_
_
_
_

La guerra vista por los que la vivieron

Cinco centenarios nos hablan un siglo despu¨¦s de la guerra y de sus vidas a caballo entre dos siglos. Nos prestan sus recuerdos, un extraordinario y valioso eslab¨®n con el pasado

Dorothy Ellis junto a una foto de su marido, que combati¨® durante la I Guerra Mundial.
Dorothy Ellis junto a una foto de su marido, que combati¨® durante la I Guerra Mundial.

Dorothy Ellis, Reino Unido.

"Se supon¨ªa que iba a ser la guerra que acabara con todas las guerras pero no lo fue¡±

Durante su noviazgo no surgi¨® el tema de la Primera Guerra Mundial. Fue despu¨¦s de casarse cuando advirti¨® una cicatriz del tama?o de una moneda en la parte inferior de la pierna de su marido, Wilfred.

¡°Al principio no hablamos de la guerra¡±, dice. ¡°Ten¨ªamos muchas otras cosas de las que hablar. Y, como a muchos otros hombres de la ¨¦poca, no le gustaba hablar de lo que hab¨ªa vivido. Pero cuando vi la herida le pregunt¨¦. Me dijo: ¡®Es un agujero de bala¡¯, y entonces empez¨® a contarme cosas poco a poco¡±.

Dorothy, de 92 a?os, es la ¨²ltima viuda superviviente de un soldado brit¨¢nico de la Primera Guerra Mundial. No naci¨® hasta tres a?os despu¨¦s de la guerra y no se cas¨® con Wilfred hasta 1942. Pero sus recuerdos de ¨¦l, las conversaciones que manten¨ªa y las escasas reliquias que conserva de cuando ¨¦l era un adolescente que luchaba en el horror embarrado del Frente Occidental ofrecen un extraordinario, fr¨¢gil y valioso eslab¨®n con la Gran Guerra.

¡°Cuando vi la cicatriz me cont¨® c¨®mo le dispararon en el tobillo y casi no pod¨ªa andar¡±, recuerda Dorothy. ¡°Se apoy¨® en el hombro de un amigo que le ayud¨® a atravesar la tierra de nadie. Llegaban balas de todas partes, pero consiguieron esquivarlas y llegar al otro lado. El amigo le dijo: ¡®Aqu¨ª estamos, no puedo hacer m¨¢s por ti¡¯. Wilfred contest¨®: ¡®Muchas gracias¡¯¡±.

Estaban metiendo a los heridos en carromatos. Wilfred pregunt¨® si pod¨ªan llevarle y se las arregl¨® para subir. ¡°Ocup¨® la ¨²ltima plaza¡±, dice Dorothy.

Wilfred ten¨ªa 19 a?os y no le dejaron remolonear en el hospital. ¡°Hab¨ªa tantos muertos que les ordenaban volver al frente incluso aunque todav¨ªa no estuvieran bien del todo¡±.

Dorothy sabe con exactitud la fecha de la herida porque Wilfred la anot¨® en la primera p¨¢gina de una Biblia diminuta que llevaba, hoy una reliquia delicada y llena de se?ales de su servicio. Escribi¨®: ¡°Herido en marzo de 1918¡±. La siguiente anotaci¨®n es igual de breve: ¡°Gaseado en agosto de 1918¡±.

¡°Fue el fosgeno¡±, explica Dorothy. El ataque con gas se produjo durante la segunda betalla del Somme. ¡°No pudo eludirlo¡±, dice. ¡°Fue una batalla terrible. Una vez m¨¢s, uno de sus amigos le ayud¨® a llegar a una trinchera vac¨ªa. Wilfred me cont¨® que se qued¨® all¨ª, tendido, esperando y rezando para que se detuviera la lucha. Al cabo de un rato, apareci¨® un soldado alem¨¢n que entr¨® de un salto, armado con una bayoneta que apunt¨® al est¨®mago de Wilfred. Este crey¨® que le hab¨ªa llegado la hora. Pero, por alguna raz¨®n, el alem¨¢n se fue. Seguramente, me cont¨® mi marido, crey¨® que era un pobre diablo y que no merec¨ªa la pena el esfuerzo. Nuestros soldados se apoderaron de la trinchera y Wilfred se salv¨®¡±.

Una de las cosas que m¨¢s lamentaba Wilfred era que los soldados supieron con retraso que se hab¨ªa terminado la guerra, en noviembre de 1918. ¡°Al principio no se dio cuenta¡±, dice Dorothy. ¡°Siguieron luchando, la guerra continu¨® para ellos. Se enteraron al d¨ªa siguiente, y fue horrible, porque hubo hombres que murieron o resultaron heridos cuando la guerra ya se hab¨ªa terminado¡±.

