Costa Rica alerta de la aparici¨®n de un supuesto grupo paramilitar
El Gobierno costarricense califica de ¡°mercenaria¡± a una organizaci¨®n que se prepara para defender al pa¨ªs de Nicaragua
La aparici¨®n medi¨¢tica de un centenar de hombres supuestamente presto a defender por las armas a Costa Rica en una eventual guerra con Nicaragua por los conflictos fronterizos bilaterales, fue repudiada por el gobierno costarricense, al advertir que son organizaciones paramilitares que pueden degenerar en ¡°escuadrones de la muerte¡± y en ¡°semilla¡± de mercenarios.
Un autodenominado ¡°Frente Patri¨®tico para la Defensa Nacional¡±, con las c¨¦lulas ¡°Patrulla 1856¡± y ¡°Vanguardia de Hierro¡±, anunci¨® que el pasado fin de semana comenz¨® a adiestrar en t¨¢cticas de combate e infanter¨ªa a cerca de 100 costarricenses en la zona caribe?a de Costa Rica y que la pr¨®xima pr¨¢ctica ser¨¢ a finales de diciembre en esta capital.
¡°La soberan¨ªa nacional no se negocia, se defiende¡±, advirti¨® el costarricense Jos¨¦ Fabio Pizarro¡ªl¨ªder del grupo y quien a mediados de los a?os 2000 fue director de la Fuerza P¨²blica (polic¨ªa) de este pa¨ªs¡ªen una entrevista con el Telenoticias de Canal 7, de esta ciudad.
Pizarro afirm¨® que la meta es estar listos en caso de que el l¨ªo lim¨ªtrofe San Jos¨¦¡ªManagua, que se dirime en la Corte Internacional de Justicia, en Holanda, en disputa de una peque?a porci¨®n del extremo oriental de su frontera, llegue a una guerra. La crisis se agrav¨® luego de que el presidente nicarag¨¹ense Daniel Ortega amenaz¨®, en agosto pasado, con reclamar la noroccidental provincia costarricense de Guanacaste ante la Corte. La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, rechaz¨® la amenaza y acus¨® a Ortega de expansionista.
¡°Debemos prepararnos para lo peor, para la ¨²ltima situaci¨®n que podr¨ªa presentarse que es un conflicto armado. Deber¨ªamos prepararnos o debemos prepararnos y en eso estamos¡±, alert¨® Pizarro, al negar que el Frente sea paramilitar y aducir que es legal y carece de ideolog¨ªa.
Pero en entrevistas por separado con este diario, la c¨²pula de la seguridad de Costa Rica ¡ªel ministro de Seguridad P¨²blica, Mario Zamora, el viceministro de Gobernaci¨®n y Seguridad, W¨¢lter Navarro, y el director de la Fuerza P¨²blica, Juan Jos¨¦ Andrade¡ª repudi¨® la existencia del grupo. En declaraciones a la prensa local, Chinchilla explic¨® que la pr¨¢ctica del grupo ¡°no es el tipo de acciones que encaje¡± con el concepto de seguridad civilista de Costa Rica.
¡°Lamento ese tipo de acciones que vienen a incorporar y a importar a nuestro pa¨ªs la semilla que llev¨® a otras naciones a dirimir de manera armada sus problemas internos. Cuando estos grupos aparecen siempre aparecen inicialmente legitimados en una muy buena causa¡±, dijo Zamora. ¡°Al final la gran pregunta es qui¨¦n los controla, a d¨®nde est¨¢ el poder civil controlando estos grupos, a qui¨¦n sirven, bajo qu¨¦ criterios escogen a su gente, etc¨¦tera¡±, agreg¨®.
¡°Por supuesto¡±, respondi¨®, al record¨¢rsele que la experiencia con estos grupos en Centroam¨¦rica, ya sea Guatemala, El Salvador y Honduras, o en otras partes de Am¨¦rica Latina, como Colombia, es que se sabe como empiezan pero se ignora como terminan. ¡°Exactamente¡±, contest¨® al cuestion¨¢rsele que en esos pa¨ªses degeneraron en ¡°escuadrones de la muerte¡± que arrasaron con opositores pol¨ªticos y clanes de ¡°limpieza social¡±, que comenzaron atacando a la delincuencia y finalizaron aliados a los criminales.
