Cuatro inmigrantes magreb¨ªes se cosen la boca en un centro temporal de Roma
Los extranjeros protestaban por el largo periodo de cautividad que permite la ley italiana
Con un encendedor han fabricado la aguja. De una manta han desprendido los hilos. Y la desesperaci¨®n ha hecho el resto. Al menos cuatro inmigrantes magreb¨ªes (algunas cifras aumentan la cifra hasta ocho) se han cosido la boca en el Centro de Identificaci¨®n y Expulsi¨®n (CIE) de Roma para protestar por el largo periodo de tiempo ¨Chasta 18 meses¨C que la ley italiana permite tenerlos en cautividad. Seg¨²n el alcalde, Ignazio Marino, del Partido Democr¨¢tico (PD), la protesta ¡°impone con fuerza la reapertura de un debate nacional sobre estos lugares inhumanos y sobre una ley, la Bossi-Fini, que equipara con criminales a quien huye de guerras, violencias y pobreza¡±.
Seg¨²n las autoridades del CIE de Ponte Galeria (situado junto a la autov¨ªa que une la ciudad con el aeropuerto de Fiumicino), cuatro inmigrantes tunecinos, de entre 20 y 40 a?os, que llevaban varios d¨ªas all¨ª internados se cosieron la boca a primeras horas de la ma?ana utilizando como aguja la parte met¨¢lica de un encendedor. Todos fueron atendidos por trabajadores del centro, que no consideraron necesario su traslado a un hospital. Uno de los inmigrantes iba a ser repatriado a T¨²nez el lunes pr¨®ximo. Aunque los medios italianos discrepan en las cifras, al menos otro inmigrante ¨Cde nacionalidad marroqu¨ª¡ª habr¨ªa emulado por la tarde la acci¨®n de protesta de sus compa?eros de infortunio.
El alcalde, Ignazio Marino, manifest¨®: ¡°No podemos, y no queremos, acostumbrarnos a las tragedias. Al contrario, debemos implicarnos todos contra la indiferencia¡±
A trav¨¦s de su cuenta de Facebook, el alcalde, Ignazio Marino, manifest¨®: ¡°No podemos, y no queremos, acostumbrarnos a las tragedias. Al contrario, debemos implicarnos todos contra la indiferencia¡±. Una indiferencia que qued¨® patente, de forma vergonzosa, hace solo unos d¨ªas, cuando la televisi¨®n p¨²blica RAI2 difundi¨® unas im¨¢genes grabadas con un tel¨¦fono m¨®vil por uno de los inmigrantes confinados en el centro de internamiento de Lampedusa. En ellas se ve¨ªa c¨®mo los j¨®venes eran fumigados contra la sarna delante de todos, sin miramientos ni ning¨²n tipo de delicadeza, todos en fila, desnudos, con los brazos en cruz.
Las im¨¢genes del v¨ªdeo de la verg¨¹enza, grabadas tan solo dos meses despu¨¦s de la muerte de m¨¢s de 500 inmigrantes ¨Cmuchos de ellos ni?os-- frente a las aguas de la isla, dejaba al descubierto que las promesas del Gobierno de mejorar las condiciones de vida de los extranjeros no se hab¨ªan cumplido. El esc¨¢ndalo provoc¨® que los responsables del centro fueran despedidos y que, ante la amenaza de Bruselas de retirar las ayudas, el vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, Angelino Alfano, del Nuevo Centroderecha, haya prometido: ¡°Aquellas im¨¢genes no se volver¨¢n a repetir. Lampedusa no puede ser una zona franca donde se pisotean los derechos humanos¡±.
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