La ¨²ltima anotaci¨®n de Wilfred en la biblia dice: ¡°Regreso a casa diciembre de 1918¡±, y entonces comenz¨® el resto de su vida. ¡°Quiso dejarlo atr¨¢s y continuar con su vida. No ten¨ªa malos sentimientos. Sigui¨® adelante. Era una persona que ten¨ªa una fe muy s¨®lida y creo que la oraci¨®n le ayud¨®¡±.

De vuelta en Inglaterra, la familia de Wilfred le ayud¨® a recobrar la salud. Ten¨ªa talento musical y vivi¨® d¨ªas felices como primer violinista en la orquesta del transatl¨¢ntico Empress of Britain, convencido de que el aire de mar le ayudar¨ªa a recuperarse de los efectos del gas, aunque siempre sufri¨® brotes de bronquitis. A pesar del disparo en el tobillo, era buen bailar¨ªn.

Se mud¨® de Londres a Devon, donde conoci¨® y se enamor¨® de Dorothy, pese a tener el doble de a?os que ella. Se casaron y establecieron una tienda de antig¨¹edades. Uno de sus vecinos era el escritor Michael Morpurgo, que escribi¨® algunos elementos de su libro War Horse inspir¨¢ndose en las historias de la guerra que le contaban Wilfred y otros habitantes del pueblo.

Durante todo ese tiempo, Dorothy siempre quiso que Wilfred le contara cosas. En una ocasi¨®n le pregunt¨® porqu¨¦ se hab¨ªa alistado antes de cumplir 18 a?os. ¡°Le pregunt¨¦ por qu¨¦ lo hab¨ªa hecho¡±, dice. ¡°El caso es que era alto, (1,88) y delgado. Parec¨ªa mayor, y en esos d¨ªas, en Inglaterra, las se?oras daban una pluma blanca, una se?al de cobard¨ªa, a los hombres que no iban de uniforme. Wilfred me contest¨®: ¡®Me propuse que ninguna se?ora tuviera que darme nunca ninguna pluma. As¨ª que me alist¨¦ y me fui¡¯¡±.

Sin embargo, nunca se enfad¨® por haber ido a la guerra. ¡°Murieron y resultaron heridos muchos de sus amigos, pero ¨¦l no estaba enfadado¡±, asegura Dorothy. ¡°Y nunca sinti¨® hostilidad hacia los alemanes. Pensaba que fue una terrible p¨¦rdida de vidas en ambos bandos y que nadie sali¨® ganando¡±.

¡°Una vez hizo prisioneros a unos alemanes. Y que vio que estaban haciendo lo mismo que nosotros, luchando por su pa¨ªs, igual que los nuestros luchaban por nuestro pa¨ªs. Cuando hay que sufrir, todos son iguales¡±.

Tras lo que Dorothy llama una ¡°larga y deliciosa historia de amor¡±, Wilfred muri¨® en 1981, a los 82 a?os. Su viuda ha regalado a un museo su herramienta de cavar trincheras, pero se ha quedado con la Biblia y con un recordatorio bordado que Wilfred envi¨® a su madre, Lavinia, desde Francia, que dice ¡°Que Dios te acompa?e, hasta que nos veamos¡±, y que contiene una peque?a flor seca, cogida en el campo de batalla.

No quiere separarse de la fotograf¨ªa de un Wilfred adolescente, seguro y contenido en su uniforme. ¡°Me parece una foto preciosa. Parece amable y decidido. Por supuesto que estoy orgullosa de ¨¦l, muy orgullosa de ¨¦l y de lo que hizo. Era una persona maravillosa¡±.

?Sus experiencias en el Frente Occidental le dejaron cicatrices mentales, adem¨¢s de f¨ªsicas? ¡°Siempre dec¨ªa que perder a los compa?eros le hac¨ªa pensar a veces que nunca deber¨ªa haber sido as¨ª. A la hora de la verdad, no gana nadie, todos pierden de una forma u otra. Wilfred siempre dec¨ªa que se supon¨ªa que iba a ser la guerra que acabara con todas las guerras pero no lo fue. Las guerras siguen existiendo¡±. Por Steven Morris (The Guardian)

Emma Morano, Italia.

