantiene ¡°el mismo status quo¡± de los partidos pol¨ªticos al obstaculizar la posibilidad de que un ciudadano se reelija o no como candidato independiente o por otro organismo. Algunos ciudadanos se manifestaron en contra esto en la sesi¨®n del pleno y fueron expulsados violentamente del Senado.

La oposici¨®n logr¨® la creaci¨®n de un Instituto Nacional de Elecciones (INE) que asumir¨¢ tareas de organizaci¨®n de tres mil elecciones y capacitar¨¢ consejeros de los institutos estatales, restando poder a los caciques locales. El INE ¡°amarrar¨¢ las manos a los gobernadores que quieran manejar a su antojo los institutos locales¡±, explic¨® la senadora del PAN, Mariana G¨®mez del Campo.

La reforma permitir¨¢ a los partidos pol¨ªticos en M¨¦xico formar gobiernos de coalici¨®n. La finalidad es ¡°contar con un gobierno unificado¡± donde el Congreso designar¨¢ a los funcionarios del gabinete. Esto pretende mejorar el escenario de un pa¨ªs que ha sido polarizado en sus ¨²ltimas dos elecciones presidenciales. La primera de ellas, en 2006, donde el candidato ganador, Felipe Calder¨®n, tuvo poco margen de gobernabilidad tras haber obtenido un cuestionado triunfo por una diferencia de 0.56% de los votos. La segunda, en 2012, en la que Enrique Pe?a Nieto triunf¨® en medio de se?alamientos de irregularidades. La izquierda logr¨® meter a la reforma el tema de la nulidad de las elecciones que excedan por un m¨ªnimo del 5% el techo de financiamiento de las campa?as cuando haya una diferencia de cinco puntos o menos entre los candidatos en disputa.

Las senadoras mexicanas lograron garantizar que los partidos pol¨ªticos postulen al mismo n¨²mero de hombres y mujeres para puestos de elecci¨®n popular. La reforma convirti¨® la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica en una Fiscal¨ªa general y otorgaron autonom¨ªa al CONEVAL, un organismo que eval¨²a la eficacia de los programas sociales.

Las modificaciones pol¨ªtico-electorales eran el ¨²ltimo paso antes de discutir la reforma energ¨¦tica, el pin¨¢culo en el proyecto reformista de Enrique Pe?a Nieto. Las comisiones encargadas de dictaminarla estaban convocadas para trabajar la tarde de este mi¨¦rcoles en medio de un aparatoso operativo de seguridad que blinda las instalaciones de la c¨¢mara con vallas de dos metros de alto. En la calle, un grupo de representantes de la izquierda, que se oponen a la apertura de los hidcrocarburos a la inversi¨®n privada, impide el paso al Senado. El Gobierno pretende votarla antes de que finalice la semana.