Cada tiempo busca y a veces encuentra sus propios espejos hist¨®ricos con el auxilio de la magia irracional de las cifras redondas. Hace 1.200 a?os muri¨® Carlomagno. Hace 300 el duque de Berwick cerc¨® y venci¨® a la Barcelona que se resist¨ªa militarmente al nuevo rey Felipe de Borb¨®n. Doscientos han pasado desde que el biznieto del anterior, Fernando VII, revocara la Constituci¨®n de C¨¢diz, la primera en adoptar el principio de la soberan¨ªa nacional en Espa?a. Solo cien, desde que empez¨® la Gran Guerra Europea, bautizada posteriormente como Primera Guerra Mundial. El mismo per¨ªodo de tiempo, un siglo, ha transcurrido tambi¨¦n desde que Catalu?a obtuvo el reconocimiento de su personalidad y de su unidad territorial, justo dos siglos despu¨¦s de perderlas, mediante una instituci¨®n como la Mancomunidad, que agrup¨® a las cuatro diputaciones provinciales y sent¨® las bases de la Catalu?a autogobernada en distintos per¨ªodos del siglo XX y XXI.
La fecha de 1914 es tambi¨¦n la que marca el inicio del siglo XX corto, tal como lo caracteriz¨® Eric Hobsbawn, que abarca hasta 1991, cuando colapsa la Uni¨®n Sovi¨¦tica, e incluye tres guerras mundiales, dos terribles y calientes y una tercera fr¨ªa y heladora para la mitad de Europa, paralizada y sometida entre los brazos del oso sovi¨¦tico. Tras un siglo XIX plenamente europeo, el XX es todav¨ªa una ¨¦poca de dominio occidental, en la que Europa cede el testigo a Estados Unidos y el eje geopol¨ªtico y econ¨®mico del planeta se traslada desde el centro del continente europeo hacia el mundo atl¨¢ntico.
No sabemos c¨®mo ser¨¢n las hegemon¨ªas del siglo XXI, pero ya somos testigos de una desoccidentalizaci¨®n acelerada y del desplazamiento del pivote mundial del Atl¨¢ntico al Pac¨ªfico. Los europeos echamos la vista atr¨¢s en busca de espejos del pasado, entre otras la fecha tr¨¢gica que marca el inicio en propiedad de nuestro siglo XX, sin tener en cuenta algunas reflexiones tan elementales como claras de muchos intelectuales asi¨¢ticos de nuestros d¨ªas. Asia no existe, es un invento occidental. Europa, una peque?a pen¨ªnsula en el extremo occidental del enorme continente euroasi¨¢tico. China, finalmente, representa la tercera parte de la humanidad que recupera la fuerza de su tama?o y de su peso tras casi dos siglos de eclipse. Estas frases las escuch¨¦ hace apenas dos semanas en Barcelona en el seminario anual sobre paz y seguridad en el siglo XXI, que desde hace doce a?os organiza en Barcelona el CIDOB, nuestro brillante y primer think tank, y que estuvo dedicado en esta ocasi¨®n a Asia oriental.
La fecha de 1914 est¨¢ inspirando a los europeos de cara a revisar el estado moral de sus sociedades y sus gobiernos respecto a los males que nos aquejaron entonces. Pero a la vista del actual paisaje geopol¨ªtico, no le falta raz¨®n al primer ministro japon¨¦s, Shinzo Abe, cuando la evoca para pensar en Asia, donde crece el gasto militar, hay una zona de creciente fricci¨®n bien definida en el Mar de la China, no hay instituciones multilaterales y tambi¨¦n proliferan los pol¨ªticos son¨¢mbulos que tuvimos los europeos hace 100 a?os y que Cristopher Clark ha convertido en el motivo de su libro del mismo nombre ('The Sleepwalkers. How Europe went to War in 1914').
Shinzo Abe no ve el peligro del sonambulismo en Europa sino en su vecindario. No quiere que Asia empiece su siglo como Europa termin¨® el suyo, el XIX, hace cien a?os. Respecto a la fecha catalana, ese 1714 tan inspirador, basta con recordar que hace tres siglos entre China e India concentraban m¨¢s de la mitad del PIB mundial, prueba de que no son pa¨ªses que emergen sino que recuperan el peso que corresponde a su tama?o.
Las celebraciones suelen ser enga?osas. Puede darse el caso de que creamos que estamos conmemorando nuestra grandeza y nos encontremos en cambio que solo estamos subrayando nuestra insignificancia.
