¡°Am¨¦rica Latina sufre m¨¢s del 30% de los homicidios mundiales¡±
Rodrigo Serrano-Berthet, experto en seguridad en la regi¨®n, propone fortalecer a los gobiernos municipales contra la violencia y generar alianzas locales
Desde el surgimiento de las autodefensas de Michoac¨¢n, M¨¦xico, pasando por el asesinato de una ex Miss Venezuela, las pandillas en Centroam¨¦rica y la muerte de polic¨ªas en Argentina a manos de delincuentes, la inseguridad ciudadana sigue encabezando la lista de las principales preocupaciones de los latinoamericanos. La ONU lo ha calificado de ¡°epidemia¡± y considera a la regi¨®n la m¨¢s insegura del mundo, con uno de cada tres habitantes v¨ªctima de un delito, principalmente robo, en 2012.
La violencia tiene muchas causas, la mayor¨ªa conocidas. Lo que se necesitan son soluciones. El coordinador de Seguridad Ciudadana para Am¨¦rica Latina y el Caribe del Banco Mundial, Rodrigo Serrano-Berthet, nos hace una radiograf¨ªa de la situaci¨®n del crimen y la violencia de la regi¨®n y propone salidas que se pueden tomar para frenar este flagelo.
Pregunta: En los ¨²ltimos a?os, la inseguridad ocupa los primeros lugares de las principales preocupaciones de los latinoamericanos. ?Por qu¨¦?
Respuesta: Porque no se han logrado bajar las altas tasas de crimen y violencia que afligen a la regi¨®n. Otros problemas que han preocupado a los latinoamericanos, como la inflaci¨®n, la pobreza y el desempleo han mejorado. En cambio la incidencia del crimen y la violencia se ha mantenido estable en las ¨²ltimas d¨¦cadas, y en niveles muy altos, mucho m¨¢s que otras regiones. Am¨¦rica Latina y el Caribe concentra casi el 9% de la poblaci¨®n mundial pero padece m¨¢s del 30% de los homicidios. Siete de los diez pa¨ªses con las tasas m¨¢s altas de homicidio en el mundo est¨¢n en la regi¨®n. Si tomamos las 50 ciudades con mayores tasas en el mundo, 42 son latinoamericanas, incluyendo las primeras 16. Inclusive en los pa¨ªses con bajas tasas de homicidio, como Argentina o Uruguay, la sensaci¨®n de inseguridad es alt¨ªsima debido en parte a los altos niveles de victimizaci¨®n, principalmente robos y hurtos y al nivel de violencia asociado con ellos.
P: ?Nos puede dar una radiograf¨ªa de las zonas m¨¢s peligrosas de la regi¨®n?
R: El mapa var¨ªa mucho seg¨²n el tipo de delito. El de homicidios es muy distinto al mapa de victimizaci¨®n. En el de homicidios, los pa¨ªses con m¨¢s altas tasas por subregi¨®n son Honduras, El Salvador, Guatemala y M¨¦xico en Centroam¨¦rica; Venezuela, Colombia y Brasil en Sudam¨¦rica; y Belice y Jamaica en el Caribe. Pero si tomamos las tasas de victimizaci¨®n total (por cualquier tipo de crimen violento), vemos una pintura distinta, donde pa¨ªses como Ecuador, Per¨², Bolivia, M¨¦xico, Uruguay y Argentina lideran el r¨¢nking. O sea, de una u otra manera, afecta a todos los pa¨ªses de la regi¨®n. Por eso es la principal preocupaci¨®n de los latinoamericanos.
Y eso es a nivel nacional, pero en realidad el crimen se concentra desproporcionadamente en ciertas ciudades, barrios, y cuadras. En Honduras, por ejemplo, el 5 % de las ciudades concentran el 65% de los homicidios. Dentro de las ciudades, la criminalidad se concentra masivamente en ciertos barrios o zonas calientes, y hasta en ciertas cuadras espec¨ªficas. Estudios en Estados Unidos muestran que el 1% de las cuadras puede concentrar hasta el 50% de todos los delitos y el 5% de las cuadras concentrar hasta el 70% de los delitos. Lo mismo pasa en Am¨¦rica Latina. Pero lo m¨¢s preocupante es que las principales v¨ªctimas de homicidio son j¨®venes, varones, y pobres que viven en comunidades marginadas. Brasil, por ejemplo, con m¨¢s de 50,000 homicidios por a?o, concentra m¨¢s del 30% de todos los homicidios de la regi¨®n. De estos, m¨¢s de la mitad son j¨®venes, y de estos, casi el 80% son afro-brasile?os. Una situaci¨®n similar se da en los otros pa¨ªses de la regi¨®n.
