Los talibanes declaran la guerra a los civiles occidentales en Kabul
Un atentado terrorista suicida contra un restaurante causa 21 muertos, 13 de ellos extranjeros Varios hombres armados abren fuego contra los clientes Entre las v¨ªctimas hay trabajadores de la ONU, la UE y el delegado del FMI
Al menos 21 personas ¡ª13 de ellas, extranjeras¡ª murieron el viernes por la noche cuando los talibanes golpearon un conocido restaurante liban¨¦s frecuentado por occidentales en el centro de Kabul. La polic¨ªa dijo ayer que parec¨ªa un ataque bien coordinado. Un suicida equipado con una bomba abri¨® camino a dos hombres armados que entraron corriendo y dispararon sobre los clientes que estaban cenando.
El ataque parece ser uno de los m¨¢s mort¨ªferos perpetrados contra civiles occidentales en Kabul desde 2001, con 13 expatriados muertos, seg¨²n funcionarios afganos y occidentales. La Embajada de EE UU en Kabul dijo el s¨¢bado que dos estadounidenses hab¨ªan sido asesinados, y las autoridades afganas aseguraron que entre los fallecidos hab¨ªa tambi¨¦n dos brit¨¢nicos y canadienses, rusos y libaneses.
Aunque las autoridades afganas y occidentales estaban todav¨ªa tratando de identificar a los muertos, la oficina de Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas, dijo en un comunicado que ¡°cuatro miembros de Naciones Unidas, junto a varios de otras organizaciones internacionales, han muerto¡±. Uno de esos funcionarios de la ONU era el jefe de Asuntos Pol¨ªticos en Afganist¨¢n, Vadim Nazarov, un empleado con una larga trayectoria con la organizaci¨®n en Afganist¨¢n, seg¨²n la Embajada rusa. Nazarov, ruso, era muy valorado por los a?os que hab¨ªa pasado sobre el terreno y su conocimiento de la pol¨ªtica afgana.
El Fondo Monetario Internacional dijo que su representante en Afganist¨¢n, el liban¨¦s Wael Abdallah, estaba tambi¨¦n entre los asesinados. Abdallah, de 60 a?os, hab¨ªa trabajado en Afganist¨¢n desde 2008, y hab¨ªa logrado mantener una buena relaci¨®n de trabajo con funcionarios afganos tras una serie de esc¨¢ndalos que generaron desacuerdos entre los funcionarios occidentales y los afganos.
La elecci¨®n de un restaurante es una excepci¨®n dentro de los objetivos de los talibanes, que se responsabilizaron del ataque. Los insurgentes han golpeado con frecuencia edificios gubernamentales fortificados e importantes s¨ªmbolos de la presencia occidental en Afganist¨¢n, como la Embajada de Estados Unidos y un edificio que se considera la sede de la CIA en Kabul.
Esos ataques han logrado titulares, pero han provocado relativamente pocas v¨ªctimas en los ¨²ltimos a?os. El bombardeo este mes del acceso a Camp Eggers, una gran base de la coalici¨®n militar liderada por EE UU en el centro de Kabul, no caus¨® ninguna v¨ªctima, por ejemplo. La base militar est¨¢ a menos de una milla (1,6 kil¨®metros) del restaurante atacado.
El restaurante Taverna du Liban tiene una clientela mayoritariamente formada por expatriados, no cuenta con el nivel de seguridad de las instalaciones oficiales, como muros antibomba de hormig¨®n o controles de acceso a la calle en la que se encuentran.
La primera explosi¨®n fue fuerte. Se oy¨® a varios kil¨®metros y rompi¨® ventanas en el barrio m¨¢s pr¨®ximo, donde hay embajadas y tiendas que sirven a los trabajadores humanitarios, periodistas y otros civiles extranjeros que viven en la ciudad.
Los talibanes dijeron haber causado numerosas v¨ªctimas y que hab¨ªan matado a un alto funcionario alem¨¢n. En un comunicado emitido ayer, los talibanes dijeron que el ataque, que pretend¨ªa golpear a ¡°extranjeros con altos cargos¡±, era una represalia por un reciente ataque a¨¦reo que mat¨® a numerosos civiles.
La polic¨ªa bloque¨® el acceso a las calles del barrio despu¨¦s de la explosi¨®n. Pronto se les sumaron soldados de la coalici¨®n junto a soldados afganos y del servicio de espionaje afgano. Entrada la noche, los familiares de los afganos que trabajaban en el restaurante esperaban nerviosos informaci¨®n sobre las v¨ªctimas. Un chico que no paraba de llorar, llamado Muhammad, dijo que su hermano mayor era guardia de seguridad del restaurante. Varios polic¨ªas trataron de calmarlo, pero no pod¨ªa dejar de llorar y repetir: ¡°Mi hermano, mi hermano¡±.
Los atacantes llegaron al restaurante a pie, seg¨²n fuentes afganas y occidentales. El suicida deton¨® una bomba y mat¨® a los tres afganos que custodiaban la entrada al restaurante. Los pistoleros entraron r¨¢pidamente en el local y empezaron a disparar a los clientes hasta que la polic¨ªa lleg¨® minutos despu¨¦s y mat¨® a los asaltantes, dijo un mando policial. ¡°La mayor¨ªa de los muertos eran extranjeros¡±, dijo. ¡°Todos fueron tiroteados despu¨¦s de la explosi¨®n¡±, a?adi¨®.
Aunque los talibanes han perpetrado numerosos ataques en Kabul, pocas veces han atacado directamente a civiles occidentales que viven en la ciudad, que apenas han sentido la amenaza de los insurgentes.
Kabul
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