Comentarios
Con lo interesante que me hab¨ªa parecido este recorrido hist¨®rico, me ha sobrado la cu?a publicitaria sobre Catalunya, un puntito insignificante dentro de la insignificancia de Espa?a y, me temo, de la UE . Me ha gustado mucho eso de "pol¨ªticos son¨¢mbulos". Sin haber le¨ªdo el libro, que parece muy interesante, "Sleepwalkers" suena a cualquier persona que anda mientras duerme. Es necesario dormir, y so?ar, pero sino estamos bien despiertos se nos van comer vivos. El Roto, una vez m¨¢s, lo borda hoy.
Å®Like a ripple,In a pond,We're fading out, In the dim lightLos Europeos estamos cogiendo perspectiva. Esos 500 a?os de r¨¢pida expansi¨®n, tanto tecnol¨®gica como cultural, se enfrentan ahora al Big Crunch. Es decir, las econom¨ªas offshore cr¨®nicas (comenzando por el colonialismo impulsado por la necesidad de materias primas para nutrir la producci¨®n y consumo a gran escala) se han topado con un?grave problema : el endeudamiento a gran escala basado en las monedas fiat. Es decir, economias financiarizadas que ahogan en sus contracciones a la econom¨ªa real (producci¨®n y servicios). Todo este modelo econ¨®mico, que nace en los 70 del siglo pasado, es una creaci¨®n occidental, y que de alg¨²n modo tiene relaci¨®n tambi¨¦n con la lenta decadencia de la energ¨ªa barata ( petr¨®leo). El Big Crunch viene dado porque la soluci¨®n empleada part¨ªa de un axioma no comprobado: el crecimiento infinito ( cuando precisamente sabemos que la tasa de renovaci¨®n de las materias primas es limitada...). Europa ya aprendi¨® de su pasado guerrero (?quiz¨¢?) pero del econ¨®mico no sabe muy bien como salir: la deuda. Estamos experimentando lo mismo que vivieron los estados endeudados que recibieron las recetas del FMI durante los 80 y los 90. Algo que nos deber¨ªa hacer reflexionar, pues s¨®lo empezaron a salir del hoyo con las quitas y reestructuraciones que se hicieron bajo el Plan Brady.En Asia ya se est¨¢n percatando de los problemas que conllevar¨¢ el modelo econ¨®mico que tienen, y empiezan a planificar por s¨ª mismos, algunos de ellos a 30, 50 a?os vista. ( la experiencia de la crisis del 98 les hace rehuir de las soluciones externas, como las que sugiri¨® en su momento el FMI) China, por ejemplo, quiere incentivar el consumo interno. P.D. Jap¨®n con sus "Abenomics" se expone al mismo problema que EEUU: una deuda de crecimiento casi exponencial, es decir, muy dificil de pagar. Al fin y al cabo, las soluciones de Keynes son s¨®lo circunstanciales. No resuelven el problema de fondo en el sistema econ¨®mico. Se basan en la premisa de: "A largo plazo, todos estaremos muertos". Eso implica que no interesa crear un sistema estable, desde una perspectiva intergeneracional. Sino meramente parchearlo, y seguir adelante. Lo hemos visto ya ( ?que fue de la proclama de Sarkozy en el 2008, de "controlar los mercados financieros"....?). El dinero por s¨ª mismo no tiene valor (ni produce, de hecho, s¨®lo es valioso cuando "engrasa" los intercambios de la econom¨ªa ), pero el sistema insiste en su tendencia a su acumulaci¨®n y concentraci¨®n ( a veces, de forma totalmente injustificada y extractiva). Algo falla ah¨ª.
