Europa busca un l¨ªder
Schulz, Verhofstadt, Tsipras y las candidaturas de Juncker y hasta de la jefa del FMI, Christine Lagarde, protagonizan el primer acto de la precampa?a de las europeas
La fuerza de la identidad europea reside en una doble riqueza: la austeridad centroeuropea y la sonrisa mediterr¨¢nea, aunque no acabe de surgir el pegamento capaz de unir esas dos miradas que a d¨ªa de hoy bizquean. Como tantas otras cosas: las izquierdas llevan a?os vagando como fantasmas; el discurso de la derecha es m¨¢s matizado que en los a?os dorados de Thatcher, pero la crisis, que fue primero y sigue siendo en parte financiera, parece una especie de fracaso postm¨®rtem del thatcherismo y su laissez faire.
En medio de esa confusi¨®n, la Uni¨®n busca un l¨ªder capaz de reparar una aver¨ªa que va m¨¢s all¨¢ de la econom¨ªa y que durar¨¢ m¨¢s de lo que se piensa. Europa necesita un patr¨®n, pide a gritos un gu¨ªa. Urgente, desesperadamente. A 100 d¨ªas de las elecciones m¨¢s importantes desde que naci¨® ese extra?o animal pol¨ªtico llamado UE, las grandes familias han lanzado o est¨¢n a punto de anunciar un pu?ado de nombres propios. Se juegan, entre otras cosas, la batalla entre la vieja y la nueva Europa: los federalistas de toda la vida contra los defensores de un estilo m¨¢s pragm¨¢tico, que se ha impuesto durante la crisis con el m¨¦todo intergubernamental, tambi¨¦n llamado m¨¦todo alem¨¢n.
Todas las fuerzas pol¨ªticas salvo el Partido Popular Europeo ¡ªa la baja en las encuestas, que aun as¨ª dan un empate con los socialistas¡ª han ense?ado sus cartas. Al frente de los grupos principales est¨¢n el alem¨¢n Martin Schulz (socialistas), el griego Alexis Tsipras (izquierda unitaria), el belga Guy Verhofstadt (liberales), el franc¨¦s Jos¨¦ Bov¨¦ y la alemana Ska Keller (verdes). Y entre los conservadores manda el luxemburgu¨¦s Jean-Claude Juncker, con el pl¨¢cet tacticista y revisable de Merkel, junto con el franc¨¦s Michel Barnier, la tambi¨¦n luxemburguesa Vivian Reding e incluso la jefa del FMI, Christine Lagarde, ungida por el muy liberal y poco europe¨ªsta The Economist. Y sin embargo la sensaci¨®n en Bruselas es que todo est¨¢ muy verde: ¡°Muchos de esos nombres se quemar¨¢n¡±, vaticina?Javier Solana, exalto representante y gran conocedor de la UE. ¡°Tiene que haber algo m¨¢s¡±, augura.
CANDIDATOS DE LOS PRINCIPALES GRUPOS POL?TICOS
Socialistas.? Martin Schulz (alem¨¢n). El actual presidente del Parlamento Europeo naci¨® en 1955 en Hehlrath, junto a la frontera alemana con B¨¦lgica y Holanda. Afiliado al partido socialdem¨®crata alem¨¢n SPD desde los 19 a?os y diputado europeo desde 1994, lider¨® su grupo parlamentario en la Euroc¨¢mara desde 2000, para ser elegido cuatro a?os despu¨¦s l¨ªder del Grupo de los Socialistas y Dem¨®cratas, el segundo mayor en el Parlamento de la UE. Schulz fue alcalde de W¨¹rselen (regi¨®n de Aquisgr¨¢n) durante una d¨¦cada, un cargo que compagin¨® con la gesti¨®n de su propia librer¨ªa, que hab¨ªa fundado en 1982. Casado y con dos hijos, dedica su tiempo de ocio a la lectura, la historia y el f¨²tbol.