¡°Son grupos que no se sabe al servicio de qui¨¦n est¨¢n, se presentan desideologizados y realmente se pregunta d¨®nde est¨¢ un documento que diga eso, su proceso de escogencia, simplemente esa es la ruta que ha llevado a otros pa¨ªses latinoamericanos a incorporar a importar f¨®rmulas guerrilleras o paramilitares que al final terminan siendo esquemas violatorios de la ley. En un inicio quiz¨¢s no, pero con el desarrollo del fen¨®meno s¨ª¡±, a?adi¨®.
Y, con ¨¦nfasis, sentenci¨®: ¡°Es una llamada de atenci¨®n que nuestro r¨¦gimen de libertades p¨²blicas permita que grupos mercenarios empiecen a formarse por libre adscripci¨®n, fuera de todo control institucional y civil, a vista y paciencia, lo cual puede ser amenaza para el Estado de derecho y la vigencia de nuestro sistema democr¨¢tico. Por supuesto estamos observ¨¢ndolo y d¨¢ndole seguimiento a este tipo de acciones que totalmente descalificamos¡±.
Zamora recalc¨® que el grupo usa ¡°la misma fenomenolog¨ªa que en otros pa¨ªses tambi¨¦n ha permitido la conformaci¨®n de paramilitares, con ex¡ªmilitares y ex¡ªpolic¨ªas o guerrillas con ex¡ªmilitares y ex¡ªpolic¨ªas. Costa Rica nunca ha resuelto de manera armada sus diferencias internas ni externas y que un grupo de costarricenses, contrario a nuestra tradici¨®n y nuestra cultura pol¨ªtica, haga emblema del uso de las armas como la f¨®rmula desde la cual resolver los problemas nacionales, es un llamado de atenci¨®n del tipo de sociedad que estamos construyendo¡±
Para una naci¨®n que el 1 de diciembre de 1948 ¡ªhace 65 a?os¡ª aboli¨® su ej¨¦rcito y deposit¨® su seguridad en el derecho internacional y en una polic¨ªa civil, la aparici¨®n de la c¨¦lula paramilitar ¡°es un hecho grave¡±, por lo que ¡°no podemos permitir que empiecen a aflorar grupos sin ning¨²n control y sin ninguna raz¨®n de ser¡±, aleg¨® Navarro.
¡°El Estado es el ¨²nico con autoridad para organizar y desempe?ar funciones de seguridad. Nada m¨¢s. Se analizar¨¢ lo que pasa con estos grupos, para tomar decisiones en las pr¨®ximas horas¡±, anunci¨®, tras recordar que la Fuerza P¨²blica tiene una reserva para voluntarios.
¡°No apoyamos este tipo de llamamientos. Estamos pendientes de qu¨¦ actos est¨¢n haciendo al margen de la ley y actuaremos como corresponda¡±, ratific¨® Andrade.
En privado, fuentes gubernamentales costarricenses aseguraron que este grupo paramilitar m¨¢s bien sirve a los intereses de Ortega, quien ha dicho que es falso que en Costa Rica no haya ej¨¦rcito y que Nicaragua es v¨ªctima de sus fuerzas de seguridad.
La existencia de paramilitares de izquierda o derecha tampoco es nueva en Costa Rica. En la d¨¦cada de 1980, por impacto de los conflictos b¨¦licos en Nicaragua, El Salvador y Guatemala y de la tensi¨®n militar en Centroam¨¦rica, surgieron paramilitares de derecha e izquierda, desde taxistas anticomunistas reclutados por un movimiento derechista hasta j¨®venes ¡°cheguevaristas¡± procubanos en el ¨¦xtasis de sue?os revolucionarios.
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