P: ?Hay casos de ¨¦xito en la lucha contra la inseguridad?
R: Hay muchos pa¨ªses y ciudades donde se han logrado bajar dr¨¢sticamente los ¨ªndices de violencia. En Am¨¦rica Latina los m¨¢s notables son Bogot¨¢, Medell¨ªn, San Pablo, Recife. Hay un conjunto de pol¨ªticas que parecen repetirse en los casos de ¨¦xito. Por ejemplo, una polic¨ªa m¨¢s orientada a resultados, que usa la informaci¨®n de manera intensiva para orientar acciones de prevenci¨®n y control, regulaciones que controlan las armas y el dispendio de alcohol, programas que se focalizan en dar oportunidades a los j¨®venes en riesgo o revitalizar zonas calientes a trav¨¦s de respuestas integrales que movilizan a la comunidad activamente en la respuesta.
A nivel de programas, las intervenciones a temprana edad ayudando a las familias a que los infantes crezcan en ambientes sociales protectores, donde se promuevan comportamiento pro-sociales y de integraci¨®n con la comunidad y donde no se permita la violencia en el hogar han demostrado efectos muy ben¨¦ficos a largo plazo tanto en poblaciones de otros pa¨ªses fuera de la regi¨®n como en pa¨ªses de Latinoam¨¦rica y el Caribe (por ejemplo en Jamaica y en Colombia). Adem¨¢s de estas estrategias de prevenci¨®n primaria, hay actividades efectivas que disminuyen la violencia en las escuelas y que tienen efecto en las comunidades.
P: ?Qu¨¦ medidas de otras regiones del mundo se podr¨ªan aplicar en Latinoam¨¦rica para reducir la inseguridad?
R: Estados Unidos tiene m¨¢s de 30 a?os de experimentar con una variedad muy amplia de estrategias de prevenci¨®n de la violencia. Sobre muchas de estas ya hay evidencia s¨®lida que muestra que funcionan. Ahora, uno de los desaf¨ªos es ver cu¨¢les de esas estrategias son adecuadas a los problemas de la regi¨®n, y hacer las adaptaciones y adecuaciones a contextos institucionales muy diferentes. El programa de visitas domiciliarias a madres en riesgo es una iniciativa que ha logrado una ca¨ªda del 82% en los arrestos en las madres de bajo ingreso econ¨®mico y del 72% en j¨®venes entre 13-16 a?os. Tambi¨¦n est¨¢n los programas para mejorar las habilidades socio-cognitivas de j¨®venes en riesgo, ayudarlos a controlar la impulsividad que est¨¢ detr¨¢s de mucha de la violencia juvenil. En Chicago, un programa de este tipo a trav¨¦s de actividades deportivas que se llama ¡°Volvi¨¦ndose Hombre¡± (Becoming a Man) logr¨® reducir en s¨®lo un a?o la tasa de criminalidad violenta de estos j¨®venes en un 40%, adem¨¢s de mejorar su rendimiento educativo. El fortalecimiento de alianzas y coaliciones comunitarias y su acci¨®n han logrado disminuir la iniciaci¨®n de los j¨®venes en actividades delictivas en un 31%, adem¨¢s de tener un impacto positivo en otras conductas de riesgo.
P: ?Cu¨¢les son las recomendaciones a los gobiernos y sociedad civil para un futuro menos violento y m¨¢s tolerante?
R: Tres recomendaciones. Primero, reconocer que no existe una varita m¨¢gica para resolver el problema. Lo que hay que hacer es invertir en un portafolio de intervenciones que aborden el problema de manera integral y que hayan mostrado tener impacto en los factores de riesgo generadores de violencia. Segundo, enfocarse en los territorios y los grupos de poblaci¨®n en mayor riesgo, particularmente los j¨®venes. Tercero, fortalecer las capacidades de los gobiernos municipales que est¨¢n m¨¢s afectados por la violencia para generar alianzas locales que permitan implementar las dos primeras recomendaciones. Estas prioridades son las que est¨¢n orientando las acciones del Banco Mundial en materia de seguridad ciudadana para la regi¨®n.
Mar¨ªa Jos¨¦ Gonz¨¢lez Rivas es editora online del Banco Mundial
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