Las dos Coreas acuerdan reuniones de las familias separadas por la guerra
Los encuentros se prev¨¦ que tengan lugar del 20 al 25 de febrero en Monte Kumgang, en la costa oriental norcoreana
La dos Coreas han acercado posiciones en uno de los temas m¨¢s sensibles que enfrenta a ambos pa¨ªses desde hace d¨¦cadas. Representantes de Pyongyang y Se¨²l han acordado este mi¨¦rcoles en la localidad fronteriza de Panmujom la reanudaci¨®n a finales de mes de las reuniones de las familias separadas por la guerra de Corea (1950-1953). Los encuentros ¡ªlos primeros desde octubre de 2010¡ª se prev¨¦ que tengan lugar del 20 al 25 de febrero en Monte Kumgang, un centro tur¨ªstico en la costa oriental norcoreana, seg¨²n ha asegurado el Ministerio de Unificaci¨®n en Se¨²l, informa la agencia surcoreana Yonhap.
El reinicio de las reuniones entre parientes separados durante d¨¦cadas supone un progreso en las relaciones entre los dos vecinos y enemigos, que en los ¨²ltimos a?os han sufrido para dar incluso los pasos m¨¢s b¨¢sicos destinados a mejorar la confianza mutua.
La guerra de Corea finaliz¨® con un alto el fuego que nunca se convirti¨® en tratado de paz definitivo. Millones de personas quedaron separadas de sus familiares en ambas partes de la pen¨ªnsula, donde los viajes privados a trav¨¦s de la frontera e incluso las comunicaciones telef¨®nicas mutuas est¨¢n prohibidos.
M¨¢s de 700.000 surcoreanos han intentado encontrar a parientes con los cuales perdieron el contacto. Pero han pasado seis d¨¦cadas desde el fin de la guerra, y muchos de quienes sufrieron la divisi¨®n de sus familias han muerto.
El programa de reuniones comenz¨® en serio en 2000, despu¨¦s de una cumbre hist¨®rica entre las dos Coreas. M¨¢s de una docena de encuentros espor¨¢dicos, desde entonces, han permitido a 21.700 personas reunirse brevemente. Se trata de un asunto muy emotivo, ya que la mayor¨ªa de los miembros de las familias divididas tiene m¨¢s de 70 u 80 a?os y desea ver a sus parientes antes de morir. El plan fue suspendido en 2010 despu¨¦s del bombardeo por parte de Pyongyang de una isla surcoreana fronteriza.
Las negociaciones hoy en Panmujom se han producido en un contexto de crecientes presiones del Norte para que el Sur cancele las maniobras militares anuales conjuntas con Estados Unidos previstas para finales de mes. Aunque Pyongyang no ha ligado el reinicio de las reuniones a la suspensi¨®n de los ejercicios militares, funcionarios des Sur creen que su intenci¨®n es clara y han asegurado que no ceder¨¢n a las presiones.
En las ¨²ltimas semanas, diplom¨¢ticos norcoreanos han lanzado una ofensiva de seducci¨®n, muy alejada de sus habituales amenazas y ret¨®rica, mediante la concesi¨®n de entrevistas y la celebraci¨®n de ruedas de prensa para pedir el fin de las maniobras. La cuesti¨®n es si las reuniones familiares seguir¨¢n adelante a pesar de la celebraci¨®n de los ejercicios armados o ser¨¢n anuladas en el ¨²ltimo momento como ha ocurrido en otras ocasiones.
Conversaciones similares a las actuales entre el Norte y la Cruz Roja surcoreana mantenidas en agosto pasado concluyeron con un pacto para celebrar el mes siguiente reuniones entre varios cientos de miembros de familias divididas. El proceso de selecci¨®n fue finalizado, y, cuando los escogidos se preparaban para reunirse en Monte Kumgang, Pyongyang cancel¨® el evento. Faltaban solo cuatro d¨ªas para su inicio. Dio como motivo la "hostilidad" del Sur.
Las intenciones de Corea del Norte son siembre dif¨ªciles de adivinar, y el desconocimiento que rodea al joven l¨ªder Kim Jong-un ¡ªel tercero de la dinast¨ªa Kim en dirigir el pa¨ªs¡ª complica a¨²n m¨¢s la situaci¨®n. El Gobierno de Kim Jong-un orden¨® en diciembre pasado la ejecuci¨®n de su t¨ªo Jang Song-thaek ¨Cconsiderado su mentor y n¨²mero dos del pa¨ªs- y ha purgado a altos mandos relacionados con ¨¦l.
La tensi¨®n en la pen¨ªnsula alcanz¨® a principios de 2013 cotas sin precedentes en a?os, cuando Pyongyang reaccion¨® con ira al incremento de las sanciones de la ONU en respuesta a su ¨²ltima prueba nuclear. Desencaden¨® un aluvi¨®n de amenazas, incluidos posibles ataques at¨®micos y de misiles contra Estados Unidos y Corea del Sur, que fue respondido por Washington con el vuelo de bombarderos nucleares de largo alcance sobre la pen¨ªnsula.
Las fricciones han disminuido en los ¨²ltimos meses, y el Norte ha tenido gestos conciliatorios. Pyongyang necesita mejorar sus relaciones con Se¨²l para atraer inversi¨®n extranjera y ayuda.
El r¨¦gimen de Kim Jong-un tambi¨¦n est¨¢ presionando para que se reanuden las conversaciones a seis bandas sobre el desmantelamiento de su programa nuclear, que incluyen, adem¨¢s de a las dos Coreas, a Estados Unidos, Rusia, Jap¨®n y China. Se¨²l y Washington insisten en que solo ser¨¢ posible retomar el di¨¢logo si Pyongyang se compromete de forma clara a abandonar su programa de armas at¨®micas.
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