Norteam¨¦rica busca su futuro m¨¢s all¨¢ del NAFTA
La regi¨®n es un bloque econ¨®mico consolidado que debe afrontar asignaturas pendientes como la gesti¨®n fronteriza o la integraci¨®n comercial y energ¨¦tica para garantizar su competitividad
Entre el caleidoscopio de organizaciones regionales y subregionales del continente americano, la alianza entre Canad¨¢, Estados Unidos y M¨¦xico se ha consolidado como el primer bloque econ¨®mico del hemisferio y el segundo mundial, por detr¨¢s de la Uni¨®n Europea. La regi¨®n de Am¨¦rica del Norte, afianzada en torno al tratado de libre comercio (NAFTA) que los tres pa¨ªses firmaron en 1994 ¨Cy que este a?o cumple su vig¨¦simo aniversario- se enfrenta ahora al reto de incluir en esa integraci¨®n trilateral a las pol¨ªticas comerciales, energ¨¦ticas o migratorias para garantizar la competitividad de la zona y prepararla ante el avance de otras potencias como China.
El NAFTA ya no parece la plataforma m¨¢s id¨®nea para hacer frente a los nuevos desaf¨ªos de la econom¨ªa global y a las necesidades de la regi¨®n
El panorama econ¨®mico mundial ha cambiado sustancialmente desde que el 1 de enero de 1994 entrara en vigor el NAFTA, un tratado que naci¨® para incrementar las exportaciones y atraer la inversi¨®n exterior en la regi¨®n de Am¨¦rica del Norte y que, 20 a?os despu¨¦s, pese a lograr con creces esos objetivos -se han triplicado las primeras y multiplicado por ocho las segundas-, no ha terminado de dejar satisfechos a sus tres socios. El propio presidente de EE UU, Barack Obama, cuando todav¨ªa era candidato, reconoci¨® que el tratado era ¡°un error¡± que no hab¨ªa beneficiado los intereses de la clase trabajadora del pa¨ªs. En estas dos d¨¦cadas, EE UU ha sufrido una brutal recesi¨®n, de la que se est¨¢ recuperando, la emigraci¨®n a trav¨¦s de la frontera de M¨¦xico y EE UU se ha incrementado notablemente, aunque la tendencia tiende a remitir, y China ha conseguido afianzar su presencia en el continente americano. El NAFTA ya no parece la plataforma m¨¢s id¨®nea para hacer frente a los nuevos desaf¨ªos de la econom¨ªa global y a las necesidades de la regi¨®n.
¡°El tema aqu¨ª es que el mercado ha ido mucho m¨¢s r¨¢pido que las autoridades o los poderes. El debate ahora es c¨®mo hacer competitiva a Am¨¦rica del Norte frente a otras regiones comerciales¡±, explica en conversaci¨®n telef¨®nica Jaime Serra, antiguo secretario de Comercio de M¨¦xico y quien negoci¨® y firm¨® el NAFTA. La redefinici¨®n de este tratado y la b¨²squeda de nuevas estrategias al margen del mismo para afianzar la integraci¨®n trilateral estar¨¢n en el fondo de las conversaciones que los presidentes de M¨¦xico y EE UU y el Primer Ministro de Canad¨¢ desarrollen en la Cumbre de L¨ªderes de Am¨¦rica del Norte que dentro de un mes se celebrara en la ciudad mexicana de Toluca.
