Una potencia cada vez m¨¢s desigual
Las diferencias entre ricos y pobres se acrecentan en EE UU, y el progreso social se estanca
En la tierra de las oportunidades, el ascensor social est¨¢ estancado y las brechas econ¨®micas se agigantan. La primera potencia econ¨®mica cada vez es m¨¢s desigual, lo que amenaza seriamente su desarrollo y su esencia misma: la vigencia del llamado sue?o americano. A principios de diciembre, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declar¨® la desigualdad econ¨®mica como ¡°el mayor desaf¨ªo de nuestro tiempo¡±, y este martes, en su discurso del estado de la Uni¨®n, ha alertado de la gravedad de este drama y ha urgido a los legisladores a tomar medidas para combatirlo.
Las estad¨ªsticas hablan por si solas. En los ¨²ltimos 50 a?os, los ingresos medios del 1% m¨¢s rico de la poblaci¨®n norteamericana se han disparado un extraordinario 271%, mientras que los del 90% m¨¢s pobre lo han hecho a un ritmo m¨¢s de diez veces inferior, un 22%. Seg¨²n Obama, la desigualdad econ¨®mica en EE UU es comparable a la de pa¨ªses como Jamaica y Argentina. Los ¨ªndices de pobreza, por su parte, han crecido, aunque a un ritmo menor. En 2006, la tasa era del 12,3% y desde 2010 est¨¢ estancada en el entorno del 15%, seg¨²n los datos oficiales; aunque desde el Center on Budget and Policy Priorities, un organismo independiente, estiman que ha seguido creciendo ligeramente si se le a?ade el efecto de la inflaci¨®n. En ambos casos, las cifras son mucho m¨¢s acuciantes entre la poblaci¨®n negra y hispana.
Y, en paralelo, la capacidad de progresar econ¨®micamente en EE UU se ha paralizado. Si la distribuci¨®n de la renta se divide en cinco categor¨ªas, los nacidos en la m¨¢s pobre de las cinco tienen un 40% de posibilidades de permanecer all¨ª cuando sean adultos, mientras que lo mismo les sucede, tambi¨¦n con un 40% de posibilidades, a los nacidos en la categor¨ªa m¨¢s acaudalada, seg¨²n revela Richard V. Reeves, investigador del departamento de econom¨ªa de Brookings, un centro de estudio con sede en Washington. Traducci¨®n: los m¨¢s pobres permanecen pobres y los m¨¢s ricos permanecen ricos, y solo el 20% de en medio vislumbra esperanzas de mejora.
¡°En los ¨²ltimos 60 a?os, la situaci¨®n se ha mantenido totalmente plana. En Estados Unidos no hay tanta movilidad como en otros pa¨ªses¡±, afirma en conversaci¨®n telef¨®nica. Por ejemplo, seg¨²n datos de la OCDE, hay m¨¢s capacidad de escalar socialmente en pa¨ªses como Alemania o Holanda que en EE UU. Y esto ¡°ofende¡± profundamente la esencia americana, en palabras de Reeves, m¨¢s que las profundas disparidades de ingresos, y obliga a los pol¨ªticos de todos los espectros a posicionarse al respecto, pues la igualdad de oportunidades es parte del ¡°contrato social americano¡±.
A su vez, sin embargo, como ponen de manifiesto los discursos de Obama, el apogeo del 1% m¨¢s rico tambi¨¦n se ha adentrado en el debate pol¨ªtico, siguiendo la estela impulsada en 2011 por las reivindicaciones del movimiento 'Occupy Wall Street'. A diferencia de la movilidad social, la evoluci¨®n de la renta ha sido variable, seg¨²n apunta el investigador. La brecha en las desigualdades de ingresos en EE UU aument¨® considerablemente en los a?os 80 y principios de los 90, para a continuaci¨®n permanecer estable hasta mediados de la primera d¨¦cada del nuevo siglo, cuando se volvieron a disparar los ingresos de los m¨¢s ricos. El estallido de la crisis econ¨®mica en 2007 fren¨® esta tendencia al alza pero en los ¨²ltimos a?os las grandes fortunas han logrado recuperar el terreno perdido.
No hay un diagn¨®stico ¨²nico que explique el auge de las desigualdades econ¨®micas y la reducci¨®n de las oportunidades sociales, ni tampoco las mismas recetas para combatir ambos fen¨®menos. Reeves cita una serie de factores que confluyen de forma interrelacionada. En el terreno de las causas, sostiene que buena parte de la riqueza de los m¨¢s acaudalados proviene del capital y que, en general, los rendimientos se han disparado en los ¨²ltimos a?os. Y tambi¨¦n otro factor m¨¢s prosaico: las familias m¨¢s ricas se suelen casar entre ellas, lo que hace que el conjunto de su renta se consolide a¨²n m¨¢s.
En paralelo, pese a la mejora de 2013, en los ¨²ltimos a?os la econom¨ªa norteamericana ha crecido con menos fuerza que en el pasado y el desempleo ha aumentado, lo que, en general, ha limitado el crecimiento de los ingresos -si es que no los ha reducido- y la movilidad de las rentas del trabajo, es decir ha afectado mayoritariamente a las clases medias y bajas. Adem¨¢s, el investigador tambi¨¦n apunta como posibles causas el declive de los sindicatos, la distribuci¨®n salarial y la distribuci¨®n de impuestos entre la poblaci¨®n.
En este sentido, una de las cl¨¢sicas posibles soluciones para reequilibrar m¨¢s los ingresos ser¨ªa gravar m¨¢s fiscalmente a los m¨¢s ricos y menos a los pobres, algo que ya se empez¨® a hacer el a?o pasado. En enero de 2013, se revertieron algunas de las rebajas fiscales impulsadas por la administraci¨®n de George W. Bush (2001-2009) y la tasa marginal para los ingresos individuales superiores a los 400.000 d¨®lares pas¨® del 35% al 39,6%.
En el terreno de las recetas, Reeves tambi¨¦n aboga por dar m¨¢s poder a los trabajadores para que se beneficien m¨¢s de las ganancias empresariales, y por aumentar la inversi¨®n en educaci¨®n pre-infantil y secundaria, y redoblar los esfuerzos en el acceso a la universidad. Son iniciativas parecidas a las reclamadas por Obama a los congresistas y las defendidas por 'think tanks' progresistas, como el Center for American Progress.
Pero la medida estrella para combatir las crecientes desigualdades que sufre EE UU anunciada por el presidente es la de elevar el salario m¨ªnimo federal de 7,25 d¨®lares a 10,10 d¨®lares, algo que ven¨ªan reclamando distintos sectores en los ¨²ltimos meses, como los trabajadores de comida r¨¢pida. Seg¨²n diversos estudios, si el sueldo m¨ªnimo hubiese aumentado al mismo ritmo que la renta del 1% m¨¢s rico se situar¨ªa actualmente en el entorno de los 25 d¨®lares. En cambio, en los ¨²ltimos 50 a?os, se considera que el valor de los sueldos apenas se ha incrementado un 7%. La tierra de las oportunidades es cada vez m¨¢s la de las desigualdades.
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