B¨¦lgica expuls¨® a 2.000 europeos en 2012

Por las rendijas de la legislaci¨®n comunitaria se cuelan situaciones poco compatibles con los valores de la Uni¨®n Europea. B¨¦lgica ha aprovechado una de esas rendijas para incrementar lo que hasta hace poco era una pr¨¢ctica aislada: la expulsi¨®n de ciudadanos comunitarios que representan ¡°una carga excesiva¡± para el sistema social. En 2012, 1.918 europeos tuvieron que abandonar el pa¨ªs, el doble que un a?o antes. Y en los ocho primeros meses de 2013, la cifra superaba ya las 1.100 personas.

Para ilustrar la crudeza de este tipo de salidas forzosas de ciudadanos europeos, la prensa belga se hizo eco hace unos d¨ªas del caso de una familia francesa con cuatro hijos y amenazada de expulsi¨®n. Tras residir en el pa¨ªs durante tres a?os, la familia se enfrentaba al retorno por no poder acreditar recursos suficientes para subsistir en el pa¨ªs. El impacto de la noticia permiti¨® a la mujer encontrar un trabajo a tiempo parcial. Pero las expulsiones contin¨²an para otros muchos europeos an¨®nimos que no logran una soluci¨®n a tiempo.

Los datos sobre estas expulsiones han salido a la luz por una pregunta parlamentaria formulada a la secretaria de Estado de Asilo y Migraci¨®n, Maggie De Block. Pero los cambios legales que han acelerado las expulsiones del pa¨ªs datan de 2012. ¡°No hay nada nuevo¡±, argumenta una portavoz de De Block, que se sorprende de que varios medios locales y extranjeros se hayan hecho eco estos d¨ªas de la situaci¨®n belga. La portavoz explica que la ley se endureci¨® en 2012 para evitar los abusos que dicen detectar en las ayudas sociales que perciben algunos ciudadanos comunitarios.

El Ejecutivo utiliza una rendija legal y duplica la cifra de repatriados

El Gobierno basa esa ley en una directiva europea que entr¨® en vigor en 2004 y que fijaba las condiciones de libre circulaci¨®n y residencia de los ciudadanos comunitarios en el conjunto de la UE. Aunque el esp¨ªritu de esa norma es precisamente consagrar este derecho esencial europeo, la ley belga se agarra a una interpretaci¨®n, m¨¢s que a una afirmaci¨®n expresa, de esa directiva. El texto que sali¨® del Parlamento Europeo aseguraba que los ciudadanos comunitarios gozar¨¢n de derecho de residencia ¡°mientras no se conviertan en una carga excesiva¡± para el Estado que los acoge. Para el Ejecutivo del socialista Elio Di Rupo, eso implica que, si son una carga, deben ser expulsados.

Al igual que ocurre en pa¨ªses vecinos, detr¨¢s de este tipo de medidas figura un personaje pol¨ªtico que ha cimentado buena parte de su popularidad en las pol¨ªticas de mano dura hacia el extranjero. De Block, la responsable de Asilo, es una liberal flamenca que figura a la cabeza de los pol¨ªticos m¨¢s valorados en la escena belga. El complejo engranaje de la pol¨ªtica en este pa¨ªs, con un Ejecutivo de coalici¨®n que aglutina a seis partidos de todas las sensibilidades ¡ªsalvo los nacionalistas flamencos¡ª da pie a que salgan todo tipo de medidas de un mismo Consejo de Ministros.

De Block se equipara as¨ª a otros colegas como la temida ministra brit¨¢nica de Interior, Theresa May, que ha mantenido el discurso m¨¢s rotundo contra los extranjeros, o su hom¨®logo franc¨¦s, Manuel Valls, el miembro m¨¢s valorado del Ejecutivo de Fran?ois Hollande tras haber adoptado decisiones controvertidas como las expulsiones de gitanos.