Con 114 a?os, la mujer m¨¢s anciana de Europa conserva a¨²n recuerdos de su recorrido a caballo entre siglos

Emma Morano en su casa de Verbania, al norte de Italia.
Emma Morano en su casa de Verbania, al norte de Italia.Danilo Giodes

¡°Augusto y yo so?¨¢bamos con tener una vida juntos, ¨¦ramos j¨®venes y est¨¢bamos prometidos. ?l hab¨ªa nacido en 1899, como yo. Cuando llamaron a los soldados a la guerra, se fue a luchar a las monta?as, con los alpinos. Nos dijimos adi¨®s. Durante un tiempo recib¨ª cartas de ¨¦l, que, por supuesto, hablaban de amor. Y de la guerra. Hasta que dejaron de llegar cartas. Y nunca m¨¢s volv¨ª a ver a Augusto¡±.

Emma Morano tiene 114 a?os, es la mujer m¨¢s anciana del Viejo Continente y conserva todav¨ªa muchos recuerdos de su recorrido a caballo entre siglos. Algunos n¨ªtidos, y otros que se confunden con otros muchos ya esfumados. En los a?os de la Gran guerra, ya se hab¨ªa trasladado con la familia de su pueblo de origen, Civiasco nel Vercellese, a Villadossola, donde el padre hab¨ªa encontrado trabajo en una f¨¢brica de acero.

Hoy, la abuela de Europa vive en Pallanza, Verbania, a 150 pasos del monumento que desde 1932 -cuatro a?os despu¨¦s de su muerte- alberga los restos del general Luigi Cadorna, el jefe de Estado mayor de Italia entre 1915 y 1918. ¡°Le llamaban el pr¨ªncipe de la guerra¡±, recuerda Emma Morano. Y as¨ª es precisamente como se define al mariscal de Italia en una inscripci¨®n en el interior del mausoleo, vigilado por 12 estatuas de soldados esculpidas en la piedra del valle de Ossola. Una suerte y un homenaje muy distintos a los de los 102 nombres recordados en la modesta l¨¢pida situada all¨ª cerca, los nombres de los ca¨ªdos en combate. Tenientes, capitanes, cabos. J¨®venes.

La familia de Emma morano en los primeros a?os del siglo XX.
La familia de Emma morano en los primeros a?os del siglo XX.

Historias y rostros que podr¨ªan superponerse con el de Augusto, un chico del 99. ¡°Era de Villadossola¡±, cuenta Emma. ¡°En aquellos a?os habit¨¢bamos en una de las casas de obreros dentro de la planta de acero. Yo era joven, me gustaba cantar y, cuando la gente pasaba bajo mi ventana, se paraba a escuchar. Ten¨ªa una voz bonita. Y Augusto se enamor¨®. Junto con mi hermana Angela, escuch¨¢bamos a menudo la radio, las noticias que llegaban del frente. Eran a?os de ilusiones, aunque estuvi¨¦ramos en guerra. ?bamos a bailar y, si no volv¨ªamos a casa a la hora fijada, mi madre ven¨ªa a buscarnos y nos daba golpes en las piernas. Com¨ªamos arroz, un poco de pan y queso y nos calent¨¢bamos con la estufa. Yo tambi¨¦n llevaba dinero a casa, hab¨ªa empezado a trabajar a los 13 a?os en el Jutificio Ossolano, la f¨¢brica de objetos de yute. Hac¨ªamos sacos con una m¨¢quina de coser de ocho o nueve metros, y deb¨ªamos tener cuidado de no romper nada, porque ten¨ªamos que pagarlo. Pero ten¨ªa mala salud, y el m¨¦dico me aconsej¨® mudarme a Pallanza, donde encontr¨¦ trabajo en el Jutificio Maioni, del mismo due?o. La guerra ya hab¨ªa terminado y as¨ª inici¨¦ un nuevo cap¨ªtulo de mi vida¡±. Sin Augusto, un chico del 99 ca¨ªdo en los campos de batalla que Europa, un d¨ªa, volver¨ªa a unir. Con Emma, que aqu¨ª sigue, a sus 114 a?os, en su casa a dos pasos del Lago Mayor, llena de recuerdos y emociones. Por Carlo Bologna (La Stampa)

Ovsanna Kaloustian, Francia.

La historia de una de las ¨²ltimas supervivientes del genocidio armenio en 1915

La diminuta mujer ya no sale mucho a la calle en Marsella. Camina apoyada en un bast¨®n, mimada y protegida por su hija y sus nietos. Pero, cuando alguien evoca su infancia, los ojos se le iluminan y los recuerdos vuelven, perfectamente intactos. Ovsanna Kaloustian, de 106 a?os, es una de las ¨²ltimas supervivientes del genocidio armenio en 1915. Una portadora de memoria, muy consciente de su papel, a punto de cumplirse el centenario de la tragedia. ?Dios me dej¨® con vida para que lo contara?, repite en los ¨²ltimos a?os.