El hecho de ser una regi¨®n econ¨®mica en t¨¦rminos de producci¨®n pero no incorporar esa integraci¨®n a efectos de las negociaciones comerciales podr¨ªa traer much¨ªsimas desventajas" Christopher Wilson
La planta que la compa?¨ªa canadiense Bombardier tiene en Quer¨¦taro (M¨¦xico) es un ejemplo del ¨¦xito de una integraci¨®n econ¨®mica que no tiene su reflejo en el ¨¢mbito comercial. El hecho de que EE UU est¨¦ negociando por separado un tratado de libre comercio con la UE o de que M¨¦xico est¨¦ tan volcado en la Alianza del Pac¨ªfico evidencia una disfuncionalidad que podr¨ªa perjudicar a la alianza. ¡°Los indicadores econ¨®micos se?alan que Norteam¨¦rica definitivamente es una regi¨®n desde el punto de vista econ¨®mico, pero en materia de tratados comerciales, los pa¨ªses no se comportan como tal y eso es un problema. El hecho de ser una regi¨®n econ¨®mica en t¨¦rminos de producci¨®n pero no incorporar esa integraci¨®n a efectos de las negociaciones comerciales podr¨ªa traer much¨ªsimas desventajas¡±, advierte Christopher Wilson miembro del Instituto de M¨¦xico del Woodrow Wilson Center.
Las trabas de la reforma migratoria
Los problemas de seguridad fronterizos y el limbo en el que se encuentra la reforma migratoria de EE UU son uno de los principales obst¨¢culos para desarrollo econ¨®mico de la regi¨®n. ¡°La movilidad laboral y de personas es uno de las grandes asignaturas pendientes de Am¨¦rica del Norte, se han integrado las grandes cadenas productivas a favor de los negocios, de las empresas, se han integrado los sistemas financieros, pero lo que no se ha integrado es a la gente¡±, se?ala Manuel P¨¦rez-Rocha, miembro del Institute for Policy Studies.
Se han integrado las grandes cadenas productivas a favor de los negocios, de las empresas, se han integrado los sistemas financieros, pero lo que no se ha integrado es a la gente¡± Manuel P¨¦rez-Rocha
Desde 2001, de acuerdo con el Centro para Estudios Norteamericanos de la American University, EE UU ha destinado 186.000 millones de d¨®lares en garantizar la seguridad en la frontera, de los que solo una peque?¨ªsima parte se ha invertido en mejorar las infraestructuras para acelerar el intercambio comercial. ¡°El valor de Am¨¦rica del Norte como regi¨®n econ¨®mica radica en la posibilidad de varias econom¨ªas con sus propias debilidades para producir productos y venderlos en el mercado mundial, pero si tienes problemas a la hora de cruzar las fronteras entonces est¨¢s poniendo trabas a ese desarrollo econ¨®mico. Creo que en la reuni¨®n de febrero, la gesti¨®n fronteriza ser¨¢ uno de los asuntos claves para la b¨²squeda de la competitividad¡±, reconoce Wilson.
Serra coincide en la importancia que para la competitividad de la regi¨®n supondr¨ªa que se aprobara la reforma migratoria, pero va un poco m¨¢s all¨¢. ¡°Es muy importante que esa ley no solo se enfoque en resolver el tema de los migrantes ya establecidos en EE UU, tiene que plantear f¨®rmulas de cara al futuro, porque el flujo migratorio va a continuar y es necesario plantear todos los esquemas de movilidad laboral, estableciendo reglas claras y transparentes tanto para los trabajadores como para los empresarios¡±, defiende el exsecretario.
Revoluci¨®n energ¨¦tica
Entre esa incertidumbre sobre la libre circulaci¨®n de personas y la coordinaci¨®n comercial, las buenas perspectivas de crecimiento que se auguran para M¨¦xico y las reformas emprendidas por su presidente Pe?a Nieto se perciben con un s¨ªntoma inmejorable para dar un nuevo impulso al NAFTA y propulsar la esperada revoluci¨®n energ¨¦tica en Am¨¦rica del Norte. ¡°A las nuevas tecnolog¨ªas para la extracci¨®n de petr¨®leo y gas en EE UU y Canad¨¢ se une la reforma energ¨¦tica de M¨¦xico que permitir¨¢ un incremento de la producci¨®n del crudo que favorecer¨¢ la autosuficiencia y una disminuci¨®n de los predios de la energ¨ªa el¨¦ctrica y del combustible¡±, indica Wilson.
