La mayor¨ªa en EE UU apoya normalizar las relaciones con Cuba
Florida, el supuesto basti¨®n del anticastrismo, es el Estado que lidera el cambio de pol¨ªtica de Washington hacia la isla, de acuerdo con una encuesta del Atlantic Council
En los ¨²ltimos meses, varias organizaciones de cubanos en el exilio, algunos congresistas influyentes -entre ellos el senador Bob Graham, ac¨¦rrimo defensor del embargo de Estados Unidos a Cuba- e importantes empresarios, como el magnate del az¨²car Alfonso Fanjul, hab¨ªan manifestado la necesidad de una revisi¨®n de la pol¨ªtica de Washington hacia La Habana. Un viraje que tambi¨¦n comparte la mayor¨ªa de los estadounidenses, de acuerdo con una encuesta que este martes publicar¨¢ el Adrienne Arsht Latin American Center, del prestigioso Atlantic Council, al que ha tenido acceso en exclusiva EL PA?S. Los ciudadanos del Estado de Florida son quienes lideran la opini¨®n favorable a una normalizaci¨®n de las relaciones con la isla, evidenciando un importante cambio de postura en un territorio que, hasta ahora, hab¨ªa sido el basti¨®n del anticastrismo, y que, de acuerdo con el estudio, deber¨ªa hacer reflexionar al Congreso y la Casa Blanca sobre el fracaso de m¨¢s de medio siglo de embargo, de cara a impulsar el final del desencuentro entre ambos pa¨ªses
El 56% de los ciudadanos de EE UU est¨¢ a favor de un cambio en la pol¨ªtica del pa¨ªs hacia la isla, un porcentaje que se dispara entre los habitantes de Florida, el 63%, y los hispanos, el 62%
¡°EE UU tiene dos problemas estructurales respecto de Am¨¦rica Latina, uno es la inmigraci¨®n y el otro Cuba¡±, explica Peter Schechter, director del Adrienne Arsht Latin American Center. ¡°La pol¨ªtica del pa¨ªs respecto a la isla ha quedado congelada en el tiempo pero, por otro lado, la isla est¨¢ prosperando bajo toneladas de turistas y el apoyo pol¨ªtico de otros grupos de naciones. Lo que quer¨ªamos con esta encuesta es consultar la voz de la sociedad civil estadounidense sobre la relaci¨®n con Cuba, que es la voz que menos se ha escuchado en este asunto¡±, explica Schechter sobre el prop¨®sito del estudio.
Esa voz, de acuerdo con la encuesta, concluye que el 56% de los ciudadanos de EE UU est¨¢ a favor de un cambio en la pol¨ªtica del pa¨ªs hacia la isla, un porcentaje que se dispara entre los habitantes de Florida, el 63%, y los hispanos, el 62%. La mayor¨ªa de los encuestados se muestra a favor de aliviar las restricciones econ¨®micas (62%); de levantar las limitaciones a los viajes (61%); de negociar con las autoridades cubanas asuntos de seguridad como el tr¨¢fico de drogas o el contrabando (77%); o eliminar a Cuba de la lista de pa¨ªses que apoyan al terrorismo del Departamento de Estado (52%).
Unas cifras que son considerablemente m¨¢s amplias en el caso de Florida y que demuestran que la premisa de que la pol¨ªtica de Cuba se decide en Miami ya no es un presupuesto pol¨ªtico infalilble. ¡°Este es una de las grandes conclusiones de la encuesta. En los ¨²ltimos 55 a?os se daba por hecho que con Cuba no se jugaba para no poner en juego la baza electoral de Florida. Esa realidad ha dejado de existir¡±, sostiene Schechter. ¡°Esa es una implicaci¨®n importante que deber¨ªan tener en cuenta tanto la Administraci¨®n como el Congreso¡±, advierte.
En los ¨²ltimos 55 a?os se daba por hecho que con Cuba no se jugaba para no poner en juego la baza electoral de Florida. Esa realidad ha dejado de existir, una implicaci¨®n importante que deber¨ªan tener en cuenta tanto la Administraci¨®n como el Congreso¡± Peter Schechter
Las nuevas generaciones de cubanoamericanos coinciden en que la pol¨ªtica de las ¨²ltimas cinco d¨¦cadas no ha funcionado y son quienes apoyan con mayor firmeza una aproximaci¨®n diferente hacia la isla, una ¡°nueva realidad¡± que, de acuerdo con el estudio, ¡°deber¨ªan tener en cuenta los legisladores nacionales a la hora de cambiar la estrategia hacia Cuba para poder satisfacer¡± sus nuevos intereses.
