Los egipcios aprueban su nueva Constituci¨®n por mayor¨ªa aplastante
El 98,1% de los votantes dice s¨ª la Carta Magna en el refer¨¦ndum celebrado los pasados 14 y 15 de enero, en el que la participaci¨®n fue del 38,6%
Los militares consiguieron seis meses despu¨¦s purgar en las urnas su pecado original. Con un abrumador 98,1 por ciento de los sufragios quedan aprobadas no s¨®lo las enmiendas a la nueva Ley Fundamental, sino tambi¨¦n el rumbo que los generales dise?aron para Egipto el pasado julio, cuando acabaron con la presidencia del islamista Mohamed Morsi. M¨¢s de 20 millones y medio de egipcios acudieron a las urnas, lo que representa una participaci¨®n del 38,6%.
M¨¢s all¨¢ del arrollador triunfo del ¡®s¨ª¡¯, la afluencia era el dato fundamental para medir los apoyos del pueblo al Ej¨¦rcito, tras la llamada al boicot de los Hermanos Musulmanes. Y seg¨²n los datos presentados por el presidente del comit¨¦ electoral, Nabil Salib, la participaci¨®n se sit¨²a cinco puntos por encima de la conseguida en el refer¨¦ndum constitucional de 2012, bajo el mandato de Morsi. Sin embargo, en aquella ocasi¨®n los votos favorables s¨®lo fueron 10,6 millones, pr¨¢cticamente la mitad de los que ahora han refrendado el plebiscito.?
Tras la convalidaci¨®n del nuevo articulado, que sustituye a la Carta Magna que aprobaron ¨²nicamente los grupos islamistas, se espera el anuncio del calendario electoral. El presidente interino, Adli Mansur, debe aclarar el orden de los comicios presidenciales y legislativos, aunque todo apunta a que Egipto tendr¨¢ un jefe de Estado antes que un Parlamento. Bajo el amparo de la victoria en las urnas, el camino queda expedito para el ministro de Defensa, Abdel Fatah Al Sisi, cuya candidatura a la presidencia parece quedar s¨®lo a la espera de confirmaci¨®n oficial.
Tanto las autoridades civiles como las altas instancias militares se han vanagloriado del proceso, si bien en sus declaraciones previas siempre hab¨ªan apuntado a que habr¨ªa una participaci¨®n m¨¢s alta. La mayor¨ªa de los movimientos pol¨ªticos laicos; los representantes de la prestigiosa instituci¨®n musulmana de Al Azhar y el papa de la Iglesia copta; o los ultraconservadores salafistas ¨Cjugando el papel de los islamistas integrados en el sistema- hab¨ªan mostrado su respaldo al proceso.
Los Hermanos Musulmanes han jugado el papel opositor m¨¢s f¨¦rreo, jug¨¢ndose tambi¨¦n buena parte de su deteriorado cr¨¦dito en su apuesta por ausentarse de las urnas. Tras ser considerados por el Gobierno grupo terrorista, el descabezamiento de la organizaci¨®n, la censura contra sus medios o la campa?a de las fuerzas de seguridad contra sus cuadros, siguieron optando por mirar para otro lado ante el plan trazado por los militares.
A falta de canales oficiales, la Alianza Contra el Golpe ¨Cencabezada por la Hermandad- arroj¨® a trav¨¦s de las redes sociales su habitual retah¨ªla contra quienes considera ¡°traidores de la patria¡±. La cofrad¨ªa tambi¨¦n se felicit¨® ¡°por los millones que no hab¨ªan acudido a las urnas¡± los pasados 14 y 15 de enero. Consider¨® la abstenci¨®n de m¨¢s del 60 por ciento como el inicio de ¡°una gran revoluci¨®n¡± e inst¨® a los suyos a tomar las calles una vez m¨¢s, apelado a los valores da la revuelta contra Hosni Mubarak de la que se va a cumplir el tercer aniversario.?
Mientras tanto, la televisi¨®n p¨²blica se apresur¨® a mostrar en directo manifestaciones de decenas de personas que salieron a celebrar el plebiscito orquestado por los militares. La postura de los medios locales ya hab¨ªa quedado en evidencia, cuando la mayor¨ªa de los periodistas egipcios se levantaron para rendir una sentida ovaci¨®n al encargado de anunciar el resultado oficial del refer¨¦ndum.?
Prestigiosas instituciones internacionales, como el Centro Carnegie hab¨ªan mostrado su preocupaci¨®n antes de los comicios por un proceso ¡°lleno de errores y antidemocr¨¢tico¡±, debido a la exclusi¨®n desde la que se ha construido. Tambi¨¦n la organizaci¨®n estadounidense Democracia Internacional, que constitu¨ªa la mayor misi¨®n de observadores durante las votaciones, mostr¨® sus reservas ante la falta de ¡°oportunidades para todas las fuerzas pol¨ªticas y la sociedad para participar pac¨ªficamente en el proceso pol¨ªtico¡±.
El partido del islamista moderado y ex miembro de los Hermanos Musulmanes, Abdel Moneim Abul Futuh, denunci¨® la detenci¨®n de m¨¢s de una treintena de sus miembros por hacer campa?a por el ¡®no¡¯. Aunque la total ausencia de las urnas de quienes han rechazado al texto exime de dudas al 98 por ciento de los apoyos, un porcentaje similar a los que recib¨ªa Mubarak en sus consultas.
La nueva Constituci¨®n proh¨ªbe los partidos de base religiosa y consolida los privilegios de los militares. Seg¨²n la mayor¨ªa de los analistas, los principales beneficiados en la Ley Fundamental son precisamente quienes mayor presi¨®n ejercieron para acabar con el Gobierno de los islamistas: el Ej¨¦rcito, la polic¨ªa y la judicatura.
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