Ovsanna Kaloustian
Ovsanna Kaloustian

Del terror, de las matanzas y las deportaciones de su pueblo en la Turqu¨ªa otomana, Ovsanna conserva una multitud de im¨¢genes y detalles que relata con fogosidad. Naci¨® en 1907 en Adabazar, una ciudad situada a unos 100 kil¨®metros al este de Estambul, y creci¨® en una casa muy belbonita, tres pisos y jard¨ªn, enfrente de la iglesia del barrio. En aquel entonces, la ciudad era un importante cetro comercial y artesano, y los armenios, que ascend¨ªan a unas 12.500 personas en 1914, constitu¨ªan la mitad de sus habitantes. Ovsanna recuerda que ?hasta los griegos y los turcos hablaban armenio?. De hecho, ella no aprendi¨® turco hasta la deportaci¨®n. Su padre ten¨ªa un bar, que al mismo tiempo era peluquer¨ªa y consulta en la que se sacaban muelas. Ella beb¨ªa all¨ª su t¨¦ cada ma?ana, antes de irse al colegio.

Ovsanna tiene ocho a?os en 1915, cuando, en plena guerra, el gobierno de los J¨®venes Turcos da la orden de deportar a los armenios. En Adabazar, la orden llega a mitad de verano. ?Era un domingo, la madre de Ovsanna regresaba de la iglesia. Y el cura acababa de anunciar que hab¨ªa que evacuar la ciudad en tres d¨ªas, barrio por barrio?, cuenta Fr¨¦d¨¦ric, nieto de la superviviente y depositario de la memoria familiar. Las caravanas, a pie, se ponen en movimiento hacia el sur y el este. Ovsanna, sus padres, su hermano, sus t¨ªos, t¨ªas y primos, llegan a Eskisehir, donde les encierran en un tren. As¨ª, en esos vagones para animales, enviar¨¢n a miles de armenios a los desiertos de Siria. Sin embargo, el tren que transporta a la familia se detiene a mitad de camino, en la estaci¨®n de Cay, cerca de Afyon. Les ordenan que monten un campamento provisional. Los centros de clasificaci¨®n de m¨¢s adelante est¨¢n congestionados. Por fin, dos a?os despu¨¦s, les dispersan, y ellos corren a esconderse en el campo circundante. Ovsanna tiene ya 10 a?os y lo que m¨¢s teme son los secuestros de ni?as a manos de los bandoleros (?ete) que colaboran con el ej¨¦rcito otomano.

Con el armisticio, en 1918, los supervivientes intentan volver. La familia de Ovsanna encuentra su casa calcinada y decide volver a irse, bajo la presi¨®n de los turcos que ocupan ahora la ciudad. El ¨¦xodo comienza en direcci¨®n a Estambul. En 1924, los t¨ªos y los primos se embarcan hacia Estados Unidos. Cuatro a?os m¨¢s tarde, la joven Ovsanna se sube a un barco que se dirige a Marsella. ?Llegamos en diciembre, bajo la nieve?, recuerda. Como tantos otros --el 10% de la poblaci¨®n actual de Marsella est¨¢ formado hoy por descendientes de los fugitivos del genocidio armenio--, se instala, cose un poco para ganarse la vida, se casa con Zave Kaloustian, ¨²nico superviviente de una familia masacrada, abre una tienda de comestibles orientales, consigue un pedazo de tierra y construye all¨ª su casa. "La abuela nos ense?¨® armenio, pero la historia nos la transmiti¨® despu¨¦s", cuenta su nieto. Ovsanna milita en asociaciones culturales, participa en las manifestaciones de la comunidad y sigue hoy prestando testimonio para combatir el negacionismo, incansable y siempre animada, cien a?os despu¨¦s de las matanzas. Para su descendiente, ?negar el genocidio es rechazar la palabra de mi abuela?. Por Guillaurme Perrier (Le Monde)?

Isidro Ramos, Espa?a.

