Obama decidir¨¢ sobre la reforma del sistema de espionaje de EE UU en enero

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciar¨¢ los cambios en el funcionamiento de los programas de espionaje de la Administraci¨®n el pr¨®ximo mes de enero. Las decisi¨®n que adopte el mandatario ser¨¢ fruto de un concienzudo an¨¢lisis de los informes sobre la revisi¨®n de las pr¨¢cticas de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) que ¨¦l mismo orden¨® realizar a diferentes grupos de expertos este verano, como reacci¨®n al creciente malestar, nacional e internacional, generado por las filtraciones sobre los programas de inteligencia y recopilaci¨®n de datos desarrollados por el Gobierno estadounidense.

El primero de los documentos fruto de la orden del presidente de revisar los sistemas de vigilancia de la NSA se conoci¨® este mi¨¦rcoles. El comit¨¦ de expertos que lo conformaba, entre ellos varios miembros de los servicios de inteligencia, como Michael Morell, ex subdirector de la CIA, o Richard Clarke, antiguo jefe de Antiterrorismo de la Administraci¨®n Clinton, ha cuestionado la extensi¨®n de varios de los programas de espionaje de la agencia y ha recomendado al presidente que establezca restricciones a las pr¨¢cticas y al alcance nacional e internacional de esas pr¨¢cticas.

Las decisi¨®n que adopte el mandatario ser¨¢ fruto de un concienzudo an¨¢lisis de los informes sobre la revisi¨®n de las pr¨¢cticas de vigilancia de la NSA que ¨¦l mismo orden¨® realizar a diferentes grupos de expertos este verano

¡°En las pr¨®ximas semanas el presidente consultar¨¢ con su equipo de seguridad nacional el informe de la comisi¨®n de revisi¨®n y establecer¨¢ cu¨¢les de sus recomendaciones aplicar¨¢. El presidente continuar¨¢ consultando con el Congreso conforme las reformas vayan siendo consideradas en cada c¨¢mara¡±, ha se?alado la Casa Blanca, tras hacer p¨²blico el estudio de grupo de expertos. Su portavoz, Jay Carney, ha insinuado que Obama estudiar¨¢ el documento durante sus vacaciones navide?as en Hawai ¨Cque comienza este viernes- y que informar¨¢ de los cambios en el sistema de espionaje en enero, muy probablemente cuando regrese de su descanso y antes del discurso sobre el estado de la Uni¨®n del 28 de enero.

La decisi¨®n que adopte el presidente tendr¨¢ muy en cuenta la ponderaci¨®n entre la protecci¨®n de la seguridad nacional y el respeto a la privacidad de los ciudadanos, pero no podr¨¢ obviar el recelo internacional que han suscitado esas pr¨¢cticas y la necesidad de enviar a sus aliados el mensaje de que EE UU es sensible a sus quejas y que va a limitar, de alguna manera, el alcance de su sistema de espionaje. El propio Obama ha reconocido en varias ocasiones que no porque el pa¨ªs tenga la capacidad de hacerlo, debe vigilar a todo el mundo. La extensi¨®n, la indiscriminaci¨®n y, sobre todo, la aparente falta de control de los programas de la NSA han puesto en jaque la agenda de pol¨ªtica exterior del presidente para su segundo mandato.

La posibilidad de un acuerdo sobre la reducci¨®n de las armas nucleares con Rusia, a lo que aspiraba Obama antes de abandonar la Casa Blanca, parece m¨¢s lejos que nunca toda vez que Mosc¨² ha otorgado asilo a Snowden, y la posici¨®n dominante en el debate sobre la pirater¨ªa internacional que EE UU pensaba adoptar sobre China ha quedado absolutamente anulada. La crisis de confianza abierta con Alemania, su principal socio europeo, tras desvelarse la vigilancia al tel¨¦fono m¨®vil de la canciller Angela Merkel, no tienen visos de cicatrizar a medio plazo, si bien ha logrado esquivar las negociaciones sobre el ansiado tratado de libre comercio entre Washington y la Uni¨®n Europea.

La decisi¨®n tendr¨¢ muy en cuenta la ponderaci¨®n entre la protecci¨®n de la seguridad nacional y el respeto a la privacidad de los ciudadanos, pero no podr¨¢ obviar el recelo internacional que han suscitado esas pr¨¢cticas y la necesidad de enviar a sus aliados el mensaje de que EE UU va a limitar el alcance de su sistema de espionaje

Es evidente que para recuperar la credibilidad perdida, tanto en el exterior como en EE UU, Obama necesita realizar cambios, quiz¨¢s no profundos, pero s¨ª relevantes, que le ayuden a retomar la senda del liderazgo f¨¢ctico pero, sobre todo, moral a nivel internacional, que las filtraciones de Snowden han puesto en entredicho.

Cuando el inform¨¢tico comenz¨® a filtrar con cuentagotas los programas de espionaje de la NSA el pasado mes de junio, la Administraci¨®n contraatac¨® asegurando que las pr¨¢cticas no conculcaban ninguna disposici¨®n legal y que eran esenciales para la seguridad nacional. Conforme las informaciones desvelaban las dimensiones del espionaje, que se extend¨ªa no s¨®lo a ciudadanos extranjeros sospechosos de terrorismo, sino a nacionales y a empresas y l¨ªderes pol¨ªticos de otros pa¨ªses, la argumentaci¨®n del Gobierno estadounidense pas¨® de sostener que todos los Estados llevaban a cabo esas pr¨¢cticas hasta reconocer que el presidente ignoraba el alcance de la vigilancia, una excusa calificada de ¡°pat¨¦tica¡± en un editorial de The New York Times.