Dejando de lado el apartado econ¨®mico, ?qu¨¦ nos aporta Asia? El capitalismo offshore que ha prosperado tanto se ha encontrado muy a gusto en sistemas pol¨ªticos tan r¨ªgidos como el de China o Singapur. Se ha amoldado a sus condiciones sin contemplaciones, mientras que en sistemas democr¨¢ticos como la India, pese a crecer la clase media, las diferencias sociales aumentan al mismo ritmo. Asia en su conjunto ha acogido la industria deslocalizada en su territorio sin ambages, y por ¨®smosis, el "know-how". Culturalmente, la mayor influencia la recibimos de Jap¨®n (desde el entretenimiento cultural hasta la filosofia), aunque en general es superficial, dado que la influencia de los modos de vida y pensamiento occidental han penetrado con mucha mas fuerza en ellos, sobre todo en los aspectos que rigen su comportamiento econ¨®mico y h¨¢bitos de consumo, as¨ª como el entretenimiento y la educaci¨®n.La diferencia es que sus nociones tradicionales todav¨ªa las consideran ¨²tiles y necesarias, y de alg¨²n modo configuran sus objetivos como sociedades. Desde el neoconfuncianismo chino ( estabilidad social de jerarqu¨ªa familiar, con ¨¦nfasis en educaci¨®n y esfuerzo), hasta el sentido del ¡±giri¡± ( obligaci¨®n, respeto) japon¨¦s, hay matices, pero generalmente se asocian con sociedades fuertemente normativizadas, donde el individuo es s¨®lo una parte de un todo. Ni que decir que eso tambi¨¦n tiene su lado oscuro.Europa que en los ¨²ltimos tiempos ha promovido la democracia no s¨®lo como instrumento pol¨ªtico, sino como marco social, se encuentra constre?ida en una discusi¨®n que se renueva con fuerza cada vez que la asolan las crisis econ¨®micas: ? Est¨¢ el capitalismo definiendo la sociedad, imponi¨¦ndole sus objetivos? "Si lo ¨²nico que tienes es un martillo, todos los problemas son clavos" . Si la ¨²nica forma de plantearnos los problemas es con la relaci¨®n monetaria de costebeneficio, como parece ser la tendencia, hay que preguntarse entonces qu¨¦ hace la democracia con todo esto. La democracia no sirve s¨®lo para escoger entre varios gestores cada cuatro a?os, debe ser una forma tambi¨¦n de empoderar al ciudadano, hacerlo part¨ªcipe efectivo y responsable de la marcha del pa¨ªs, en fin, ser soberano junto con los dem¨¢s part¨ªcipes. Por eso nos choca tanto ver la pol¨ªtica econ¨®mica teledirigida desde Bruselas y Berl¨ªn. ?Qu¨¦ clase de mejunje pol¨ªtico y econ¨®mico estamos creando? Dif¨ªcilmente podemos calificar en este aspecto, que estemos en democracia. A la "democracia" espa?ola ( en la que hay muchos flecos y fallos flagrantes que tocar¨¢ subsanar, y solo lo podr¨¢n hacerlo de verdad los espa?oles) , a?adimos la escasa influencia sobre las decisiones de Bruselas. Descartado el ciudadano de a pie como motor de la iniciativa europea, ?Que queda? ?Los aparatos de los Estados Nacionales? ?La burocracia de Bruselas? La propia indefinici¨®n del proyecto europeo, en un principio tomada como se?al de su flexibilidad, puede ser su tumba. Y no est¨¢ proporcionando herramientas pol¨ªticas eficaces a los supuestos ciudadanos europeos... con lo cual, ya de base, pierde apoyo.La UE corre el riesgo de hacer cr¨®nicos sus errores de concepto y praxis, tanto pol¨ªticos como econ¨®micos. Y su "ventana" temporal de gracia hace ya tiempo que pas¨®.
Ayer pudimos observar un curioso fen¨®meno: la verdadera pol¨ªtica, la gran pol¨ªtica, se desarrollaba delante de una peque?a mesa en un programa de televisi¨®n. Dos importantes dirigentes debat¨ªan sobre el futuro de Espa?a, de Catalu?a, sobre la legalidad o legitimidad de importantes decisiones y otros temas de gran inter¨¦s. Mientras, en Valladolid, en un escenario grandioso se hab¨ªa desarrollado la convenci¨®n nacional del partido m¨¢s poderoso hoy en el pa¨ªs, un espect¨¢culo m¨¢s caracterizado por la vacuidad que por la relevancia de su contenido, por las formas que por el fondo. Qu¨¦ contraste, sobre todo teniendo en cuenta que quienes se han ido de Romer¨ªa este fin de semana a la capital castellanoleonesa para cantar las alabanzas de su jamenei espiritual, no dudaban en presentarse como la ¨²nica alternativa posible, 'nosotros o la Nada' - aseguraban -. Empiezo a pensar que esto es lo que ocurre un poco en el pa¨ªs, que el verdadero debate, el que hace evolucionar a la sociedad, se lo est¨¢n perdiendo nuestros dirigentes porque est¨¢n ensimismados en sus cuitas personales y partidarias. Gobiernan pero no se enteran de nada. Y llego a la conclusi¨®n de que con este gobierno en concreto, que debe hacer suya aquella m¨¢xima de Baroja de que no hay mejor gobierno que el que no hace nada, llego a la conclusi¨®n de que a este gobierno todo lo gubernamental le es ajeno, y que deber¨¢n ser los dem¨¢s interlocutores pol¨ªticos quienes hablen y lleguen a acuerdos pasando por encima del peso muerto en que se ha convertido el ejecutivo de Rajoy. En fin, hacer un poco con ¨¦l lo que se hace con el ni?ato due?o de la pelota (bien que en este caso ni siquiera es suya), que quiere jugar seg¨²n sus particulares reglas de juego, correr m¨¢s que ¨¦l dej¨¢ndole en evidencia, y de vez en cuando, como quien no quiere la cosa, darle alg¨²n balonazo, a ver si reacciona.