¡°Hab¨ªa miedo de que la guerra llegara a Espa?a¡±

A sus 103 a?os, recuerda que los precios subieron durante la contienda que enriqueci¨® a un pa¨ªs neutral

Isidro Ramos cumple hoy ¡°cinco meses¡±. Cinco meses que se a?aden a sus 103 a?os: con el siglo a la espalda, celebra los cumplemeses. Naci¨® en un pueblo castellano, Aldead¨¢vila de la Ribera (provincia de Salamanca), ¡°el 20 de julio de 1910¡±. Entre sus primeros recuerdos est¨¢ la Primera Guerra Mundial. Son los de un ni?o crecido en el atrasado campo espa?ol. ¡°O¨ª algo de aquello, un poquito, pero no cog¨ª fe ninguna [no me enter¨¦ mucho]. Se dec¨ªa que hab¨ªa una guerra grande en Europa. Hab¨ªa miedo por si llegaba a Espa?a¡±. No lleg¨®, pero s¨ª tuvo efectos: un auge econ¨®mico por los beneficios de las exportaciones a los contendientes. Ramos solo recuerda que ¡°subieron los precios, las cosas se encarec¨ªan por la guerra¡±. Y en su familia ¡°andaba la cosa escasa [de dinero]¡±.

El hombre habla con voz firme y frases cortas. Dispara los n¨²meros. Por aquel entonces, cuando ¨¦l era un ni?o chico, ¡°las libras de pan costaban dos reales y dos perras, o sea, 12 c¨¦ntimos¡±, dice. ¡°Una fanega de trigo val¨ªa 15 pesetas, una de centeno, 12 y una de cebada, 11¡±. ¡°Una fanega eran 43 kilos. Los precios sub¨ªan de poco en poco, una perra o cinco reales¡­¡±, aclara este anciano que asegura manejarse con los euros. Una peseta, compuesta por 100 c¨¦ntimos, equivale a 0,6 c¨¦ntimos de euro.

Fuentes: CSIC, INE, OMS y "Mortalidad y modernidad en la Espa?a contempor¨¢nea" (P¨¦rez Modera V., Reher D. Sanz A.).
Fuentes: CSIC, INE, OMS y "Mortalidad y modernidad en la Espa?a contempor¨¢nea" (P¨¦rez Modera V., Reher D. Sanz A.).

En el ecuador de la Gran Guerra, el ni?o Ramos empez¨® un camino que solo abandonar¨ªa much¨ªsimas d¨¦cadas despu¨¦s, el del trabajo. ¡°Cuando ten¨ªa seis a?os y medio mi padre compr¨® un reba?o de ovejas¡±. El chico empez¨® entonces a cuidar de los animales y a faenar en el campo. Dej¨® la escuela, a la que solo volvi¨® tres meses y en clase nocturna, con 17 a?os cumplidos. Entonces por fin aprendi¨® ¡°a leer, escribir y las cuentas¡±. ¡°No tuve tiempo de jugar desde que empec¨¦ a trabajar. Si acaso, alguna vez ven¨ªamos de las fincas jugando con una pelota cuando ten¨ªa 12 o 13 a?os¡±, relata.

A esa contienda siguieron otras que se agolpan en la memoria del anciano que vive en una residencia de mayores de una localidad madrile?a. ¡°De la guerra de ?frica recuerdo que los espa?oles corr¨ªan por el Gurug¨²¡±. Un paisaje que ¨¦l conocer¨ªa pronto: tuvo que hacer el servicio militar en el norte de Marruecos, entonces en manos espa?olas. Una docena de meses (noviembre de 1931-1932, con la zona ya pacificada y una Espa?a republicana) en los que estuvo en Melilla, en Alhucemas¡­ Entonces vio el mar por primera vez. Pero le obligaron a ba?arse y eso ya no le gust¨®. ¡°El mar no me desagrada, pero es para verlo desde fuera¡±, sentencia este hombre de tierra adentro que no lo ha vuelto a contemplar. Aun as¨ª, recuerda el a?o de mili como la mejor ¨¦poca de su vida. Fueron sus ¨²nicas vacaciones: ¡°No ten¨ªa nada que hacer¡±, aclara riendo.

Poco tiempo despu¨¦s de cumplir con el Ej¨¦rcito, en 1936 lleg¨® otra guerra m¨¢s a la vida de Isidro Ramos: la civil, la gran herida b¨¦lica en Espa?a. El hombre estaba de vuelta en su pueblo cuando le moviliz¨® el ej¨¦rcito de Franco. La enfermedad de su padre y la necesidad de hacerse cargo de sus nueve hermanos permiti¨® que solo combatiera cinco meses. Estuvo en Madrid. ¡°Rompimos el frente desde Getafe y entramos en Pinto¡±, recuerda. Tambi¨¦n le toc¨® ¡°tapar a los muertos¡±. Luego llegar¨ªa la Segunda Guerra Mundial, Franco gobernar¨ªa hasta morir en la cama, en 1975, y Ramos conocer¨ªa la democracia. Enumera casi sin fallo los presidentes del Gobierno que ha habido desde entonces. ¡°Rajoy es el presidente que hay ahora¡±, matiza. Con m¨¢s de un siglo a la espalda, asegura que le gustaba m¨¢s la vida de anta?o. ¡°Ahora se trabaja poco, todos los s¨¢bados son fiesta¡±, concluye con aire cr¨ªtico. Por Charo Nogueira

Jozef Lewandowski.
Jozef Lewandowski.

