La Ley de Defensa de EEUU incluye los cr¨ªmenes sexuales en el Ej¨¦rcito
El Senado aprueba por amplio margen una legislaci¨®n que protege a las v¨ªctimas de esos delitos y concede flexibilidad a Obama para transferir presos de Guant¨¢namo a terceros pa¨ªses
El Congreso de Estados Unidos ha pasado cada a?o desde la Administraci¨®n Kennedy una Ley de Defensa, pero sin lugar a dudas la de este ejercicio (el 52?) ha sido la m¨¢s peleada y tortuosa que se recuerda en el Capitolio. Con un voto de 84-15, el Senado aprobaba finalmente el jueves por la noche una ley que planta batalla a los asaltos sexuales dentro de las filas militares y obliga al Pent¨¢gono a revisar su posici¨®n frente a estos y las violaciones cometidas dentro del estamento. La C¨¢mara pas¨® la legislaci¨®n de manera abrumadora la semana pasada.
En los ¨²ltimos a?os, estos cr¨ªmenes han aumentado de forma alarmante ¨Co se han dado a conocer-. El departamento de Defensa estima que al menos 26.000 personas fueron asaltadas o violadas el a?o pasado. Pero solo una fracci¨®n de esa cifra llega a ser conocida, ya que solo 3.000 casos han sido denunciados a la polic¨ªa militar o han llegado a manos de los fiscales.
La Casa Blanca ha mostrado su apoyo a la legislaci¨®n, que dota al Pent¨¢gono con m¨¢s de 550.000 millones para gastos de defensa, entre ellos 81.000 para operaciones en el extranjero, incluida la retirada de las tropas de EEUU en Afganist¨¢n. La legislaci¨®n tambi¨¦n autoriza un incremento del 1% en la paga de los miembros en activo y establece otros beneficios para las fuerzas de combate.
La legislaci¨®n dota al Pent¨¢gono con m¨¢s de 550.000 millones para gastos de defensa, entre ellos 81.000 para operaciones en el extranjero
Pero un a?o m¨¢s, la ley bloquea cualquier intento de la Administraci¨®n Obama de transferir a Estados Unidos a los sospechosos de terrorismo encerrados en la base naval militar de EEUU en Guant¨¢namo, en Cuba, lo que sigue posponiendo el objetivo del presidente de cerrar la pol¨¦mica instalaci¨®n. Sin embargo, la nueva legislaci¨®n otorga cierta flexibilidad a Obama para poder transferir a casi la mitad de los presos a terceros pa¨ªses ¨Cen la actualidad hay en Guant¨¢namo 158 reos-.
Este a?o, la ley cuenta con una provisi¨®n de fondos para destruir las armas qu¨ªmicas de Siria y otorga dinero para estudiar la viavilidad de establecer un sistema de defensa de misiles en la costa Este norteamericana.
Pero sin duda, el aspecto m¨¢s importante de la ley es el referido a los asaltos sexuales, lo que supone una gran victoria para las mujeres que sirven en el Ej¨¦rcito y para el cada vez mayor n¨²mero de mujeres que forman el Congreso, quienes lucharon por reformar el C¨®digo de Justicia Militar.
La reforma quita a los comandantes el poder de revocar sentencias; elimina el periodo de cinco a?os en el que caducaban los delitos sexuales; y establece una gu¨ªa de sentencias m¨ªnimas para quienes sean encontrados culpables de cr¨ªmenes sexuales
La senadora Clair McCaskill (dem¨®crata de Misuri) -qui¨¦n abog¨® por mayores cambios pero que no han sido incluidos en la ley final- ha dicho que la legislaci¨®n supone ¡°una gran victoria¡± para las v¨ªctimas de asaltos sexuales pero ha a?adido que todav¨ªa no se ha llegado a la l¨ªnea final de meta. ¡°En los meses y a?os que est¨¢n por llegar habr¨¢ que estar vigilantes de que esta hist¨®rica reforma se cumpla con efectividad¡±, ha declarado la senadora.
La reforma quita a los comandantes el poder de revocar sentencias; elimina el periodo de cinco a?os en el que caducaban los delitos sexuales; y establece una gu¨ªa de sentencias m¨ªnimas para quienes sean encontrados culpables de cr¨ªmenes sexuales.
La nueva legislaci¨®n, sin embargo, no incluye una propuesta que fue pol¨¦mica durante su debate y que defendi¨® Kirsten Gillibrand, senadora dem¨®crata por Nueva York. Gillibrand pidi¨® que se concediera a las v¨ªctimas de cr¨ªmenes sexuales dentro del Ej¨¦rcito una v¨ªa independiente fuera de la cadena de mando para que se juzgara a sus atacantes, despojando de autoridad a los comandantes. Tanto el Pent¨¢gono como varios legisladores se opusieron a la medida.
El tema de la ley y los asaltos sexuales alcanz¨® una cumbre nunca antes subida cuando el pasado mes de junio altos mandos de la Armada, la Marina, la Fuerza A¨¦rea; el Cuerpo de Marines; y los Guarda Costas comparecieron de forma conjunta ante el Comit¨¦ de Servicios Armados del Senado para enfrentar un duro interrogatorio sobre lo que muchos han descrito como ¡°una epidemia dentro del Ej¨¦rcito¡±. Entonces, la senadora Gillibrand sugiri¨® que tanto el sexismo como la ignorancia intencionada hab¨ªan contribuido a que el problema tuviera las dimensiones que ahora tiene.
¡°No todos los altos mandos est¨¢n de acuerdo en que haya mujeres sirviendo en el Ej¨¦rcito¡±, dijo la senadora. ¡°No todos los comandantes saben distinguir entre lo que es un cachete en el trasero y una violaci¨®n porque mezclan todo¡±, finaliz¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.