Como los europeos nunca aprendemos, y todos los d¨ªas nos encuentran desprevenidos, les muestro lo que nos espera por no entender el mundo fuera de nuestro ¨²tero protector sociocomunista: "El Jefe Negociador palestino clama que los palestinos estaban en Jeric¨® 5.500 a?os antes que Josu¨¦ librara la batalla Negociadores israel¨ªes se sorprendieron el s¨¢bado, cuando durante una sesi¨®n conjunta en una conferencia de seguridad, el jefe negociador palestino cit¨® un evento seminal en el libro b¨ªblico de Josu¨¦ para reclamar que su pueblo estaba presentes en el territorio en disputa a miles de a?os antes que los Judios. El jefe negociador palestino, Saeb Erekat, que vive en Jeric¨®, dijo: "Yo soy el hijo de Jeric¨®. Tengo 10.000 a?os de antig¨¹edad. Celebr¨¦ el a?o pasado la fecha de nacimiento de mi ciudad ". "Yo soy el hijo orgulloso de los natufienses y los cananeos. He estado all¨ª desde 5500 a?os antes de Josu¨¦ ben Nun [hijo de Nun] viniera y quemara mi ciudad natal de Jeric¨®", dijo Erekat. De acuerdo con el relato b¨ªblico se describe en Josu¨¦ cap¨ªtulo 6 al que Erekat se refer¨ªa, los israelitas guiados por Josu¨¦ rodearon la ciudad, soplaran los cuernos y gritaran, haciendo que los muros de Jeric¨® colapsaran." Apuesto que en tres d¨ªas este argumento ser¨¢ la posici¨®n oficial de la progres¨ªa espa?ola para la defensa hist¨®rica palestina. Nada supera a la ignorancia abyecta como arma pol¨ªtica. Qu¨¦ Jap¨®n ni que nada... Perdemos porque somos ignorantes llenos de ideas vacuas.
Lo peor de todo es sentir nostalgia de lo que nunca fue. Desde un punto de vista psicol¨®gico no es raro que las personas idealicen una parte de su propio pasado y anhelen desesperadamente volver a aquella adolescencia o aquella ni?ez que se les antoja lo mejor que les ha pasado. Gente inmadura en mi opini¨®n. Seguro que ustedes conocen a muchos ejemplos. Esa clase de gente -los so?adores del pasado-, y he conocido a bastantes, generalmente eran durante esa adolescencia id¨ªlica unos verdaderos pringados que a duras penas tuvieron un par de momentos felices justo antes de convertirse en eso que los americanos llaman perdedores. Se me ocurre una cosa ?Existen naciones inmaduras desde un punto de vista colectivo? ?Conmemorar una derrota es acaso una muestra de inmadurez? ?Sufre Catalu?a el s¨ªndrome de Peter Pan? ?Sue?an los nacionalistas catalanes con ser el pr¨ªncipe que despierte a la Cenicienta? Son tan bellos los cuentos de hadas. Tan estimulantes. Lo malo es que no suelen soportar una falsaci¨®n en t¨¦rminos Popperianos con la realidad. En fin.
Todo fluye, todo cambia, nada permanece, como dijo Her¨¢clito, el m¨¢s "oriental" de los griegos, de los primeros filosofos "occidentales" . Frente al oriente asi¨¢tico disciplinad¨ªsimo, pr¨¢ctico e industrioso, Europa dividida y aburguesada no parece poder aspirar en este siglo a mucho m¨¢s que a sobrevivir y hacer sobrevivir sus ideales. No ser¨ªa poco.
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Escribe en EL PA?S columnas y an¨¢lisis sobre pol¨ªtica, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ¡®El a?o de la Revoluci¨®n' (Taurus), sobre las revueltas ¨¢rabes, ¡®La gran verg¨¹enza. Ascenso y ca¨ªda del mito de Jordi Pujol¡¯ (Pen¨ªnsula) y un dietario pand¨¦mico y confinado con el t¨ªtulo de ¡®Les ciutats interiors¡¯ (Galaxia Gutemberg).