La presi¨®n de Renzi sobre Letta pone a Italia ante una crisis de Gobierno
El presidente Napolitano recibir¨¢ al primer ministro, Enrico Letta, para buscar una salida
La pol¨ªtica italiana se enfrenta en los pr¨®ximos d¨ªas a una encrucijada con tres posibles salidas, ninguna de ellas f¨¢cil. La primera consistir¨ªa en una profunda remodelaci¨®n del cada vez m¨¢s cuestionado Gobierno de Enrico Letta. El jefe del Ejecutivo no solo tendr¨ªa que cambiar a varios ministros, sino convencer a diestra y siniestra ¡ªdesde el presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, hasta su propia formaci¨®n, el Partido Democr¨¢tico, pasando por empresarios y sindicatos¡ª de que puede seguir dirigiendo un pa¨ªs que a¨²n no encuentra el camino de la recuperaci¨®n.
La segunda salida pasar¨ªa por apartarse a un lado y dejar que sea Matteo Renzi, el cada vez m¨¢s poderoso l¨ªder del centroizquierda, quien asuma la presidencia del Ejecutivo. La tercera ¡ªtal vez la m¨¢s improbable¡ª ser¨ªa la convocatoria de elecciones generales. Por lo pronto, Letta ¡ªa quien la presi¨®n continua de Renzi le est¨¢ amargando la existencia¡ª tiene previsto acudir hoy o ma?ana al palacio del Quirinal para recibir instrucciones del presidente Napolitano.
Durante los dos ¨²ltimos a?os y medio, ha sido ¨¦l, el casi nonagenario presidente de la Rep¨²blica (N¨¢poles, 1925), quien ha cortado el bacalao de la pol¨ªtica italiana, hasta el punto de dejarse en el camino algunos jirones de su indudable prestigio. Fue Napolitano quien, en noviembre de 2011, sac¨® a Silvio Berlusconi del Gobierno y puso en su lugar a un primer ministro t¨¦cnico, el profesor Mario Monti.
El gen autodestructivo de la izquierda
Y, a todo esto, ?qu¨¦ hace Silvio Berlusconi? Pues, como dec¨ªa Celia Cruz, ¡°muerto de risa y merendando¡±. El viejo l¨ªder de Forza Italia, condenado en firme por fraude fiscal, pendiente de su inhabilitaci¨®n y a la espera de que los jueces decidan qu¨¦ servicios sociales debe cumplir para descontar su pena, no se hab¨ªa visto en otra igual ¡ªsobre todo, sin tener que sobornar a nadie¡ª.
Por obra y gracia de las necesidades de Matteo Renzi, ha pasado de ser un muerto pol¨ªtico en toda regla a una pieza vital de las reformas. Il Cavaliere no solo parece dispuesto a votar la nueva ley electoral y la reforma del Senado ¡ªque quedar¨ªa reducido a 150 senadores, sin sueldo y, sobre todo, sin capacidad de dar o quitar la confianza al Gobierno¡ª, sino que asiste complacido a uno de sus espect¨¢culos preferidos: la capacidad de la izquierda italiana para autodestruirse.
El duelo entre Letta y Renzi, y sobre todo la posibilidad de que el segundo sustituya al primero al frente del Gobierno, ha puesto en guardia a los viejos l¨ªderes. El ex primer ministro Romano Prodi ha recordado que ya sucedi¨® lo mismo en 1998 cuando ¨¦l fue sustituido por Massimo D'Alema: ¡°Aquello fue un suicidio pol¨ªtico, espero que no vuelva a suceder. Entonces no solo se liquid¨® un proyecto de Gobierno, sino tambi¨¦n la esperanza de un pa¨ªs¡±.
Y tambi¨¦n fue Napolitano quien, ante la incapacidad de Pier Luigi Bersani de rentabilizar la p¨ªrrica victoria electoral del centroizquierda en febrero de 2013, impuso a Enrico Letta como presidente de un Gobierno de coalici¨®n del que, el pasado mes de septiembre, termin¨® descolg¨¢ndose Berlusconi. Lo curioso del asunto es que Letta, que logr¨® sobrevivir al ¨®rdago de Berlusconi e incluso provocar la traici¨®n de Angelino Alfano ¡ªquien prefiri¨® seguir de vicepresidente del Gobierno que de delf¨ªn sin futuro de Il Cavaliere¡ª, no est¨¢ siendo capaz ahora de soportar la presi¨®n constante de Renzi.