J¨®zef Lewandowski, Polonia

"Nos fuimos a dormir un d¨ªa estando en Alemania y al otro nos despertamos ya en Polonia"

J¨®zef Lewandowski recuerda: "Mis padres se mudaron de S?p¨®lno Kraje¨½skie a Bydgoszcz en 1918, antes de que Polonia hubiera conseguido la independencia. Yo en aquel entonces ten¨ªa cinco a?os.

Pese a lo que pueda parecer, la Primera Guerra Mundial fue, o al menos as¨ª fue para mi familia y para m¨ª, un periodo muy tranquilo. No recuerdo en aquella ¨¦poca ni un disparo, ni batallas ni derramamiento de sangre de ning¨²n tipo. ?C¨®mo fue el final del conflicto? Pues simplemente nos fuimos a dormir un d¨ªa estando en Alemania, y al otro, nos despertamos ya en Polonia. No hubo grandes festejos. Cambiaron las autoridades, las banderas y toda la Administraci¨®n. Pero para una familia proletaria media como en la que yo fui educado, no se not¨® mucha diferencia. La vida sigui¨® su curso. En las calles de Bydgoszcz pod¨ªa uno seguir oyendo dar los ¡°buenos d¨ªas¡± tanto en polaco como en alem¨¢n. Los peri¨®dicos alemanes se siguieron publicando. La compra la hac¨ªamos en las mismas tiendas de antes, que eran principalmente propiedad de alemanes.

Tras el fin de la guerra, en 1919, estall¨® en la ciudad de Pozna¨½ el alzamiento de la regi¨®n de la Gran Polonia. En Bydgoszcz se manten¨ªa la tranquilidad, aunque la lucha continuaba en las poblaciones cercanas. Por aquel entonces yo viv¨ªa con mis padres en una casa de la calle Jasna, en un barrio de la ciudad llamado Okole, cerca de las v¨ªas del ferrocarril. Me gustaba mirar por la ventana y ver c¨®mo pasaban los trenes. Una vez vi c¨®mo el Ej¨¦rcito polaco tend¨ªa una emboscada a un vag¨®n alem¨¢n. Sal¨ªa de la estaci¨®n de Bydgoszcz y transportaba soldados que probablemente ten¨ªan que apoyar a sus compa?eros en las batallas cerca de Nak?o. Los nuestros se escondieron tras un terrapl¨¦n y se les echaron encima cuando la m¨¢quina se estaba acercando. Pillaron a los alemanes por sorpresa. Se rindieron sin presentar resistencia. Los polacos los desarmaron. No s¨¦ qu¨¦ pas¨® con ellos despu¨¦s.

Tras el alzamiento, las relaciones entre polacos y alemanes en Bydgoszcz continuaron siendo buenas. Nos trat¨¢bamos unos a otros con respeto. Al fin y al cabo, llev¨¢bamos muchos a?os conviviendo como vecinos. Los polacos conoc¨ªan bien el alem¨¢n y manten¨ªan contactos comerciales y personales con los alemanes.

Hasta mi profesor en la escuela era alem¨¢n. Hablaba muy mal el polaco. Pero ha quedado en mi recuerdo como una persona muy buena y un buen profesor. En clase nos re¨ªamos mucho. Gracias a ¨¦l aprend¨ª tambi¨¦n un buen alem¨¢n. Cuando, muchos a?os despu¨¦s de la guerra, decidi¨® volver a su pa¨ªs, sus alumnos lo acompa?aron a la estaci¨®n de trenes llorando. Nadie lo miraba a trav¨¦s del prisma de su nacionalidad alemana.

Pero, por supuesto, tambi¨¦n hab¨ªa alemanes que se sent¨ªan mal en la Polonia independiente. Se met¨ªan en peleas y andaban buscando venganza. Yo mismo, de ni?o, tuve una ri?a con el hijo del carnicero, Wolf. Quer¨ªa pegarme por hablar polaco. Tuve que esconderme de ¨¦l durante varios d¨ªas en casa. Por suerte la familia de los Wolf emigr¨® poco despu¨¦s a D¨¢nzig. Una parte de los alemanes como ellos se traslad¨® precisamente o bien a esta Ciudad libre, o bien al oeste, a su pa¨ªs. Pero unos pocos se quedaron en Bydgoszcz. Y continuamos teniendo buenas relaciones hasta que estall¨® la siguiente gran guerra".

