El obst¨¢culo entre los hispanos y los nuevos seguros m¨¦dicos
El sistema necesita asegurados j¨®venes y sanos para sufragar los gastos de enfermos mayores
El largo debate sobre la reforma del sistema sanitario de Estados Unidos retras¨® otra de las grandes prioridades del presidente Obama desde su primer mandato: el nuevo sistema de inmigraci¨®n. Ahora, cuando los ciudadanos deben empezar a adquirir las p¨®lizas de seguros m¨¦dicos, las leyes migratorias pueden impedir que los hispanos, un sector de la poblaci¨®n del que depende en gran parte el proyecto de Obama, se quede fuera del sistema.
La Casa Blanca ha publicado en las ¨²ltimas semanas la versi¨®n en espa?ol de la p¨¢gina web donde los ciudadanos pueden comprar los nuevos seguros con el objetivo de atraer as¨ª a los m¨¢s de 10 millones de hispanos que pueden beneficiarse de la nueva ley. Los latinos representan un 17% de la poblaci¨®n, pero ascienden a un tercio de los estadounidenses sin cobertura sanitaria.
La media de edad de los hispanos -27 a?os, en comparaci¨®n con los 42 de los estadounidenses blancos- les convierte en una de las claves de la reforma. El nuevo sistema requiere de asegurados j¨®venes y sanos cuyas cuotas mensuales ayuden a sufragar el gasto que supone el envejecimiento de la poblaci¨®n o el incremento de pacientes con enfermedades cr¨®nicas.
La Casa Blanca a¨²n no ha publicado datos espec¨ªficos sobre los ciudadanos que han empezado a contratar estos seguros -m¨¢s de un mill¨®n de personas hasta el 29 de diciembre- pero s¨ª lo han hecho algunos Estados como California. All¨ª, s¨®lo un 13% de los nuevos asegurados son hispanos, a pesar de que este grupo compone el 38% de la poblaci¨®n del Estado.
Los latinos representan un 17% de la poblaci¨®n, pero ascienden a un tercio de los ciudadanos sin cobertura sanitaria
Hugo Ram¨ªrez, coordinador del grupo Visi¨®n y Compromiso en California, asegura que uno de los mayores obst¨¢culos para los hispanos es el caso de las familias donde algunos miembros son estadounidenses y otros son indocumentados. La organizaci¨®n trabaja desde hace varios meses para hacer llegar a los hispanos la informaci¨®n que necesitan para poder adquirir las nuevas p¨®lizas o saber si pueden beneficiarse de ayudas econ¨®micas.
Ram¨ªrez explica que uno de los casos m¨¢s comunes es el de una madre indocumentada con dos hijos nacidos en EE UU, para los que quiere comprar el seguro. La mujer, por ejemplo, puede tener un n¨²mero de identificaci¨®n para pagar impuestos como extranjera, y en el caso de no tenerla, deber¨¢ empezar a pagar por primera vez. El temor a revelar que est¨¢ recibiendo ingresos en EE UU y a que se comparta esa informaci¨®n con las autoridades de inmigraci¨®n puede dejar a muchos hispanos, incluidos menores de edad con derecho a un seguro, sin cobertura ni acceso a cuidados m¨¦dicos.
La Casa Blanca ha reiterado que la informaci¨®n que proporcionen los ciudadanos a la hora de contratar seguros nunca va a ser compartida con la Agencia de Inmigraci¨®n y Aduanas. Sin embargo, insiste Ram¨ªrez, la desinformaci¨®n se ha convertido en otro de sus grandes obst¨¢culos. "Al principio lo ¨²nico que preocupaba era por qu¨¦ iban a tener que pagar m¨¢s impuestos en plena crisis econ¨®mica", dice Ram¨ªrez. "Ahora tienen varias versiones de en qu¨¦ consiste la reforma".
Abraham Hern¨¢ndez, vicepresidente de la Coalici¨®n Nacional Hispana de Liderazgo Cristiano, coincide en que la falta de informaci¨®n puede complicar el acceso al nuevo mercado de seguros. Hern¨¢ndez supervisa el trabajo de la organizaci¨®n en el noreste del pa¨ªs. En Estados como Connecticut, el 40% de los ciudadanos sin seguro son hispanos. ¡°Trabajamos en iglesias y con activistas locales para explicarles, persona por persona, en qu¨¦ consiste la legislaci¨®n¡±, asegura.
Ambos conf¨ªan en que el nivel de conexi¨®n de una comunidad como la hispana, con lazos muy estrechos entre los grupos familiares, favorezca el acceso a la informaci¨®n, primero, y a los seguros, despu¨¦s. ¡°Algunos ni siquiera saben que se pueden beneficiar de ayudas del Gobierno para comprar las p¨®lizas¡±, asegura Hern¨¢ndez.
Para ¨¦l, el dif¨ªcil comienzo del nuevo sistema, complicado a¨²n m¨¢s por los fallos en la p¨¢gina web que sirve de portal al mercado de seguros, puede cambiar muy pronto. El ejecutivo conf¨ªa en que el lento arranque cambiar¨¢ ¡°en cuanto los ciudadanos empiecen a escuchar historias de vecinos y amigos que ya disfrutan de atenci¨®n m¨¦dica gracias a un seguro m¨¦dico o que se han beneficiado de un subsidio¡±.
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