En agosto, sometido a un descr¨¦dito internacional y acuciado por las protestas de mandatarios internacionales afectados directamente por el espionaje de EE UU, entre ellos l Merkel, o los presidentes franc¨¦s y brasile?a, Fran?oise Hollande y Dilma Rousseff ¨Cquien suspendi¨® su visita oficial a Washington prevista para octubre-, Obama anunci¨® una ofensiva para reconducir la deriva de los programas de inteligencia de la Administraci¨®n, manteniendo el equilibrio entre la seguridad y el derecho a la privacidad.

La presi¨®n sobre la necesidad de adoptar reformas cuanto antes se ha multiplicado y ya no proviene principalmente de parte de los gigantes tecnol¨®gicos, cuya connivencia con las pr¨¢cticas de vigilancia desveladas por Snowden les est¨¢ pasando factura, sobre todo a nivel internacional. Este lunes un juez federal fallaba que los programas de recopilaci¨®n de llamadas de la NSA ten¨ªan una "alta probabilidad" de ser inconstitucionales. Se trataba de la primera sentencia contraria a la agencia desde que comenzaran las filtraciones hace seis meses. El magistrado sosten¨ªa que no estaba claramente comprobado que el rastreo de llamadas hubiera contribuido a contender la amenaza terrorista. Una conclusi¨®n a la que tambi¨¦n ha llegado la comisi¨®n de revisi¨®n de las agancia.

En esas conclusiones la opini¨®n de los responsables de la NSA tambi¨¦n tendr¨¢ un peso espec¨ªfico y, de momento, sus l¨ªderes han defendido la importancia de esos programas

Adem¨¢s de ese informe del comit¨¦ de expertos, un equipo representativo de las organizaciones de defensa de las libertades civiles, constituido tras los atentados del 11-S y con el que Obama se ha reunido en varias ocasiones, est¨¢ trabajando en su propio estudio que presentar¨¢ a la Casa Blanca en enero y que la Administraci¨®n, seg¨²n ha reconocido este mi¨¦rcoles Carney, tambi¨¦n tendr¨¢ en cuenta a la hora de adoptar su decisi¨®n final sobre la revisi¨®n de los programas de la NSA.

La Casa Blanca no ha desvelado cu¨¢ntas de las 46 recomendaciones incluidas en el informe hecho p¨²blico este mi¨¦rcoles est¨¢ dispuesta a seguir, aunque, de acuerdo con las afirmaciones del Consejo de Seguridad Nacional, no se tomar¨¢n en cuenta ni la propuesta de que sea un civil quien est¨¦ al frente de la NSA, ni la escisi¨®n del Cibercomando, la unidad de hackers del Ej¨¦rcito creada en 2009 y que, desde ese momento, siempre ha estado bajo el control de la agencia.

En esas conclusiones la opini¨®n de los responsables de la NSA tambi¨¦n tendr¨¢ un peso espec¨ªfico y, de momento, sus l¨ªderes han defendido la importancia de esos programas en todas y cada una de las numerosas audiencias que se han celebrado en el Congreso desde que comenzaran las filtraciones de Snowden. El director de la agencia, el general Keith Alexander, sostuvo la semana pasada, en una vista en el Senado, que los programas de recopilaci¨®n de llamadas de la agencia, eran ¡°un modelo para EE UU y para el resto del mundo¡±.

En el Congreso tambi¨¦n se ha iniciado un proceso de revisi¨®n del funcionamiento de la NSA

En el Congreso tambi¨¦n se ha iniciado un proceso de revisi¨®n del funcionamiento de la NSA. De momento, existe una propuesta, presentada por los presidentes de Asuntos Jur¨ªdicos de ambas c¨¢maras, el congresista republicano James Sensenbrenner y el senador dem¨®crata Patrick Leahy, muy en la l¨ªnea del documento de la comisi¨®n de expertos encargada de la revisi¨®n de la NSA. De hecho, Leahy ha considerado ese informe como una ¡°reivindicaci¨®n¡± de su iniciativa legislativa. ¡°El mensaje a la NSA que procede de cada una de las ramas del Gobierno y de cada uno de los rincones de la naci¨®n es de que ha ido demasiado lejos. La recopilaci¨®n indiscriminada de datos debe terminar¡±, ha se?alado este mi¨¦rcoles el senador.

Por otro lado, la presidenta del Comit¨¦ de Inteligencia del Senado, la dem¨®crata Dianne Feinstein, ha defendido el mantenimiento de los programas de la NSA, pero con un incremento de los requisitos previos para su ejecuci¨®n. Feinstein , no obstante, tambi¨¦n ha reconocido la excesiva magnitud y descontrol de las pr¨¢cticas de la agencia.

El comit¨¦ de expertos va a seguir operativo en los pr¨®ximos 30 d¨ªas para poder testificar ante el Congreso y poder defender las recomendaciones establecidas en su informe remitido a la Casa Blanca.