Las protestas estallan en Sud¨¢frica por la falta de servicios b¨¢sicos
Las manifestaciones se concentran en barrios de chabolas cuyos habitantes reclaman agua potable y electricidad Los vecinos aseguran que est¨¢n ¡°cansados de promesas incumplidas¡± del Gobierno
La Sud¨¢frica m¨¢s pobre protesta por la falta,o la insuficiencia, de servicios b¨¢sicos como el agua potable o la electricidad. Cada d¨ªa son m¨¢s los antiguos guetos negros de la ¨¦poca del apartheid y los barrios de chabolas que se a?aden a la lista. Sus habitantes salen a las calles para reclamar un m¨ªnimo de dignidad tras 20 a?os de democracia. El malestar ciudadano se deja sentir de punta a punta del pa¨ªs e incluso en Ciudad del Cabo los residentes de los poblados se organizaron en una marcha hasta el centro para exigir mejoras.
A tres meses de las elecciones generales, fijadas para el 7 de mayo, ¡°Sud¨¢frica arde¡±, ilustraba recientemente el popular diario The Star con una enorme foto de una barricada en llamas en uno de los poblados afectados.
Las protestas con barricadas, carreteras cortadas y ataques a centros p¨²blicos empiezan a ser el pan nuestro de cada d¨ªa en este pa¨ªs con la mayor desigualdad social del mundo, un desempleo oficioso de m¨¢s del 40% y unos ingresos mensuales medios inferiores a 200 euros.
En los ¨²ltimos tres meses la polic¨ªa ha contabilizado m¨¢s de 3.000 manifestaciones, es decir, una media de 30 diarias, de las que una parte considerable acaban con violencia. Solo en enero, ocho manifestantes murieron por disparos de los agentes, cifra a la que hay que sumar otros dos fallecidos en lo que va de febrero.
Los barrios cuyos vecinos protestan est¨¢n repletos de infraviviendas. Carecen de ca?er¨ªas que lleven el agua potable a las casas, electricidad y de otros servicios como una red de transporte p¨²blico. Los vecinos aseguran que est¨¢n ¡°cansados de promesas incumplidas¡± del Gobierno, que presume de haber cedido m¨¢s de un mill¨®n de casas a los m¨¢s desfavorecidos en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas.
Esa falta de servicios y de medios obliga a los vecinos a calentarse en invierno quemando carb¨®n, lo que hace unos meses provoc¨® incendios en las barracas, incrementando as¨ª los dramas personales de quienes pierden sus ya de por s¨ª pocas pertenencias. A pocos kil¨®metros de Pretoria, la capital administrativa sudafricana, la gente tiene que hacer horas de cola en un poblado para obtener agua potable con la que cocinar.
Los manifestantes afirman que aunque han intentado discutir sus problemas con los servicios municipales, no han obtenido respuesta alguna y, as¨ª, se han decidido salir a las calles. Un estudio reciente de la Universidad de Zululand advierte de que ¡°esa frustraci¨®n¡± facilita que, sobre todo entre los m¨¢s j¨®venes, abunden cada vez m¨¢s ¡°comportamientos violentos¡±.
De hecho, en los ¨²ltimos d¨ªas las protestas han terminado con el incendio y el ataque a una comisar¨ªa, una cl¨ªnica, una biblioteca y una oficina municipal en diferentes localidades.
Desde la polic¨ªa, Lesetja Mothiba, jefe de la provincia de Gauteng (Johannesburgo y Pretoria), solo ve en esas protestas gestos de ¡°pura criminalidad en forma de vandalismo¡±. Diariamente los agentes intervienen en estas manifestaciones con fuego real, causando heridos e incluso muertos.
En este sentido, Riah Phiyega, la jefa nacional de la Polic¨ªa, admite que el cuerpo debe cambiar las t¨¦cnicas para dispersar a multitudes. La masacre de Marikana, en agosto de 2012, que dej¨® 34 mineros muertos, a¨²n est¨¢ muy presente y la polic¨ªa est¨¢ en el ojo del hurac¨¢n por las denuncias de excesos y de corrupci¨®n.
El Congreso Nacional Africano (ANC), el partido en el Gobierno desde 1994, acusa a la oposici¨®n de organizar y fomentar las protestas para ganar la batalla pol¨ªtica en la calle y no en las urnas.
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