El contenido de la encuesta tambi¨¦n deber¨ªa hacer recapacitar a la Casa Blanca sobre el fracaso de las pol¨ªticas del ¨²ltimo medio siglo hacia la isla, seg¨²n sus autores. ¡°Esperamos que las conclusiones provoquen en la Administraci¨®n Obama reflexiones importantes sobre los supuestos riesgos electorales de normalizar las relaciones con Cuba. Este estudio demuestra que ¨¦stos no son tan altos¡±, se?ala Schechter.
En el documento se sugiere que sea el presidente Barack Obama quien impulse esas medidas de apertura a trav¨¦s de acciones ejecutivas ¡°dado que hay muy pocas posibilidades de que el Congreso elimine la mara?a de leyes¡± que regulan la totalidad del embargo, un cambio progresivo con el que est¨¢n de acuerdo dos tercios de los consultados.
Tras llegar al poder, Obama favoreci¨® la flexibilizaci¨®n de las remesas, los viajes familiares y la ampliaci¨®n de las opciones de visitar la isla para los ciudadanos de EE UU, una v¨ªa de acercamiento que se congel¨® con la detenci¨®n y posterior condena del contratista estadounidense Alan Gross. La violaci¨®n de los derechos humanos por parte del r¨¦gimen castrista es, de acuerdo con la encuesta, el principal motivo para mantener el embargo. Para el 50%, se trata de una raz¨®n de peso para no levantarlo, frente al 43% que no lo considera as¨ª, un porcentaje que se reduce en el caso de los ciudadanos de Florida: 49% contra 45%.
Aunque la opresi¨®n a las libertades civiles, unida a que Cuba est¨¦ incluida en la lista de pa¨ªses terroristas ¨Cjunto con Ir¨¢n, Siria y Sud¨¢n- son un importante escollo para que EE UU normalice su relaci¨®n con el gobierno de la isla, los autores de la encuesta recuerdan que Washington mantiene contactos con otros Gobiernos ¡°con pol¨ªticas reprobables¡± y que, incluso, ¡°se ha involucrado en un proceso negociador con Ir¨¢n sobre su programa nuclear¡±. ¡°Nadie en EE UU puede obviar la situaci¨®n de derechos humanos en Cuba, pero eso no tiene por qu¨¦ ir necesariamente en contra de una pol¨ªtica de liberalizaci¨®n o de normalizaci¨®n de la situaci¨®n bilateral. No deben ser l¨ªneas excluyentes¡±, defiende Schechter.
Para el 50% de los encuestados, la violaci¨®n de los derechos humanos por el r¨¦gimen castrista es una raz¨®n de peso para no levantar el embargo
M¨¢s all¨¢ de la transcendencia pol¨ªtica de las conclusiones de esta encuesta, sus autores alertan del peligro que para la relaci¨®n de EE UU con el continente americano supone mantener su aislamiento inmovilista hacia la isla. El embargo a Cuba es el principal punto de fricci¨®n entre los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y Washington, como qued¨® de manifiesto en la ¨²ltima cumbre de la CELAC celebrada en La Habana. La presencia de Cuba en la pr¨®xima cumbre de las Am¨¦ricas que se celebrar¨¢ en Panam¨¢ el a?o que viene ha sido impuesta casi como condici¨®n necesaria para la asistencia de los pa¨ªses miembros de la OEA, que es quien auspicia la reuni¨®n de l¨ªderes regionales, a¨²n a costa de la ausencia de EE UU.
El estudio del Adrienne Arsht Latin American Center demuestra que la mayor¨ªa del pa¨ªs apoya un cambio y que el temido coste electoral de descongelar las relaciones con la isla ¡°es una convenci¨®n anulada¡±. ¡°Am¨¦rica Latina est¨¢ pasando por un momento de relativo ¨¦xito, esos pa¨ªses son nuestros futuros socios. Occidente tambi¨¦n es Am¨¦rica Latina y ante eso es imperativo cambiar uno de nuestros problemas estructurales con el hemisferio que es Cuba, la encuesta demuestra que eso es posible y que no conlleva riesgos¡±, afirma Schechter.
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