Suiza presentar¨¢ una nueva ley de inmigraci¨®n antes de fin de a?o
El presidente suizo, Didier Burkhalter, aclara que hasta entonces la libre circulaci¨®n de los ciudadanos de la UE seguir¨¢ vigente
Tres d¨ªas ha durado la resaca del refer¨¦ndum por el que los suizos han decidido poner freno a la entrada de trabajadores europeos y que ha puesto en pie de guerra a la Uni¨®n Europea. El Gobierno helv¨¦tico ha anunciado que ya han dado comienzo los trabajos preliminares para poner en pie las leyes que deben fijar las cuotas y los criterios que decidir¨¢n qui¨¦n puede trabajar y residir en un pa¨ªs en el que un cuarto de la fuerza laboral es extranjera. El proyecto de ley estar¨¢ listo a finales de a?o, seg¨²n ha anunciado el Ejecutivo en un comunicado. Hasta entonces, la libre circulaci¨®n seguir¨¢ vigente y permitir¨¢ a los ciudadanos europeos trasladarse y trabajar en Suiza.
El texto del refer¨¦ndum ¡°contra la inmigraci¨®n masiva¡±, celebrado el domingo y aprobado por una mayor¨ªa de un 50,3% de los votos, concede hasta tres a?os a las autoridades para elaborar la reforma legal y negociar con Bruselas las nuevas reglas que regir¨¢n las relaciones entre ambos. El comunicado del Gobierno suizo que fija el calendario legislativo indica que trabajar¨¢n en paralelo ¡°para negociar el acuerdo de libre circulaci¨®n de personas [CON LA UE]y para clarificar la situaci¨®n respecto otras negociaciones bilaterales en proceso¡±.
La aprobaci¨®n del refer¨¦ndum ha levantado ampollas en Bruselas. No s¨®lo ha dinamitado el acuerdo de libre circulaci¨®n de personas, en vigor con Suiza desde 2002, sino que tambi¨¦n ha dado alas a las fuerzas eur¨®fobas que habitan en la Uni¨®n y que han visto vindicadas sus aspiraciones en la consulta suiza. Las autoridades comunitarias han amenazado con romper algunos de los llamados acuerdos bilaterales que establecen la cooperaci¨®n con Suiza. De momento, han quedado canceladas varias negociaciones t¨¦cnicas previstas tanto del sector el¨¦ctrico como en el terreno de la investigaci¨®n. Han quedado adem¨¢s suspendidas las negociaciones que deb¨ªan trazar el nuevo marco institucional entre Suiza y la Uni¨®n Europea que pretend¨ªa ampliar la colaboraci¨®n y permitir nuevos acuerdos en el futuro. En los c¨ªrculos pol¨ªticos suizos se da por hecho que la asertividad expresada en forma de refer¨¦ndum tendr¨¢ serias consecuencias.
La patronal, los sindicatos y los trabajadores extranjeros que residen en el territorio helv¨¦tico ¡ªm¨¢s de un mill¨®n¡ª aguardan sumidos en la incertidumbre la resoluci¨®n de un conflicto que ha pillado al pa¨ªs por sorpresa. La inseguridad es doble. Por un lado, debe definirse el proyecto de ley que desde hoy se sabe que estar¨¢ listo para finales de a?o. Pero, por otro, est¨¢ por ver el nuevo encaje que encuentra Suiza con la Uni¨®n Europea, su mayor socio comercial. ¡°Estamos muy nerviosos¡±, explica una trabajadora espa?ola en Ginebra, a la espera de recibir su permiso de residencia. ¡°S¨®lo espero que la nueva ley no nos pille y nos den antes el permiso de residencia que estamos esperando¡±, dice la joven administrativa, que teme desvelar su identidad por si afecta a su futuro laboral en Suiza.
El Gobierno suizo y buena parte de la oposici¨®n, as¨ª como los empresarios, se opusieron al refer¨¦ndum impulsado por la extrema derecha, la UDC-SVP. Los sondeos vaticinaron una derrota de la iniciativa antiinmigraci¨®n casi hasta el ¨²ltimo momento, por lo que el resultado ha supuesto una sorpresa hasta para sus promotores. ¡°Hasta el domingo, pens¨¦ que ¨ªbamos a perder. Todav¨ªa estoy sorprendido¡±, reflexiona Luzi Stamm, vicepresidente de la UDC-SVP. El viernes, el partido que ha sabido empatizar con la ciudadan¨ªa y llevarla a su terreno presentar¨¢ una propuesta de c¨®mo deber¨¢ organizarse el sistema de cuotas. Stamm, alma de la iniciativa, defiende un sistema similar al que ten¨ªan hasta 2002, por el que se establecer¨ªan cupos de trabajadores seg¨²n la cualificaci¨®n profesional, el sector industrial y el cant¨®n suizo en el que aspiraban a residir.
La entrada de 80.000 trabajadores extranjeros por a?o y la crisis que azota al sur de Europa han despertado los temores entre buena parte de la poblaci¨®n suiza, que se ha dejado seducir por las propuestas de la UDC-SVP de restringir la entrada de mano obra europea y cualificada presente en los hospitales, escuelas y bancos del pa¨ªs. Temen que hordas de europeos huidos de sus respectivas crisis vengan a estropearles la fiesta, pero tambi¨¦n temen perder las riendas de un pa¨ªs que hace gala de su independencia y su neutralidad. No quieren que Bruselas ni nadie venga a imponerles sus reglas, como dejaron claro en el refer¨¦ndum. ¡°Aqu¨ª se ha votado el derecho a decidir en la casa de uno. Ha sido una consulta sobre el papel que la UE debe tener en Suiza¡±, sostiene Guy Meltan, diputado democristiano en Ginebra.
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