Diez d¨ªas clave para el futuro de Letta
El primer ministro, Enrico Letta, tiene previsto reunirse hoy o ma?ana con el presidente Napolitano.
Ma?ana, el Congreso empieza a tramitar la reforma de la ley electoral promovida por Renzi de acuerdo con Berlusconi.
El pr¨®ximo d¨ªa 19, el primer ministro se reunir¨¢ con la patronal, que reclama mayor eficacia de gobierno.
El d¨ªa 20, est¨¢ convocada una reuni¨®n de la directiva del Partido Democr¨¢tico.
Aunque casi coet¨¢neos ¡ªsolo se llevan siete a?os¡ª, toscanos ambos, de parecidos or¨ªgenes democristianos y militantes del PD, Letta y Renzi son, en todos los sentidos, como la noche y el d¨ªa. Pero, sobre todo, Letta es fiel heredero de una casta pol¨ªtica ¡ªsu t¨ªo, Gianni Letta, es uno de los viejos bastiones de Berlusconi¡ª que Renzi sue?a con hacer saltar por los aires.
Tras su llegada, hace solo dos meses, a la secretar¨ªa general del PD, el joven alcalde de Florencia ha revolucionado la pol¨ªtica italiana. No solo ha logrado pactar con Berlusconi una nueva ley electoral que esta semana ¡ªsalvo emboscadas nunca descartables en Roma¡ª empezar¨¢ a recibir la luz verde del Parlamento, sino que ha puesto las bases de una reforma del Senado que enterrar¨¢ el bicameralismo perfecto, uno de los grandes impedimentos para la gobernabilidad de Italia. Y todo ello, incluido el sacrilegio de resucitar a Berlusconi, con el apoyo de la pr¨¢ctica totalidad de las bases del PD, las mismas que hace un a?o le negaban el pan y la sal por su estilo dif¨ªcilmente homologable a la izquierda tradicional.
El problema ahora es dilucidar cu¨¢l es la salida correcta despu¨¦s de que Letta, adem¨¢s de los continuos aguijonazos de Renzi para que el Gobierno saque a Italia del dique seco, haya logrado el extra?o m¨¦rito de poner a sindicatos y empresarios de acuerdo en su contra.
La primera salida ¡ªremodelar el Gobierno e intentar liderar pol¨ªticas destinadas al crecimiento¡ª tendr¨ªa en principio el apoyo de Napolitano, que no quiere ni o¨ªr hablar de unas elecciones ¡ªla tercera posibilidad¡ª a las que habr¨ªa que acudir con una ley electoral declarada inconstitucional y que podr¨ªa arrojar una situaci¨®n de ingobernabilidad parecida a la actual. La segunda salida ¡ªel relevo de Renzi por Letta¡ª tiene, entre otros, el inconveniente de que el alcalde de Florencia ser¨ªa el tercer presidente del Gobierno consecutivo ¡ªdespu¨¦s de Monti y del propio Letta¡ª que acceder¨ªa al palacio Chigi sin el voto expreso de los ciudadanos.
Un gran regalo, sobre todo en v¨ªsperas de la campa?a electoral europea, a quienes, como el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo, basan su fortaleza en canalizar la rabia ciudadana hacia una casta pol¨ªtica cuyo ¨²nico objetivo es mantenerse en el poder.
Siendo consciente de ello, y mientras sus respectivos escuderos ya se baten en duelo por las esquinas de los peri¨®dicos y las redes sociales, Renzi y Letta se cruzan mensajes tan gentiles como envenenados. Al anuncio del primer ministro de que en las pr¨®ximas horas ver¨¢ a Napolitano para retomar el tim¨®n, el alcalde de Florencia responde: ¡°Ya era hora¡±. Renzi no es partidario de un relevo al frente del Gobierno ¡°sin antes pasar por las urnas¡±, pero tampoco de que Letta alargue su agon¨ªa. Consciente de su fuerza, hasta se ha permitido dar un ultim¨¢tum al primer ministro: el d¨ªa 20 ser¨¢ examinado por la direcci¨®n del Partido Democr¨¢tico.
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