J¨®zef Lewandowski naci¨® en 1913 cerca de S?p¨®lno Kraje¨½skie (en alem¨¢n Zempelburg). Lleva 96 a?os viviendo en Bydgoszcz. Antes de la Segunda Guerra Mundial trabaj¨® en los ferrocarriles. Durante el conflicto b¨¦lico pas¨® por el campo de concentraci¨®n alem¨¢n de Stutthof. Tras el fin de la guerra, y hasta su jubilaci¨®n, trabaj¨® como directivo de una empresa l¨¢ctea. Con la colaboraci¨®n de Wojciech Bielawa (Gazeta Wyborcza)

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_
seductrice.net
universo-virtual.com
buytrendz.net
thisforall.net
benchpressgains.com
qthzb.com
mindhunter9.com
dwjqp1.com
secure-signup.net
ahaayy.com
tressesindia.com
puresybian.com
krpano-chs.com
cre8workshop.com
hdkino.org
peixun021.com
qz786.com
utahperformingartscenter.org
worldqrmconference.com
shangyuwh.com
eejssdfsdfdfjsd.com
playminecraftfreeonline.com
trekvietnamtour.com
your-business-articles.com
essaywritingservice10.com
hindusamaaj.com
joggingvideo.com
wandercoups.com
wormblaster.net
tongchengchuyange0004.com
internetknowing.com
breachurch.com
peachesnginburlesque.com
dataarchitectoo.com
clientfunnelformula.com
30pps.com
cherylroll.com
ks2252.com
prowp.net
webmanicura.com
sofietsshotel.com
facetorch.com
nylawyerreview.com
apapromotions.com
shareparelli.com
goeaglepointe.com
thegreenmanpubphuket.com
karotorossian.com
publicsensor.com
taiwandefence.com
epcsur.com
southstills.com
tvtv98.com
thewellington-hotel.com
bccaipiao.com
colectoresindustrialesgs.com
shenanddcg.com
capriartfilmfestival.com
replicabreitlingsale.com
thaiamarinnewtoncorner.com
gkmcww.com
mbnkbj.com
andrewbrennandesign.com
cod54.com
luobinzhang.com
faithfirst.net
zjyc28.com
tongchengjinyeyouyue0004.com
nhuan6.com
kftz5k.com
oldgardensflowers.com
lightupthefloor.com
bahamamamas-stjohns.com
ly2818.com
905onthebay.com
fonemenu.com
notanothermovie.com
ukrainehighclassescort.com
meincmagazine.com
av-5858.com
yallerdawg.com
donkeythemovie.com
corporatehospitalitygroup.com
boboyy88.com
miteinander-lernen.com
dannayconsulting.com
officialtomsshoesoutletstore.com
forsale-amoxil-amoxicillin.net
generictadalafil-canada.net
guitarlessonseastlondon.com
lesliesrestaurants.com
mattyno9.com
nri-homeloans.com
rtgvisas-qatar.com
salbutamolventolinonline.net
sportsinjuries.info
wedsna.com
rgkntk.com
bkkmarketplace.com
zxqcwx.com
breakupprogram.com
boxcardc.com
unblockyoutubeindonesia.com
fabulousbookmark.com
beat-the.com
guatemala-sailfishing-vacations-charters.com
magie-marketing.com
kingstonliteracy.com
guitaraffinity.com
eurelookinggoodapparel.com
howtolosecheekfat.net
marioncma.org
oliviadavismusic.com
shantelcampbellrealestate.com
shopleborn13.com
topindiafree.com
v-visitors.net
djjky.com
053hh.com
originbluei.com
baucishotel.com
33kkn.com
intrinsiqresearch.com
mariaescort-kiev.com
mymaguk.com
sponsored4u.com
crimsonclass.com
bataillenavale.com
searchtile.com
ze-stribrnych-struh.com
zenithalhype.com
modalpkv.com
bouisset-lafforgue.com
useupload.com
37r.net
autoankauf-muenster.com
bantinbongda.net
bilgius.com
brabustermagazine.com
indigrow.org
miicrosofts.net
mysmiletravel.com
selinasims.com
spellcubesapp.com
usa-faction.com
hypoallergenicdogsnames.com
dailyupdatez.com
foodphotographyreviews.com
cricutcom-setup.com
chprowebdesign.com
katyrealty-kanepa.com
tasramar.com
bilgipinari.org
four-am.com
indiarepublicday.com
inquick-enbooks.com
iracmpi.com