En el aspecto energ¨¦tico, de momento, la sombra principal reside en la incertidumbre sobre la autorizaci¨®n por parte de EE UU del trazado del megaoleoducto Keystone XL para transportar crudo de la costa de Alberta, en Canad¨¢, hasta las refiner¨ªas del golfo de M¨¦xico. La falta de aprobaci¨®n por parte de la Casa Blanca ha minado la confianza del Gobierno canadiense en la viabilidad de una integraci¨®n energ¨¦tica regional, oblig¨¢ndolo a buscar nuevos mercados al otro lado del Pac¨ªfico.
Esta tendencia creciente de coordinaci¨®n de ciclos va a continuar independientemente de las pol¨ªticas que se apliquen a la regi¨®n¡± Jaime Serra
El crecimiento econ¨®mico de M¨¦xico, unido a los bajos salarios industriales, ha levantado, de acuerdo con varios analistas, los recelos de Canad¨¢ hacia su socio del sur, abundando en la impresi¨®n de que en la regi¨®n, m¨¢s que acuerdos trilaterales hay una preponderancia de las relaciones bilaterales entre M¨¦xico y EE UU y entre EE UU y Canad¨¢. ¡°No existe una gran relaci¨®n entre Canad¨¢ y M¨¦xico¡±, reconoce Wilson. ¡°Creo que a Canad¨¢ siempre le ha preocupado que su desarrollo se vea retrasado por M¨¦xico, ellos no tienen los problemas de corrupci¨®n y seguridad en la frontera y consideran que podr¨ªan avanzar m¨¢s r¨¢pidamente sin ellos, aunque en el fondo creo que entre ellos se ha instalado el recelo de que ninguna de sus relaciones con EE UU quede por delante de la otra, algo que se puede ver en t¨¦rminos de competitividad o de cooperaci¨®n¡±, indica.
Con 450 millones de habitantes, un PIB per c¨¢pita de 41.000 d¨®lares, y una producci¨®n de bieses y servicios valorada en 17 billones de d¨®lares, seg¨²n datos del Departamento de Estado, la regi¨®n de Norteam¨¦rica sigue siendo un mercado atractivo y compacto. Las sinergias entre sus tres integrantes son muy importantes en t¨¦rminos econ¨®micos, no en vano, Canad¨¢ es el primer mercado exportador de EE UU y M¨¦xico es el segundo. ¡°De cada d¨®lar que M¨¦xico exporta a EE UU, 40 centavos son insumos de EE UU; de cada d¨®lar que Canad¨¢ exporta a ese mismo pa¨ªs, 25 centavos provienen de EE UU. Esto contrasta con las cifras de China que por cada d¨®lar que exporta a EE UU, cuatro centavos son de insumos americanos, un ejemplo del modelo de relaci¨®n compartida entre EE UU, Canad¨¢ y M¨¦xico, frente al outsourcing puro de la correspondencia con China¡±, puntualiza Serra.
M¨¢s all¨¢ de su prevalencia o de las dudas sobre su vigencia, el NAFTA ha sentado las bases de una regi¨®n econ¨®micamente integrada que ha provocado que a lo largo de estos 20 a?os se haya producido una convergencia macroecon¨®mica que ha apuntalado los cimientos para un proceso de mayor integraci¨®n mayor al margen del tratado. ¡°Esta tendencia creciente de coordinaci¨®n de ciclos va a continuar independientemente de las pol¨ªticas que se apliquen a la regi¨®n¡±, se?ala el antiguo secretario de Comercio mexicano.
El NAFTA, en cifras
- Poblaci¨®n: 450 millones de habitantes
- Produce 17 billones de d¨®lares en bienes y servicios
- Cada minuto, el intercambio comercial entre los tres pa¨ªses del NAFTA asciende a 2 millones de d¨®lares
- Valor exportaciones de M¨¦xico antes del NAFTA: 130 millones al d¨ªa
- Valor exportaciones de M¨¦xico con el NAFTA: 1.000 millones de d¨®lares diarios
- Promedio de inversi¨®n extranjera en M¨¦xico antes del NAFTA: 2.000 millones de d¨®lares al a?o
- Promedio de inversi¨®n extranjera en M¨¦xico con el NAFTA: 20.000 millones de d¨®lares anuales
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