Mandela, en sus propias palabras

Los m¨¢s de 50 a?os de vida pol¨ªtica de Nelson Mandela han abarcado numerosos momentos de la historia de Sud¨¢frica y del mundo y han dejado varias frases que dan fe de la evoluci¨®n del l¨ªder sudafricano y de su pensamiento pol¨ªtico.

• ¡°Por mi parte he hecho mi elecci¨®n. No dejar¨¦ Sud¨¢frica, ni me voy a rendir. S¨®lo a trav¨¦s del trabajo duro, el sacrificio y una acci¨®n militante puede conquistarse la libertad. La lucha es mi vida. Continuar¨¦ luchando por la libertad hasta el fin de mis d¨ªas¡±. (Comunicado de prensa emitido durante su estancia en prisi¨®n, 26 de junio de 1961)
• ¡°Es correcto preguntar con claridad: ?por qu¨¦ esta r¨ªgida discriminaci¨®n racial en la administraci¨®n de justicia? ?Por qu¨¦ hoy, en este tribunal, hablo con un juez blanco, me enfrento con un fiscal blanco, y me lleva al banquillo un alguacil blanco? ?Puede alguien, con honradez y seriedad, sugerir que en este tipo de atm¨®sfera la balanza de la justicia est¨¢ equilibrada?¡± (Primeras declaraciones ante el juez, 22 de octubre de 1962)
• (Ante las acusaciones de comunismo.) Luchamos contra dos rasgos que marcan la vida de los africanos en Sud¨¢frica y que est¨¢n protegidas por una legislaci¨®n que buscamos abolir. Estos rasgos son la pobreza y la falta de dignidad humana, y no necesitamos comunistas o eso que llaman "agitadores" para ense?arnos sobre esas cosas. (Declaraci¨®n ante el Tribunal Supremo durante el juicio contra ¨¦l por sabotaje, 20 de abril de 1964)
• ¡°Celebro el ideal de una sociedad democr¨¢tica y libre en la que todas las personas viven juntas en armon¨ªa y con igualdad de oportunidades. Es un ideal para el que pienso vivir y espero alcanzar. Pero, si fuera necesario, es un ideal por el que estoy listo para morir¡±? (Declaraci¨®n ante el Supremo, 20 de abril de 1964)
• ¡°Vuestra libertad y la m¨ªa no pueden separarse. Volver¨¦¡±. (Carta desde la c¨¢rcel, 10 de febrero de 1985)
• "Amigos, camaradas, sudafricanos, os saludo a todos en nombre de la paz, la democracia y la libertad para todos. Me presento ante vosotros no como un profeta, sino como un humilde servidor vuestro, del pueblo. Vuestros incansables y heroicos sacrificios han hecho posible que hoy est¨¦ aqu¨ª. En consecuencia, pongo los a?os que me quedan de vida en vuestras manos". (Discurso en Ciudad del Cabo tras su liberaci¨®n, 11 de febrero de 1990).
• ¡°Nuestra marcha hacia la libertad es irreversible. No podemos dejar que el miedo se interponga en nuestro camino¡±. (Discurso en Ciudad del Cabo tras su liberaci¨®n, 11 de febrero de 1990).
• ¡°Cuando escuch¨¢bamos el vibrante y vigoroso grito de preocupaci¨®n humana, supimos que ser¨ªamos liberados. Vimos que ning¨²n muro de una prisi¨®n, ning¨²n perro guardi¨¢n, ni siquiera el fr¨ªo mar que como un foso mortal rodeaba [la prisi¨®n de] Robben Island, lograr¨ªa frustrar los deseos de la humanidad¡­¡±. (Declaraciones en la Catedral de Uppsala (Suecia), 13 de marzo de 1990)
• ¡°Una naci¨®n no debe juzgarse por como trata a sus ciudadanos m¨¢s distinguidos, sino por como trata a sus m¨¢s humildes¡± (El largo camino a la libertad, autobiograf¨ªa)
• ¡°Conforme nos liberamos de nuestros propios miedos, nuestra presencia libera autom¨¢ticamente a los dem¨¢s¡±. (El largo camino a la libertad, autobiograf¨ªa)
• Que los esfuerzos de todos nosotros prueben que [el l¨ªder por los derechos civiles Martin Luther King, Jr.] no era un mero so?ador cuando habl¨® de la belleza de la verdadera hermandad y paz, m¨¢s preciosa que los diamantes, la plata o el oro. ?Que una nueva era amanezca! (Discurso al recibir el Premio Nobel de la Paz, 1993)
• Hemos triunfado en nuestro esfuerzo en asentar la esperanza en los corazones de millones de compatriotas. Hemos firmado un pacto por el que construiremos la sociedad en la que todos los sudafricanos, blancos y negros por igual, podr¨¢n caminar con orgullo, sin miedo en sus corazones, seguros de su derecho inalienable a la dignidad humana - una naci¨®n arcoiris, en paz consigo misma y con el mundo. (Discurso en su toma de posesi¨®n, 1994)
• ¡°El tiempo de curar las heridas ha llegado. El momento de salvar los abismos que nos dividen ha llegado. Es la hora de construir¡±. (Discurso en su toma de posesi¨®n, 1994)
• Quiero decir cuan privilegiado me siento al haber participado en los logros de nuestra naci¨®n en los ¨²ltimos cinco a?os. Modestamente, me siento honrado de haber sido su representante, en el nombre de los principios defendidos por nuestro pueblo. Ha sido una inspiraci¨®n servir a un pa¨ªs que ha ayudado a renovar la esperanza del mundo de que todos los conflictos, por intratables que parezcan, pueden resolverse pac¨ªficamente. (Discurso en el banquete de despedida, 16 de junio de 1999)