Izquierda Unitaria. Alexis Tsipras (griego). Nacido en Atenas en 1974, tres d¨ªas despu¨¦s de la ca¨ªda del r¨¦gimen militar, el l¨ªder de la coalici¨®n de izquierdas Syriza se gradu¨® en Ingenier¨ªa civil en 2000 por la Universidad T¨¦cnica Nacional de Atenas. Fan¨¢tico del Panathinaikos, su activismo pol¨ªtico comenz¨® en la juventud, liderando la ocupaci¨®n de su instituto durante meses en protesta por las reformas educativas del gobierno de derechas. All¨ª conoci¨® a su compa?era, la ingeniera Peristera Batziana, con la que tiene dos hijos. En 2006 logr¨® el 10,51% de los votos como candidato a la alcald¨ªa de Atenas. Dos a?os despu¨¦s fue elegido l¨ªder de Synaspismos, el mayor partido de la coalici¨®n Syriza. Desde 2009 es diputado nacional y l¨ªder de la izquierda griega.
Liberales.? Guy Verhofstadt (belga).?El presidente del Grupo de Dem¨®cratas y Liberales en el Parlamento Europeo y ex jefe de Gobierno de B¨¦lgica, naci¨® en 1953 en Dendermonde. Se licenci¨® en Derecho por la Universidad de Gante y se convirti¨® en presidente del Partido Liberal Flamenco (PVV) con solo 29 a?os. Tres a?os despu¨¦s fue elegido diputado y poco despu¨¦s fue nombrado viceprimer ministro y ministro de Econom¨ªa. En esa ¨¦poca sus radicales posiciones liberales le valieron el sobrenombre de Baby Thatcher. Tras la derrota de su partido, refundado en Liberales y Dem¨®cratas Flamencos (VLD), dimiti¨® en 1991 y desapareci¨® de la escena pol¨ªtica hasta que en 1997 regresa a la presidencia de la formaci¨®n con un perfil menos neoliberal. Presidi¨® el Gobierno belga entre 1999 y 2008.
Verdes. Ska Keller (alemana) y Jos¨¦ Bov¨¦ (franc¨¦s). Nacida en Guben en 1981, Franciska Keller es licenciada en estudios isl¨¢micos, turcos y jud¨ªos por la Universidad Libre de Berl¨ªn y eurodiputada desde 2009. En las primarias para elegir al l¨ªder de los Verdes Europeos logr¨® 11.791 apoyos, 65 m¨¢s que el hist¨®rico dirigente campesino Jos¨¦ Bov¨¦. Nacido en Talence en 1953, pas¨® parte de su infancia en Estados Unidos donde sus padres eran profesores. Bov¨¦ tiene un largo curr¨ªculum como activista antimilitarista y antiglobalizaci¨®n. Eurodiputado desde 2009, concurri¨® a las elecciones presidenciales francesas de 2007.
Solana resume as¨ª el sentir de la docena de fuentes consultadas en las instituciones y fuera de ellas, entre los polit¨®logos y analistas que pueblan Bruselas. Pero a tanta distancia de las elecciones el debate es a¨²n, al menos en parte, un caudaloso torrente de palabrer¨ªa hueca. Lo importante est¨¢ muy abierto. Desde el nombre del candidato conservador (esencial para empezar a definir la media docena de puestos en liza) hasta la forma de elegir el premio gordo: el presidente de la Comisi¨®n. El Parlamento defiende con fiereza que saldr¨¢ de entre los cabezas de cartel a las elecciones. Pero el Consejo guarda un as en la manga: los tratados ofrecen suficiente ambig¨¹edad como para que las capitales tengan, una vez m¨¢s, mucho que decir. El sustituto de Jos¨¦ Manuel Barroso se elegir¨¢ teniendo en cuenta el resultado de las elecciones, pero a propuesta del Consejo de la UE (por mayor¨ªa cualificada de los 28 Gobiernos), que deber¨¢ ser aprobada despu¨¦s por el Parlamento.
¡°Con los grandes partidos tan igualados a¨²n no han salido algunos de los aspirantes m¨¢s refrescantes, menos conocidos pero a la vez menos identificados con la burbuja de Bruselas. Los l¨ªderes de la crisis han perdido credibilidad. En alg¨²n pa¨ªs empiezan a salir nuevos nombres (Matteo Renzi en Italia) y es probable que a ¨²ltima hora las capitales den alg¨²n zarpazo: el primer ministro irland¨¦s Enda Kenny si ganan los conservadores, la primera ministra danesa Helle Thorning-Schmidt si gana la izquierda o alg¨²n otro tapado pueden dar la sorpresa¡±, asegura Jacob Kirkegaard, atento observador de la pol¨ªtica europea desde el Peterson Institute. ¡°As¨ª ha sido siempre¡±, subrayan fuentes del Consejo.
