Renzi, la confianza ciega en s¨ª mismo
El alcalde de Florencia, que confiesa una "ambici¨®n desmesurada", ha hecho trizas sus promesas de acabar con las intrigas palaciegas de la pol¨ªtica italiana

El mejor aliado de Matteo Renzi es su agencia de publicidad: ¨¦l mismo. El alcalde de Florencia desde 2009 tiene 39 a?os, fue boy scout, es licenciado en Derecho, est¨¢ casado con la maestra de escuela Agnese Landini ¡ªa la que conoci¨® precisamente haciendo nudos de rizo¡ª, es padre de tres hijos y suele andar en bicicleta, pero el rasgo principal de su car¨¢cter es sin lugar a dudas su infinito amor propio.
Cuando uno entra en su despacho del Palazzo Vecchio ¡ªuna joya de la arquitectura adornada con obras de, entre otros, Miguel ?ngel¡ª, el joven Renzi ¡ª¡°Italia es el ¨²nico pa¨ªs del mundo donde a¨²n se es joven con 38 a?os¡±, sol¨ªa decir¡ª despliega una catarata de datos, ocurrencias y frases redondas destinadas a que el interlocutor no se olvide jam¨¢s de la val¨ªa de un pol¨ªtico al que, hace solo un a?o, los dirigentes del Partido Democr¨¢tico (PD) ¡ªlos mismos que el viernes le regalaron el pu?al para que ajusticiara a Enrico Letta¡ª consideraban un advenedizo, un pijo rodeado de pijos sin ning¨²n v¨ªnculo con los valores sempiternos del centroizquierda italiano. Ahora, al menos, acaba de demostrar que s¨ª, que algunos de esos valores s¨ª posee, aunque sea el de decir digo donde hace solo unas semanas dijo Diego ¨C¡°yo no quiero el puesto de Letta¡±¡ª o el de cargarse a un rival por la espalda y sin descomponer la figura. Un democristiano carg¨¢ndose a otro democristiano no es precisamente una novedad en Italia.
En solo una hora, bajo los frescos del despacho que en unos d¨ªas tendr¨¢ que cambiar por el de primer ministro, Renzi se las arregla para dejar claro su manejo de las nuevas tecnolog¨ªas ¨C¡°tengo 700.000 seguidores en Twitter¡±¡ª buscando los datos que se escapan a su prodigiosa memoria en dos iPad, instruir sobre los problemas de la burocracia italiana saliendo al balc¨®n ¡ª¡°mira esa obra, est¨¢ parada desde hace a?os porque las administraciones no se entienden¡±¡ª o presumir del saneamiento de Florencia ofreciendo al invitado ¡°agua del alcalde¡± para calmar la sed. Renzi, adem¨¢s, salpica todo su discurso con brochazos de estudiada incorrecci¨®n pol¨ªtica ¡ª¡°la izquierda tiene miedo al futuro¡±; ¡°los sindicatos no son mis amigos del alma¡±; ¡°yo no quiero meter en la c¨¢rcel a Berlusconi, sino jubilarlo¡±¡ª que conectan muy bien con un electorado harto de las soflamas previsibles de unos y otros.
Por lo dem¨¢s, el verdadero perfil de Renzi est¨¢ a¨²n por hacer. En pasado solo conjuga cinco a?os ¡ªdel 2005 al 2009¡ª al frente de la provincia de Florencia, otros cinco ¡ªde 2009 hasta ahora¡ª como alcalde de la ciudad y su salto reciente a la pol¨ªtica nacional bajo la bandera de mandar al desguace a la vieja casta pol¨ªtica, empezando por los de su propio partido. Pero nunca ha sido ni senador ni diputado ni, por el momento, se le conocen m¨¢s logros que una ¡°ambici¨®n desmesurada¡± ¡ªseg¨²n propia declaraci¨®n¡ª que combina adecuadamente con una disposici¨®n a jug¨¢rsela. De hecho, su fren¨¦tico asalto al poder de Italia es una maniobra arriesgada ¡ªtambi¨¦n admitida por ¨¦l mismo¡ª que no solo deja en la cuneta el cad¨¢ver pol¨ªtico de Enrico Letta, sino tambi¨¦n un racimo de sus pregonadas convicciones: ¡°No llegar¨¦ a la pol¨ªtica si no es a trav¨¦s de las urnas. Nunca con maniobras de palacio¡¡±.
No le importa desdecirse: "Solo llegar¨¦ al poder por las urnas" o "yo no quiero el puesto de Letta", ha dicho
Pero en sus dos meses al frente de la secretar¨ªa del PD han sido, precisamente, dos maniobras de palacio las que han marcado su ascenso y el futuro inmediato de Italia. La primera, la resurrecci¨®n pol¨ªtica de Silvio Berlusconi para que le ayudase a pactar una nueva ley electoral. La segunda, eliminar a Letta por la lentitud de sus progresos. ¡°Si en Italia¡±, dijo la pasada primavera a este peri¨®dico, ¡°hubiera un Gobierno que se decidiera por fin a podar la burocracia, que tuviera el valor de poner patas arriba el sistema que ha preponderado hasta hoy ¡ªen Italia parece como si se intentara hacer m¨¢s dif¨ªciles las cosas¡ª ya eso significar¨ªa una suerte de liberaci¨®n. Italia necesita libertad, sencillez, serenidad¡±.
Matteo Renzi se convertir¨¢ en las pr¨®ximas horas en el primer ministro m¨¢s joven de Europa. Su programa de Gobierno es poner a Italia patas arriba, arrancar un motor parado desde hace d¨¦cadas. No casar¨ªa con su car¨¢cter un objetivo menos ambicioso.
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