La justicia de N¨¢poles declara en rebeld¨ªa a Berlusconi
El l¨ªder de Forza Italia trata de torpedear un juicio por la compra de un senador
De las muchas habilidades que adornan a Silvio Berlusconi, una de las que m¨¢s ha puesto en pr¨¢ctica en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas ha sido la de tomarle el pelo a la justicia. Hay que reconocer que con notable ¨¦xito, si no fuese porque en los ¨²ltimos meses ¡ªya sin la m¨¢quina de gobernar a su servicio¡ª los jueces lo han conseguido cazar por delitos tan diversos y tan graves como el fraude fiscal y la inducci¨®n a la prostituci¨®n de menores, ambos cometidos, para mayor escarnio, al tiempo que presid¨ªa el consejo de ministros italiano. Desde hoy, Il Cavaliere se enfrenta a otro juicio, esta vez en N¨¢poles, por sobornar en 2008 al senador Sergio De Gregorio para precipitar la ca¨ªda del Gobierno de Romano Prodi.
Sabedor de sus escasas posibilidades para salir indemne del nuevo encuentro con la justicia, no en vano fue el propio senador quien admiti¨® haber cobrado tres millones de euros a cambio de su voto, Berlusconi ha decidido poner en pr¨¢ctica una de sus viejas t¨¢cticas, la de jugar al gato y al rat¨®n con los magistrados para ver si, entre dimes y diretes legales, prescribe el delito. Una t¨¢ctica, la de tocarle la toga a los jueces, que se vuelve peligrosa por cuanto Berlusconi ya fue expulsado del Senado y no goza por tanto de ning¨²n blindaje institucional. La estratagema dilatoria que sus abogados han intentado poner en pr¨¢ctica en esta ocasi¨®n ha sido la de asegurar que el l¨ªder de Forza Italia no recibi¨® la citaci¨®n en tiempo y forma, pese a que hay constancia de que la firm¨® Marinella Brambilla, una de sus m¨¢s antiguas colaboradoras, en la recepci¨®n de su famos¨ªsima mansi¨®n de Arcore. As¨ª que, para que se vaya dejando de cuentos, el tribunal ha decidido declarar en rebeld¨ªa a Silvio Berlusconi.
El rebelde Berlusconi tendr¨¢, por tanto, que presentarse en N¨¢poles en cuanto los jueces reclamen su testimonio para confrontarlo con el del senador De Gregorio, quien asegura que, entre los a?os 2007 y 2008, recibi¨® del entonces l¨ªder del Pueblo de la Libertad (PDL) tres millones de euros para que abandonase su formaci¨®n pol¨ªtica, Italia de los Valores (IDV), y contribuyese con su voto a la ca¨ªda del segundo gobierno de centroizquierda presidido por Romano Prodi. Lo que, dicho sea de paso, sucedi¨® el 24 de enero de 2008. Adem¨¢s de los testimonios de De Gregorio, quien tras su confesi¨®n pact¨® con los jueces una condena de ocho meses, y de Berlusconi, que siempre garantiza el espect¨¢culo, en el juicio tambi¨¦n ser¨¢n llamados a comparecer el profesor Romano Prodi y el exsenador Antonio di Pietro, uno de los m¨¢s antiguos adversarios de Berlusconi y de sus maneras tramposas de interpretar la pol¨ªtica. Di Pietro no solo fue uno de los jueces que llev¨® adelante a principio de los noventa la operaci¨®n Manos Limpias contra la corrupci¨®n generalizada ¡ªel proceso Tangentopoli¡ª, sino que m¨¢s tarde fund¨® el partido Italia de los Valores, al que el senador De Gregorio decidi¨® traicionar por un buen pu?ado de euros. Ahora Di Pietro volver¨¢ a ponerse la toga para defender la acusaci¨®n que, como parte civil, ejercer¨¢ su partido ¡ªhoy pr¨¢cticamente extinto¡ª contra Berlusconi. Tambi¨¦n el Senado de la Rep¨²blica ser¨¢ parte civil en el proceso por decisi¨®n de su presidente, el exfiscal nacional antimafia Pietro Grasso. Una decisi¨®n hist¨®rica por poco frecuente ¨Clo habitual era que la casta pol¨ªtica italiana se protegiese a s¨ª misma por encima de ideolog¨ªas¡ª que ha sido fuertemente contestada por Berlusconi. Porque, como todo el mundo sabe, esta es otra de las m¨¢ximas habilidades de Il Cavaliere: presentarse como v¨ªctima de las tempestades sembradas por ¨¦l.
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