kakaschoenen.com
lsm99flash.com
nana1255.com
ngen-niagara.com
technwzs.com
virtualonlinecasino1345.com
wallpapertop.net
casino-natali.com
iprofit-internet.com
denochemexicana.com
eventhalfkg.com
medcon-taiwan.com
life-himawari.com
myriamshomes.com
nightmarevue.com
healthandfitnesslives.com
androidnews-jp.com
allstarsru.com
bestofthebuckeyestate.com
bestofthefirststate.com
bestwireless7.com
britsmile.com
declarationintermittent.com
findhereall.com
jingyou888.com
lsm99deal.com
lsm99galaxy.com
moozatech.com
nuagh.com
patliyo.com
philomenamagikz.net
rckouba.net
saturnunipessoallda.com
tallahasseefrolics.com
thematurehardcore.net
totalenvironment-inthatquietearth.com
velislavakaymakanova.com
vermontenergetic.com
kakakpintar.com
begorgeouslady.com
1800birks4u.com
2wheelstogo.com
6strip4you.com
bigdata-world.net
emailandco.net
gacapal.com
jharpost.com
krishnaastro.com
lsm99credit.com
mascalzonicampani.com
sitemapxml.org
thecityslums.net
topagh.com
flairnetwebdesign.com
rajasthancarservices.com
bangkaeair.com
beneventocoupon.com
noternet.org
oqtive.com
smilebrightrx.com
decollage-etiquette.com
1millionbestdownloads.com
7658.info
bidbass.com
devlopworldtech.com
digitalmarketingrajkot.com
fluginfo.net
naqlafshk.com
passion-decouverte.com
playsirius.com
spacceleratorintl.com
stikyballs.com
top10way.com
yokidsyogurt.com
zszyhl.com
16firthcrescent.com
abogadolaboralistamd.com
apk2wap.com
aromacremeria.com
banparacard.com
bosmanraws.com
businessproviderblog.com
caltonosa.com
calvaryrevivalchurch.org
chastenedsoulwithabrokenheart.com
cheminotsgardcevennes.com
cooksspot.com
cqxzpt.com
deesywig.com
deltacartoonmaps.com
despixelsetdeshommes.com
duocoracaobrasileiro.com
fareshopbd.com
goodpainspills.com
hemendekor.com
kobisitecdn.com
makaigoods.com
mgs1454.com
piccadillyresidences.com
radiolaondafresca.com
rubendorf.com
searchengineimprov.com
sellmyhrvahome.com
shugahouseessentials.com
sonihullquad.com
subtractkilos.com
valeriekelmansky.com
vipasdigitalmarketing.com
voolivrerj.com
zeelonggroup.com
1015southrockhill.com
10x10b.com
111-online-casinos.com
191cb.com
3665arpentunitd.com
aitesonics.com
bag-shokunin.com
brightotech.com
communication-digitale-services.com
covoakland.org
dariaprimapack.com
freefortniteaccountss.com
gatebizglobal.com
global1entertainmentnews.com
greatytene.com
hiroshiwakita.com
iktodaypk.com
jahatsakong.com
meadowbrookgolfgroup.com
newsbharati.net
platinumstudiosdesign.com
slotxogamesplay.com
strikestaruk.com
trucosdefortnite.com
ufabetrune.com
weddedtowhitmore.com
12940brycecanyonunitb.com
1311dietrichoaks.com
2monarchtraceunit303.com
601legendhill.com
850elaine.com
adieusolasomade.com
andora-ke.com
bestslotxogames.com
cannagomcallen.com
endlesslyhot.com
iestpjva.com
ouqprint.com
pwmaplefest.com
qtylmr.com
rb88betting.com
buscadogues.com
1007macfm.com
born-wild.com
growthinvests.com
promocode-casino.com
proyectogalgoargentina.com
wbthompson-art.com
whitemountainwheels.com
7thavehvl.com
developmethis.com
funkydogbowties.com
travelodgegrandjunction.com
gao-town.com
globalmarketsuite.com
blogshippo.com
hdbka.com
proboards67.com
outletonline-michaelkors.com
kalkis-research.com
thuthuatit.net
buckcash.com
hollistercanada.com
docterror.com
asadart.com
vmayke.org
erwincomputers.com
dirimart.org
okkii.com
loteriasdecehegin.com
mountanalog.com
healingtaobritain.com
ttxmonitor.com
nwordpress.com
11bolabonanza.com