El asesinato de un cantante destapa la corrupci¨®n policial de Veracruz
El Gobierno trataba de cerrar el caso culpando a unos sicarios pero la familia demostr¨® que tras el crimen estaba la polic¨ªa
El asesinato de Gibr¨¢n Martiz, un joven cantante que apenas estaba abri¨¦ndose camino en el mundo de la m¨²sica, ha vuelto a dejar en evidencia la corrupci¨®n de las autoridades policiales de Veracruz, un Estado al este de M¨¦xico. El m¨²sico fue secuestrado en su casa y apareci¨®, cinco d¨ªas despu¨¦s, en el interior de un veh¨ªculo con un tiro de gracia. La polic¨ªa dijo que encontr¨® su cad¨¢ver al enfrentarse con los sicarios que se hab¨ªan llevado a Gibr¨¢n. Era la escena perfecta de un crimen. Abatidos los culpables y encontrado el desaparecido, tocaba cerrar el caso.?
Solo por la insistencia de los padres del cantante, que visitaron hospitales, comisar¨ªas e interrogaron a los vecinos que vieron c¨®mo se llevaron a su hijo, se est¨¢ conociendo poco a poco lo que en verdad pudo haber pasado. Despu¨¦s de varios d¨ªas dando p¨¢bulo a la versi¨®n oficial, el Gobierno de Veracruz ha reconocido que hay siete polic¨ªas implicados en el caso. ¡°Fueron funcionarios los que se lo llevaron a ¨¦l y a un amigo (tambi¨¦n asesinado) con el que viv¨ªa. Solo queremos saber qu¨¦ ocurri¨®, que no se cierre en falso¡±, cuenta por tel¨¦fono Erick, el hermano del cantante, que se dio a conocer gracias al programa de televisi¨®n La Voz de M¨¦xico, un popular reality show.
Gibr¨¢n Martiz, de 22 a?os, era un cantante local y m¨¢s bien desconocido que el verano pasado se present¨® a un concurso de Televisa en el que se promociona la carrera de un grupo de meritorios. Acabado el programa, este enero hab¨ªa decidido independizarse. Apenas llevaba un d¨ªa viviendo en un apartamento que hab¨ªa alquilado en Xalapa, la capital de Veracruz, cuando alguien lo secuestro a ¨¦l y a su compa?ero de piso, un chico de 17 a?os con el que hab¨ªa empezado a colaborar en una maqueta. Era 7 de enero. La familia intent¨® contactarlo sin ¨¦xito durante varios d¨ªas. Sus allegados se alarmaron al enterarse de que no se present¨® a una actuaci¨®n que ten¨ªa apalabrada en una discoteca. Su hermano denunci¨® la desaparici¨®n el d¨ªa 12 de enero a trav¨¦s de Twitter.
El padre, Efra¨ªn, se desplaz¨® a Xalapa para tratar de encontrarlo. Su desaparici¨®n tuvo mucho eco en las redes sociales. La gente del mundo del espect¨¢culo se volc¨® en el asunto. Su cad¨¢ver apareci¨® el d¨ªa 20 en un lugar apartado, La Ternera, despu¨¦s del supuesto tiroteo entre polic¨ªas y criminales. Los agentes que montaron el operativo dijeron que en los coches de los sicarios, adem¨¢s de los cuerpos, encontraron uniformes de polic¨ªas, armas, chalecos. Daban a entender que los asesinos se hab¨ªan hecho pasar por polic¨ªas. El procurador ¨Cfiscal- del Estado, Felipe Amadeo Flores, dio por buena esa versi¨®n y la difundi¨® en una comparecencia p¨²blica.
El padre del cantante estaba convencido de que le enga?aban. Los asesinos de su hijo, pensaba, son verdaderos polic¨ªas. O al menos hab¨ªan tenido una actuaci¨®n muy activa en su muerte. Los vecinos le hab¨ªan dado el color y la matr¨ªcula del coche en el que lo secuestraron y al ir a denunciar a asuntos internos el caso, se top¨® en el garaje con el veh¨ªculo. ¡°No me voy a ir huyendo. Soy de las personas que cree que en una guerra de estas hay que poner familia, primos, hermanos, hijos. Para que las cosas cambien y el pa¨ªs mejore. Y si a m¨ª me toc¨® poner a mi hijo, ni modo¡±, dijo el padre durante esos d¨ªas.
Poco a poco la historia se est¨¢ esclareciendo. Los polic¨ªas, seg¨²n cree la familia por las investigaciones que ha estado llevando a cabo, agarraron por alg¨²n motivo a dos j¨®venes amigos de Gibr¨¢n. Los chicos tienen antecedentes por robo de coches. En un momento dado, la polic¨ªa tuvo que ir con estos hasta el apartamento donde estaban Gibr¨¢n y su amigo. Se llevaron a los cuatro. El resto de la historia sigue en sombra. Las autoridades no han explicado cu¨¢l es el papel exacto de los polic¨ªas ni el motivo de los asesinatos. Les imputa los delitos de abuso de autoridad y coacci¨®n.
El Gobierno de Veracruz, y m¨¢s concretamente su gobernador, Javier Duarte, han recibido duras cr¨ªticas por su pol¨ªtica de seguridad y su forma de administrar la justicia. Regina Mart¨ªnez, una periodista de la revista Proceso que investigaba asuntos espinosos, fue asesinada en abril de 2012. La investigaci¨®n de su asesinato estuvo acompa?ada de una campa?a de descr¨¦dito hacia la informadora que intentaba tapar una posible connotaci¨®n pol¨ªtica del crimen. M¨¢s tarde fue detenido un posible asesino, un drogadicto que arrastraba una enfermedad. En la c¨¢rcel dijo que lo hab¨ªan torturado y la realidad es que la ¨²nica prueba en su contra era su propia confesi¨®n. Lo dejaron libre. En el caso de Gibr¨¢n ya comienzan a circular fotograf¨ªas en las redes sociales en las que se le ve armado y con droga. Nadie parece saber de d¨®nde han salido. En Veracruz, las v¨ªctimas no descansan en paz ¨²ltimamente.
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