No es f¨¢cil separar el ruido de las nueces a m¨¢s de tres meses de los comicios, pero ya hay fuego cruzado entre los nombres que sobresalen. La canciller Merkel pudo el jueves dar su apoyo inequ¨ªvoco a Juncker: ¡°Tengo muchas simpat¨ªas por Jean-Claude¡±, se limit¨® a decir. Fuentes alemanas califican ese patrocinio como ¡°t¨ªmido¡± o ¡°t¨¢ctico¡± y no esconden viejas querellas; otras fuentes dudan de que Merkel respalde realmente al exprimer ministro luxemburgu¨¦s y expresidente del Eurogrupo, que tiene enemigos ¨ªntimos. ¡°Es un fumador y un bebedor¡±, ha dicho de ¨¦l su sucesor en el Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. ¡°Tiene lo mejor de la democracia cristiana, es progresista en lo social¡±, apunta una fuente europea, ¡°pero dif¨ªcilmente puede ser presidente de la Comisi¨®n; su candidatura parece una jugada de Merkel para contrarrestar la pujanza de Martin Schulz¡±.
Schulz, presidente del Parlamento, es uno de los nombres efervescentes del teatrillo europeo. Tiene discurso propio, habla claro y conoce los entresijos de Bruselas y el meollo de los dossieres m¨¢s importantes de los pr¨®ximos tiempos. Le perjudica su bien ganada fama de ser demasiado directo, demasiado sangu¨ªneo, pero puede que eso sea lo que le conviene a una Comisi¨®n que en los ¨²ltimos tiempos se ha movido entre la anemia y la anomia. Con menos opciones, las fuentes consultadas califican a Verhofstadt como un gran federalista, un liberal progresista y europe¨ªsta, y a otro de los emergentes, Tsipras, como un tipo h¨¢bil, inteligente y capaz de aunar varias sensibilidades de izquierda, pero que no ha ejercido responsabilidades.
M¨¢s all¨¢ de las listas, Daniel Gros, del think tank CEPS, apunta que la crisis act¨²a ¡°como un filtro¡± de cara a las elecciones. ¡°Van a ser 28 votos de protesta y ahora todos los candidatos pueden parecer similares, pero en a?os tan cr¨ªticos elegir al l¨ªder adecuado puede marcar diferencias¡±. Para Charles Kupchan, del CER, ¡°las elecciones van a revelar la fragmentaci¨®n del panorama pol¨ªtico europeo. La pujanza de los populismos es evidente. Los federalistas tradicionales compiten con los modernizadores (con un enfoque intergubernamental) por un centro pol¨ªtico que se ha debilitado. La clave es si Europa es capaz de crear crecimiento y empleo, y ese debate ni siquiera aparece m¨¢s all¨¢ de la palabrer¨ªa. Es esencial que surjan l¨ªderes capaces de reintegrar a los euroesc¨¦pticos y de cambiar el estado de ¨¢nimo europeo, que tiende a la depresi¨®n¡±.
Acabada ya la fiesta de la d¨¦cada anterior a 2008, el regreso de la pol¨ªtica se adivina fundamental. ?D¨®nde est¨¢n los l¨ªderes que protagonizar¨¢n ese regreso?, se cuestiona Felipe Gonz¨¢lez (En busca de respuestas, Debate). El expresidente no da un solo nombre ni aclara si esa es ¡ªo no¡ª una pregunta ret¨®rica. A dos pasos de las elecciones, en muchos rincones de la UE resuena una frase demoledora que pronunci¨® recientemente Jos¨¦ Manuel Barroso, sacada de Europa a la deriva, de Gavin Hewitt: ¡°Ya no hay soberan¨ªa, solo los mercados son soberanos¡±. En manos de los candidatos y de los votantes est¨¢ empezar a darle la vuelta a esa sentencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.